Discriminación sistemática a pueblos indígenas
La población de los pueblos originarios que radica en la capital vive en mayor medida la vulneración a sus derechos fundamentales como el acceso a la educación, a la vivienda y a la participación política
David MartínezLas comunidades indígenas de la Ciudad de México padecen una discriminación sistemática por parte de las autoridades que provoca que no tengan acceso a espacios de participación, educación o vivienda, denunciaron activistas.
De acuerdo con la Encuesta sobre Discriminación de 2018 que realizó el Consejo para Prevenir y Erradicar la Discriminación (Copred), el grupo que más sufre el rechazo en la sociedad es el indígena
El documento revela que la situación de vulnerabilidad de dicho sector de la población se mantiene en 87.4 por ciento.
Igualmente, no cuentan con programas de vivienda digna y los recursos de la Secretaría de Pueblos Indígenas (SEPI) de la CDMX, dependencia encargada de apoyar el desarrollo de las poblaciones indígenas, disminuyeron de 220 a 170 millones de pesos.
En lo que respecta a materia educativa, no existen modelos para que se incluyan a los niños indígenas en los grados de escolares.
Lo que se suma a que a nivel político no tienen una representatividad real que abogue por sus derechos. También se encuentran más expuestos a abusos de las autoridades al desconocer sus garantías como indígenas.
“La carencia de información sobre sus derechos indígenas los expone a un sinfín de abusos por parte de las autoridades oficiales y de la población no indígena”, menciona el Diagnóstico sobre la Población Indígena en la Ciudad de México que dio a conocer la Secretaría de Cultura en 2015.
Discriminación política
En el Congreso de la Ciudad de México no tienen ningún representante, ni tampoco presencia en la titularidad de las alcaldías aun cuando en la capital, de acuerdo con datos del último censo de la población del año 2015 que realizó Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi), viven 785 mil indígenas, lo que representa el 8 por ciento de la población.
En el único ámbito político en el que tienen representatividad es como concejales: solo ocho de 160 son indígenas. Saúl Álvarez, concejal indígena de la alcaldía de la alcaldía de Venustiano Carranza, señala que aún faltan muchos espacios por ganar en el ámbito político para los integrantes de las comunidades originarias.
“Se tiene que garantizar la participación indígena, ya está en la ley que tres de cada 10 candidatos tienen que ser de algún sector pero eso se tiene que hacer cumplir”, menciona Álvarez.
A pesar de que la ley electoral vigente dicta una cifra mínima de candidatos de poblaciones vulnerables que deben participar en una elección, Álvarez acusó que en la práctica no sucede por las manipulaciones de los partidos que hacen pasar a sus afines como integrantes de dichos sectores.
El concejal refiere que también existe un rezago en la creación de una ley para las comunidades indígenas, derivado de una falta de compromiso por parte de las autoridades.
“Al haber una carencia de representatividad, no hay quién defienda ni quién empuje esta agenda”, menciona.
Sin oportunidades educativas para niños indígenas
En materia de educación, no existe un modelo de enseñanza bilingüe que esté dirigido a los niños cuya lengua materna sea distinta al español como lo son los integrantes de las comunidades triqui, otomí, zapoteco, entre otros.
“Estamos en riesgo de perder nuestra lengua, porque no hay una educación bilingüe. Hay que buscar que haya respeto hacia los niños y su lengua”, explica Pascual de Jesús González, presidente nacional del Movimiento de Pueblos y Comunidades Originarias e Indígenas (MPCOI).
Saúl Álvarez añade que aunque existe una labor de las autoridades locales para reconocer las lenguas indígenas como lengua materna, no hay intérpretes suficientes en la ciudad para que puedan expresarse en ella y menos para acceder a oportunidades académicas.
Ejemplifica que en instituciones de nivel superior se piden dos idiomas para estudiar un doctorado, no obstante, muchas no reconocen las lenguas indígenas y por ello no pueden acceder a dichas oportunidades.
Sin vivienda
Otro tema donde se les ha olvidado es en el de la vivienda, pues no hay programas específicos para que puedan tener un espacio digno para habitar.
“Necesitamos presupuesto para la vivienda, dan créditos, pero no para nosotros”, acusa González.
De acuerdo con el Diagnóstico sobre la Población Indígena en la Ciudad de México que realizó la Secretaría de Cultura de 2015, la situación la vivienda es grave para la poblaciones indígenas porque, además de la discriminación, hay otros factores que les impiden tener acceso a este derecho.
“En el centro histórico de la Ciudad de México, los indígenas suelen vivir en edificios destinados a ser demolidos, es decir, edificios que se encuentran en muy malas condiciones estructurales, lo que significa un alto riesgo para quienes lo habitan. Otros, viven en las barrancas del poniente del Distrito Federal, en los cerros del norte y del sur, en predios irregulares o abandonados, en bodegas de mercados o en la vía pública; lo que los expone, con frecuencia, a desalojos por parte de las autoridades”, indica el documento.
Entre las causas por las cuales no son sujetos de un crédito para una casa, es porque la mayor parte de las poblaciones indígenas no cuenta con estudios académicos, trabajo estable ni ingresos fijos.
Pascual de Jesús González afirma que hace falta un programa integral de vivienda para las poblaciones indígenas de la capital para evitar que padezcan la carencia de servicios básicos como lo son electricidad, agua y drenaje.