El director de Proyectos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Luis Mauricio Torres, explica que el gobierno mexicano tiene que inyectar dinero para los trabajadores y los changarros del país, que aportan mucho a la economía y a los cuales esta pandemia les pegará muy duro.
“La crisis que se viene es extraordinaria, es de dimensiones que aún no podemos reconocer y eso implica que la política pública y las acciones de remediación tienen que ser absolutamente extraordinarias”, afirma Luis Mauricio Torres.
La solicitud de deuda al FMI es la única salida que le queda al país para superar las dificultades que se avecinan
El economista dice que la crisis derivada del Covid-19 tiene dos vertientes: la sanitaria y la economía. Así como el presidente respeta a las autoridades de salud, también tiene que respetar a su gabinete económico, afirma Torres.
“El mensaje es decepcionante, es insuficiente, no va a generar ningún tipo de reactivación de la economía porque no se está haciendo nada nuevo, solamente se está informando o lo que ya se hizo o cosas que ya se estaban planeando hacer.
“Los aumentos son muy poquitos, muy marginales, en el sentido de que entregar créditos para mejorar vivienda no es importante ahorita para las familias”, considera el especialista.
Además dice que la manera en la que abordan la emergencia es como si en una casa un jefe de familia tuviera a un integrante enfermo y decidiera invertir el dinero en la remodelación de la cocina. Ese ejemplo es la refinería de Dos Bocas, cuya probabilidad de éxito es de 2 por ciento y ese dinero se necesita más en los bolsillos de los empleados que podrían pasar hambre en estos días de incertidumbre.
“Las familias lo que necesitan es encontrar recursos para pagar el súper, para poder pagar la renta, el agua, el gas, la luz, todo eso que se necesita ya, urgente”, asevera.
La solicitud de deuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) es la única salida que le queda al país, ya que con la propuesta presidencial será imposible que se pueda contrarrestar la crisis que se viene, considera Luis Mauricio Torres.
“Perú va a destinar el 12 por ciento de su Producto Interno Bruto por medio de contratación de deuda para entregarle dinero a las familias y a los pequeños negocios. En México ni siquiera estamos planteando la idea de tomar deuda. Si una familia en México enfrentara el desempleo hoy y tuviera acceso a una tarjeta de crédito, sin duda la utilizaría para comprar el súper, la renta y todo lo que se necesita en el corto plazo para sobrevivir”, ejemplifica.
El director de Proyectos del IMCO refiere que el gobierno debe dejar de satanizar la deuda porque se trata de una emergencia sanitaria y todos los países involucrados se tendrán que endeudar para que su población salga adelante.
“Después veremos cómo pagamos, si hay que generar un plan de mediano y largo plazo para poder generar perspectivas de crecimiento y de mayor recaudación.
Hoy lo que se necesitan son recursos. Y esos recursos no existen, porque la mitad de los ahorros del gobierno se acabaron el año pasado, además, como no está creciendo la economía no están creciendo los ingresos presupuestarios
