La polémica Barragán

Gran conmoción ha causado la utilización de los restos del arquitecto Luis Barragán, oriundo de Guadalajara, al ser utilizados para crear un diamante que se depositó en un anillo de compromiso.


El caso se dio a conocer inicialmente en el periódico La Crónica de Hoy Jalisco, luego de que la revista The New Yorker revelara la intención por convertir al icónico artista tapatío en una proposición matrimonial.


La historia inició cuando la artista plástica Jill Magid hiciera una petición tanto a la Secretaría de Cultura Jalisco, encabezada por Myriam Vachez Plagnol, como al Congreso Local del Estado de Jalisco, además de la familia Barragán, para que le permitieran acceder a los restos.


“Le pidió la mano de Luis Barragán a la familia”, refirió Ricardo Balderas, quien inició la investigación en el citado diario local, luego de que la artista Magid fuera a una cena en el Museo de Arte de Zapopan para presentarse con las autoridades y una parte de los familiares cercanos, ya que el
arquitecto nunca tuvo hijos.



“El primer apoyo que tuve fue de Myriam Vachéz, la secretaria de Cultura que tuvo una gran influencia en lograr que los miembros del gobierno de Guadalajara aceptaran. Finalmente, el proyecto fue aprobado por el gobernador de Guadalajara y el congreso del Estado de Jalisco (…).


“El 23 de septiembre de 2015, removí de la urna depositada en la Rotonda 525 gramos de los restos cremados de Barragán. Inmediatamente volé con ellos a Coira, en Suiza, donde fueron cristalizados en un diamante de 2.02 quilates”, comentó Jill Magid.


No obstante que no todos los familiares del personaje ilustre de Jalisco fueron consultados, según refirieron medios locales, quedando la decisión de la exhumación solamente en una persona por parte de los familiares, Hugo Barragán Hermosillo.


Durante la cena en la que la artista externó su intención a las autoridades, nunca se firmó algún papel que comprometiera el retorno del archivo Barragán a tierras mexicanas, hecho desconocido por la Secretaría de Cultura local.


Incluso un portavoz de la dependencia refirió a otro medio que no existe intención de recuperar el archivo, pues aunque lo intentaran se verían imposibilitados.


Escándalo nacional e internacional


Este caso alcanzó tal dimensión que periódicos internacionales retomaron la nota, como el diario español El País, el cual comentó que México tuvo dos arquitectos incomparables en el siglo pasado, uno de ellos Juan O’Gorman y el otro, Luis Barragán.


También, a través de sus respectivas columnas figuras como las del escritor mexicano Luis Villoro expresaron en el diario Reforma: “la idea de convertir a Barragán en un diamante para tratar de recuperarlo parece digna de un museo del horror”.


Por su parte el analista político Jesús Silva-Herzog Márquez expresó también en su columna que un mundo que mercantiliza todo hace pose artística de todo, catalogando como una “ocurrencia” lo que la artista Jill Magid hizo con los restos de Barragán.


“La trasmutación ha sido ocurrencia de una artista que ha obtenido todos los permisos necesarios para abrir la tumba del arquitecto en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, empacarse las reliquias y entregarlas a una compañía dedicada a un macabro departamento de joyería. Uno le da un cadáver a la empresa y ésta se lo regresa convertido en una alhaja”, expresó Silva-Herzog.


Por su parte la escritora y periodista Elena Poniatowska consignó en su columna, en La Jornada del 14 de agosto, como el caso resulta tan ajeno a la personalidad del artista tapatío.


“Nada más ajeno a Luis Barragán que este anillo necrófilico que me permite recordar las largas entrevistas con un arquitecto diamantino hoy exhumado y convertido en anillo de compromiso, aunque Barragán jamás habría regalado un anillo, si acaso un caballo o de perdida un par de botas, o a lo mejor un muro alto sobre el cual la desposada pudiera lamentar haberse casado con él”, relató Poniatowska.


Lagunas en exhumación


Las autoridades consultadas por distintos medios locales reconocieron que el caso hace evidente la existencia de lagunas en torno a la exhumación de restos de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.
Consultado por medios locales, el director de cementerios de Guadalajara expresó que no hay un protocolo especial para este tipo de casos de exhumación de restos de la Rotonda, aunque reconoció que debería existir.


“En este momento, que yo te pueda decir, no (hay protocolo), que yo lo tenga en mis manos para la rotonda, no lo tengo. Tengo el protocolo que nosotros utilizamos en caso del cementerio de Mezquitán”, dijo Marco Jasso a un medio local.


Para el caso de Luis Barragán tuvo que integrarse una “comisión especial”, como aclaró a El Diario NTR Jesús Lomelí Rosas, exsecretario general de gobierno del ayuntamiento de Guadalajara y quien se encargó de dicho proceso.


Fue así como el 9 de junio de 2015 la Secretaría de Cultura aprobó la solicitud del ayuntamiento para retirar “momentáneamente” los restos de Barragán. Destacando que Myriam Vachez fue parte de la solicitud a los familiares, parte de la comisión especial y quien finalmente aprobó el retiro por parte de la dependencia de la cual es titular.


De tal forma que la exhumación se hizo como una exhumación común, aunque como refirió El Universal, el artículo 33 del reglamento de panteones de Guadalajara hace énfasis en la necesidad de una autorización de la Secretaría de Salud de Jalisco, negando esta última la existencia de tal autorización para el caso Barragán.


Fue así como la actual presidenta de la Comisión Legislativa de Cultura y diputada local por Movimiento Ciudadano, Kehila Kú Escalante, expresó que se debe legislar en la materia, obligando al Congreso a revisar la Ley de Beneméritos, para que sean aclarados este tipo de casos.


Ya que quien finalmente tiene la palabra respecto a la exhumación, por ser la Rotonda un sitio histórico, es el Legislativo.


Anillo de compromiso


El caso se dio a conocer inicialmente en el periódico La Crónica de Hoy Jalisco, luego de que la revista The New Yorker revelara la intención por convertir al icónico artista tapatío en una proposición matrimonial.