Cada 11 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Montañas, y la capital de Nuevo León se distingue precisamente por ser la llamada “Ciudad de las Montañas”, dado su característico asentamiento entre estos relieves naturales.
El origen de esta celebración se remonta a 2002, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró dicho año como Año Internacional de las Montañas.
Es a partir del 2003 cuando se designa el 11 de diciembre como Día Internacional de las Montañas, para resaltar la importancia del desarrollo sostenible de estas formaciones.
Este año, la temática en torno a la fecha fue denominada “Las mujeres mueven montañas”, resaltando el papel que desempeñan las mujeres en la protección del medio ambiente y de desarrollo socioeconómico de las montañas.
Esto debido a que cada vez más mujeres han asumido nuevas funciones como agricultoras, comerciantes, artesanas y líderes comunitarias, ante la migración de los hombres a otros lugares en busca de mejores oportunidades.
En el #DíaInternacionaldelasMontañas reflexionamos sobre la importancia de los bienes naturales como lo son las montañas en nuestro entorno. En ellas se encuentra la mayor parte de flora y fauna de la región, así como el mayor suministro de agua dulce para la población. pic.twitter.com/hqJpASeSfW
— Secretaría de Cultura de Nuevo León (@SCulturaNL) December 11, 2022
Se estima que el 15 por ciento de la población global, más de mil millones de personas, vive en las montañas, además que suministran entre el 60 y 80 por ciento del agua dulce del planeta, de acuerdo a la ONU.
Las montañas en Monterrey
Monterrey es conocida como la Ciudad de las Montañas, ciertamente por estar ubicada en un valle enmarcado de peculiares formaciones y dando paso a diversos asentamientos humanos a lo largo de los años.
Este día tiene como objetivo crear conciencia para proteger las montañas, dando cabida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible ya que constituyen a abastecer de agua, alimentos y energía. pic.twitter.com/EveAPJyRfZ
— Gobierno Monterrey (@mtygob) December 11, 2022
Éstos son visibles principalmente en el Cerro de la Silla, el Cerro de las Mitras, el Cerro del Obispado, el Cerro del Topo Chico y la Sierra Madre Oriental.
“Las montañas juegan un papel muy importante, porque son principalmente una fuente de agua, pues la humedad que viene del Golfo de México se detiene en la Sierra Madre Oriental. Esto hace que se condense el vapor y esa agua es la que estamos consumiendo”, explicó Alfonso Martínez, Secretario del Medio Ambiente de Nuevo León.
Cerro de la Silla
El Cerro de la Silla, la montaña más emblemática de la Sultana del Norte, se distingue por su peculiar formación en la parte superior que asemeja una silla de montar.
#DíaInternacionaldelasMontañas
El Cerro de la Silla, en Monterrey, es una montaña en el sistema de estribaciones de la Sierra Madre Oriental.
¡Nos inspiran las ciudades! pic.twitter.com/wwtDaCWO9G
— LA Network (@La_network) December 11, 2022
Este paraje cuenta con una ruta de senderismo y anteriormente albergaba un teleférico, mismo que fue clausurado a mediados de la década de los sesenta tras una serie de accidentes.
Sierra Madre Oriental
Esta cordillera de mil 300 kilómetros de longitud corre a lo largo de 10 estados, y en la Sultana del Norte destaca por la peculiar forma de “eme” en la parte superior, característica que la ha convertido en una de las postales regias por excelencia.
La Sierra Madre Oriental alberga el Parque Ecológico Chipinque, paraje natural protegido que cuenta con diversos espacios recreativos, rutas de senderismo y miradores que ofrecen una vista espectacular de la metrópoli regia.
Cerro de las Mitras
Ubicado al poniente del área metropolitana, el Cerro de las Mitras es otro punto favorito para los aficionados a los deportes de montaña, ofreciendo diversas rutas con variables grados de dificultad para los escaladores y senderistas.
Cerro del Topo Chico
Rodeado de la mancha urbana en los municipios de Monterrey, San Nicolás de los Garza y Escobedo, el Cerro del Topo Chico fue designado en el año 2000 como área natural protegida estatal.
Esto después que por décadas se extrajeran piedra caliza y mármol de sus laderas, hasta el punto que la operación de las pedreras en la zona tuvo que ser suspendida y trasladada a otros sitios, como la Sierra del Fraile al norte del área metropolitana.