La pandemia por COVID-19 en la Ciudad de México ha traído consigo un repunte del delito de fraude.
Especialistas consideran que los fraudes en la venta de tanques de oxígeno y medicamentos que se han presentado en el mes de enero son un reflejo de una problemática que, conforme avanzó la pandemia, se acrecentó.
Apenas el pasado 1 de febrero, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informó que durante diciembre y enero de 2020 se inhabilitaron mil 200 perfiles en Facebook y 130 páginas electrónicas por venta a sobreprecio de tanques y recargas de oxígeno, así como fraude en la distribución de insumos médicos.
Cifras de la Incidencia Delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) del Gobierno de México revelan que dicho delito se ha incrementado de manera exponencial durante el año pasado en la capital del país.
Según la base de datos consultada, en enero de 2020 se abrieron mil 238 carpetas de investigación por fraude, cifra que aumentó a 14 mil 398 indagatorias para diciembre de 2020.
Lo anterior quiere decir que la comisión del delito de fraude se incrementó para diciembre más de 11 veces respecto al mes de enero.
Las fuentes consultadas atribuyen esta situación a diversos factores como que las ventas por internet y la búsqueda de insumos médicos aumentaron por la contingencia sanitaria.
Aprovechan la necesidad
La pandemia por COVID-19 ha detonado el delito del fraude por las necesidades de compra de las personas, quienes buscan de manera urgente materiales médicos para sus familiares, dice Héctor Segovia Tavera, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle y especialista en temas de seguridad.
En la última semana de diciembre y la primera de enero, en medios de comunicación y también en empresas abastecedores de oxígeno, se empezó a reportar desabasto y filas de hasta tres horas para recargar tanques, por lo cual, dice Segovia Tavera, había quienes lo ofrecían casi al doble de su precio normal.
Cabe señalar que la primera semana de enero de 2021, también fue de las más críticas de la contingencia sanitaria que comenzó oficialmente el 23 de marzo de 2020, ya que se alcanzó la cifra de 6 mil 484 personas hospitalizadas.
Además, usuarios de redes sociales y páginas falsas de Facebook han ofrecido medicamentos para pacientes COVID apócrifos por redes sociales.
“La gente engaña con medicamentos apócrifos que por la necesidad, lo compran pero se llevan la noticia de que no es el que les prometieron o pagan y simplemente ya no los dan”, dice.
Por otra parte, los cierres de actividades no esenciales en marzo, mayo y junio de 2020 así como en el mes de diciembre pasado por la nueva declaratoria del color rojo en el semáforo epidemiológico, han hecho que las capitalinos compren más por internet, lo que también ha repercutido en el aumento del delito del fraude.
“Muchas personas están en home office y por el cierre de negocios, la mejor forma de comprar es de manera digital, tanto a negocios como personas, el problema, es que muchas veces el producto no llega como se pide, llega incompleto o no es el que se compró y esto también es un fraude”, explica.
Por último, Segovia Tavera indica que las autoridades están limitadas en la persecución del fraude, especialmente en el que se hace por redes sociales, debido a los requisitos para iniciar carpetas de investigación.
“Cuando alguien llega y levanta una denuncia por fraude, le piden el nombre y dirección de quien supuestamente cometió el crimen, pero si es por internet, el involucrado no tiene domicilio y seguramente tampoco su nombre es real”, comenta respecto a las dificultades para indagar y sancionar el ilícito.
Control para reducir el fraude
Reducir el número de contagios y las hospitalizaciones es necesario para disminuir el fraude, considera Ramón Celaya Gamboa, especialista en inteligencia y procesos de seguridad.
“Conforme se vaya controlando la pandemia y avance la aplicación de las vacunas, veremos una reducción de la incidencia”, señala.
Las necesidades de la pandemia hacen que la ciudadanía sea más vulnerable al fraude, por lo que en cuanto disminuyan los casos de COVID-19 y tanto oxígeno como medicamentos no tengan una demanda alta, también el ilícito irá en decremento.
“En cuanto se empiece a controlar la pandemia y se vuelva a la cotidianeidad, va a haber un cambio porque la gente ya no será una víctima fácil porque habrá otra dinámica de compra y no será tan fácil que caiga en este tipo de delitos”, dice.
No obstante, tiene que haber mayor coordinación entre la Fiscalía General de la ciudad, la Policía Cibernética y la Profeco para contener al delito en el corto plazo.
“Antes de que haya un control de la pandemia se necesita aplicar una estrategia de contención. Debe haber una mayor eficacia de las autoridades y la policía, porque si no va a seguir ocurriendo, porque actualmente hay impunidad y los delincuentes saben que no pasa nada”, señala.
Celaya Gamboa detalla que la coordinación entre las autoridades puede lograr que quienes cometan fraudes por internet, no solo sean sancionados con la suspensión de su página de Facebook o perfil, sino que enfrenten procesos penales.