Un quiropráctico de origen peruano fue detenido en aquel país por la Interpool, en colaboración con autoridades mexicanas, al ser acusado por el delito de abuso sexual contra una mujer durante una de sus terapias en un consultorio ubicado en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
Abel David, de 57 años de edad, fue extraditado a México donde la Fiscalía General de la República finalmente lo entregó a la Fiscalía de Justicia de Nuevo León para que responda por los hechos ocurridos el pasado 29 de junio de 2022.
La autoridad informó que ese día, la víctima acudió al consultorio del quiropráctico peruano para ser sometida a una terapia para una corrección de coxis, pero durante la sesión el hombre refería que dichas lesiones se producían por falta de actividad sexual y le hacía comentarios de índole sexual.
En ese momento, Abel David abusó sexualmente de la mujer, quien como pudo logró salir del consultorio ubicado en calles de la colonia Contry al sur de Monterrey, y pidió auxilio. Tras los hechos, el quiropráctico huyó a Perú donde fue detenido.
Finalmente, el hombre originario de Lima, Perú, fue recluido en el Centro de Reinserción Social número 01 Norte, ubicado en el municipio de Apodaca, por el delito de equiparable a la violación.
Dan 34 años de cárcel a hombre por trata de personas y pornografía infantil
Un hombre fue sentenciado a más de 34 años de cárcel en Nuevo León tras ser encontrado culpable de trata de personas y delitos sexuales contra una menor de edad, hechos registrados en el año 2017 y que se extendieron hasta el 2020.
La Fiscalía de Justicia, por conducto de la Fiscalía Especializada en Feminicidios y Delitos contra las Mujeres, integró una carpeta de investigación y mostró evidencias suficientes contra Ulises Gregorio “N”, a quien un juez lo sentenció a 34 años 6 meses y 3 días de prisión.
Él fue señalado de los delitos de violación, trata de personas en modalidad de pornografía infantil y corrupción de menores. Estos delitos fueron ejercidos desde el año 2017 en contra de una víctima de 14 años de edad, a la que indujo a realizar actos sexuales que videograbó y comercializó a través de un sitio de internet con contenido pornográfico.
Estos hechos se extendieron hasta el año 2020, ya que Ulises Gregorio “N” mantuvo amenazada a su víctima para que participara en más grabaciones.
Además de la condena en prisión, el juez decretó el pago de una multa por los delitos cometidos, el tratamiento psicológico de la víctima y la destrucción del referido material de explotación sexual.
