Después de una búsqueda que se había prolongado más de un mes, la madrugada de hoy detuvieron al exalcalde de Iguala, José Luis Abarca y a su esposa María de los Ángeles Pineda en una casa de un barrio popular en la delegación Iztapalapa, en la Ciudad de México.
Ahora los detenidos están declarando en la SEIDO de la PGR de la capital, a donde fueron trasladados después de la captura que realizó un grupo de élite de la Policía Federal. Abarca y Pineda están acusados de dar la orden a la Policía Municipal de contener a los normalistas que llegaron a Iguala el pasado 26 de septiembre.
Esta orden derivó en la muerte de al menos seis personas y la desaparición de 43 estudiantes.
Hasta ahora, los cargos sobre el exedil, prófugo desde principios de octubre, son por el delito de homicidio calificado y tentativa de homicidio. Hay además tres órdenes de aprehensión con contra de él y su esposa, todas relacionadas con los hechos de septiembre en los que policías municipales de Iguala dispararon contra los autobuses en donde se trasladaban los normalistas.
El Reforma publicó que uno de los líderes del cártel Guerreros Unidos confesó que todos los estudiantes fueron ejecutados y sus cuerpos se encuentran en una fosa entre Iguala y Cocula. Los hechos no se han confirmado aún por las autoridades.
Las investigaciones de la Policía Federal indican que los municipales de Cocula entregaron a los estudiantes a Guerreros Unidos, cártel dirigido por familiares de la esposa de Abarca.
Quien fuera secretario de Seguridad Pública de Iguala, Felipe Flores Velázquez, también tiene orden de aprehensión y se mantiene prófugo.
En entrevistas a medios televisivos y radiofónicos, Rogelio Ortega, gobernador sustituto de Guerrero, dijo que la detención de Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda, es un triunfo del trabajo de las policías federales y que los detenidos darán pistas sobre la ubicación de normalistas.
Ortega dijo que la pareja sería responsable de tener una policía infiltrada por la delincuencia organizada.
“Seguramente conocen quiénes son los principales dirigentes y dónde se esconden, dónde refugian, quienes forman parte de esta organización del crimen vinculada al narcotráfico”, señaló.
El mandatario indicó que aún existe la esperanza de encontrar vivos a los normalistas, aunque los 60 detenidos hasta ahora no han logrado dar pistas para resolver la búsqueda.
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