En el Seminario sobre Violencia y Paz, el investigador en temas de seguridad, Raúl Benítez Manaut, consideró que la detención del exjefe del Ejército Salvador Cienfuegos en Estados Unidos muestra que el Estado mexicano se encuentra en una crisis por la penetración del crimen organizado en su estructura.
En la sesión titulada “La DEA y Cienfuegos”, organizada por el Colegio de México, el también presidente del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia expresó que mientras se desarrolla el juicio en contra del extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para determinar si es inocente o culpable, habrá un deterioro institucional por la desconfianza en el Ejército.
“En el Estado mexicano lo que tenemos es que la transición a la democracia abierta en los años 90 está en una crisis tremenda y parte de esa crisis se debe a la capacidad de penetración del crimen organizado en la vida estatal, social y política del país”, dijo el investigador.
Benítez Manaut detalló también que en México existe una ausencia de rendición de cuentas real y en los mecanismos de transparencia para vigilar las actividades, estrategias y finanzas de los altos funcionarios de la administración pública, lo que catalogó como un “cáncer político”.
Una de sus propuestas es eliminar la Secretaría de la Función Pública (SFP) por su incapacidad de detectar la intrusión del crimen organizado en la élite superior del Estado y las gubernaturas.
“El presidente López Obrador lo reconoció públicamente en la mañanera del viernes 16 de octubre pasado cuando afirmó que no existía ninguna investigación abierta sobre el general Cienfuegos, ¿qué quiere decir? Que a los secretarios de Estado no se les investiga simplemente”, agregó.
A futuro, explicó Benítez Manaut, las instituciones encargadas de la defensa en el país deberán trabajar en una “terapia de reconstrucción” que permita recuperar la confianza de la sociedad y la de otros países con los que México coopere para el desmantelamiento del crimen.
También consideró que la competencia interinstitucional será muy importante para salir adelante, ya que mientras la Sedena atraviese por este episodio de acusaciones a Cienfuegos, la Guardia Nacional o la Marina podrán balancear el desprestigio hacia ese brazo de las Fuerzas Armadas.
Cooperación bilateral rota
El politólogo Carlos Pérez Ricart estableció hipótesis sobre la falta de coordinación entre la Administración de Control de Drogas (DEA) estadounidense y las autoridades mexicanas.
“Los mecanismos actuales de cooperación bilateral en materia de seguridad están rotos, completamente rebasados. El Departamento de Justicia prefirió aguantar 14 meses una orden de captura que acudir a un proceso de extradición o pedirle a la Fiscalía que abriera su propia carpeta de investigación”, mencionó.
Entre las razones que el especialista expuso, se encuentra la falta de confianza de la autoridad estadounidense hacia la mexicana, la cual se debe al contexto de impunidad, ya que hubiera sido impensable que la justicia en México investigara a Cienfuegos, lo enjuiciara y después extraditara al país del norte.
Otra de sus consideraciones es que la DEA está molesta con la política del actual gobierno mexicano que se ha alejado de la política aperturista que hubo en la gestión de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto con respecto a la acción de esa agencia en México, además de la reducción en las incautaciones de droga o la destrucción de plantíos.
Esta falta de actuación para combatir el narcotráfico desgastó los vínculos entre la Administración de Control de Drogas y las autoridades mexicanas, sostuvo Pérez Ricart.