Opioides al mercado negro
El robo o desaparición de los medicamentos conocidos como opioides, de gran demanda entre los usuarios de drogas en Estados Unidos y su mercado negro, no solo sucede en aquel país, también está ocurriendo en Jalisco y otras entidades federativas, si bien a menor escala.
Los mecanismos de los que dispone la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), para detectar y rastrear los medicamentos opioides que son desviados de su uso legal, no son tan amplios como los del Gobierno de EU, pero sí le permiten contar con algunos registros.
Luis Herrera
El robo o desaparición de los medicamentos conocidos como opioides, de gran demanda entre los usuarios de drogas en Estados Unidos y su mercado negro, no solo sucede en aquel país, también está ocurriendo en Jalisco y otras entidades federativas, si bien a menor escala.
Los mecanismos de los que dispone la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), para detectar y rastrear los medicamentos opioides que son desviados de su uso legal, no son tan amplios como los del Gobierno de EU, pero sí le permiten contar con algunos registros.
De 2011 a octubre de 2016 la Cofepris tuvo conocimiento de 61 hechos de desaparición o sustracción de medicamentos opioides en el país, donde consta la pérdida de 6 mil 380 piezas con distintas presentaciones (cada una puede contener, por ejemplo, 30 tabletas o cinco ámpulas, etc), además de no menos de 25 mil píldoras.
Tres de estos reportes de desvío o actividad irregular se emitieron desde Jalisco, por la firma de distribución Nadro, que se describe como un eslabón entre los laboratorios y las farmacias.
Estos registros de Cofepris consideran a toda la cadena alrededor de los opioides –esto es, las medicinas derivadas del opio y los compuestos sintéticos con efectos similares, como el fentanilo-, desde su importación, producción, distribución, comercialización y uso en centros de salud.
El primero de los reportes de desvío de Jalisco data del 7 de junio de 2012, y ocurrió en Guadalajara, donde Nadro tiene oficinas en San Isidro Oblatos, con una pieza de brospina inyectable, lo que fue registrado con la clave 143300320×0021.
El segundo es del 7 de marzo de 2014, por la desaparición en Lagos de Moreno de seis piezas del medicamento Temgesic, en forma inyectable, con la clave 143300320×0023; y el tercero, del 21 de julio de 2014, por la sustracción en Ixtlahuacán del Rio de una pieza del medicamento Qual, y número 143300320×0082.
El atraco
Además de los tres casos anteriores, la Cofepris tiene conocimiento de un atraco de medicamentos opioides cometido en Jalisco, aunque reportado por una firma asentada en Huejotzingo, Puebla, a saber, Janssen-Cilag, todo según los archivos a los que dio acceso con el recurso de revisión RRA 3861-16.
El hecho se notificó el 19 de diciembre de 2014 con la clave 153300320×0001, pero el hurto se había dado en abril, según el documento dirigido a la Cofepris, que dice:
“Nos dirigimos respetuosamente a usted y a esta H. Comisión para informar un robo de medicamento, propiedad de nuestra compañía. Dicho evento ocurrió en la carretera a Chapala, Jalisco, el día 3 de abril de 2014, durante el traslado hacia el distribuidor. Cabe señalar que la denuncia del hecho fue levantada por el transportista ante la autoridad correspondiente”.
El documento de la empresa señala que le robaron 160 piezas de Tylex CD, lo que dio pie a la averiguación 3612/2014, e incluye “la evidencia de la comunicación a clientes, distribuidores y minoristas en la que se les informó la cantidad de piezas robadas, nombre comercial, número de lote y fecha de caducidad, como actividad preventiva de la venta ilícita de los productos robados”.
A la buena voluntad
En México la legislación coloca en las instituciones privadas y públicas la responsabilidad de notificar a la Secretaría de Salud, a través de la Cofepris, cualquier desaparición o anomalía con sus medicamentos, en los que se sospeche que existe un desvío de su fin legal.
Así que la Cofepris depende de que dichas instituciones no sean omisas y emitan los llamados “Avisos de desvío o actividad irregular de materia prima, fármacos o medicamentos que sean o contengan estupefacientes o psicotrópicos”.
Lo dice el Reglamento de Insumos para la Salud, artículo 60: “Los propietarios o los responsables de Establecimientos que intervengan en el proceso, importación y exportación de medicamentos que sean o contengan estupefacientes o psicotrópicos deberán dar aviso inmediato por escrito a la Secretaría de actividades que involucren volumen extraordinario, desaparición significativa o cualquier circunstancia en las que se tengan motivos fundados para considerar que pueda haber desvío de dichas sustancias”.
En Estados Unidos, ante lo preciado de los opioides en el mercado negro, opera el Programa de Monitoreo de Drogas de Prescripción con bases de datos interestatales y compartidas por la comunidad médica y sus fuerzas de seguridad, para detectar estos desvíos, de acuerdo con la Administración para el Control de Drogas (DEA).
De ahí que la DEA sepa con precisión que en 2015 en ese país se “perdieron” de toda la cadena regular 9.1 millones de dosis de opioides, cifra estratosférica aunque menor al 1 por ciento del volumen legal.
La DEA tiene incluso un escuadrón táctico para perseguir exclusivamente estos desvíos y no es para menos: en 2014, 25 mil 760 personas murieron por sobredosis con medicamentos opioides, muy por delante de las causadas por heroína (10 mil 574) y cocaína (5 mil 415).
Las fugas
De los 61 avisos de desvío de opioides, 50 fueron transparentados por Cofepris en los siguientes estados:
Entidad Casos
CDMX 17
Michoacán 8
Puebla 8
Guanajuato 5
Nuevo León 4
Jalisco 3
Baja California 2
Sinaloa 1
Chihuahua 1
Estado de México 1
Robos en Jalisco
Los reportes de desvío de opioides en la entidad:
>> 7 de marzo de 2014, Lagos de Moreno
Seis piezas del medicamento Temgesic, en forma inyectable, con la clave 143300320×0023.
>> 21 de julio de 2014, Ixtlahuacán del Rio
Una pieza del medicamento Qual, número de registro 143300320×0082.
>> 7 de junio de 2012, Guadalajara
Una pieza de brospina inyectable, desvío registrado por Cofepris con la clave 143300320×0021.
Método falible
Hay rasgos que evidencian que el mecanismo de seguimiento de Cofepris sobre los desvíos de opioides es falible y muy limitado en sus alcances.
Por ejemplo, de todos los 61 hechos de desaparición o desvío de opioides que registró en el país, solo en dos consta que fueron reportados por un ente público: el Hospital Regional Adolfo López Mateos del ISSSTE, pero no hay uno más de este Instituto, o del IMSS, pese a su presencia nacional, o de los Estados y Municipios.
Al mismo tiempo, el Hospital Civil de Guadalajara ha reconocido que entre 2015 y septiembre de 2016 registró 19 robos de opioides, incluyendo fentanilo (folio de transparencia 02940116), pero ninguno consta en los archivos de Cofepris.