Desequilibrio presupuestario por austeridad republicana
La austeridad republicana implementada por la actual administración ha sido blanco de innumerables críticas, sin embargo, para el 2020, el Gobierno federal tiene la oportunidad de ajustar el dinero que se destinará a cada secretaría para atender los principales problemas que aquejan al país
Imelda GarcíaEl Gobierno federal estableció como una de sus prioridades tener una administración en austeridad que redujera el gasto público al mínimo indispensable. Hoy, esa política puede estar obstaculizando las tareas que hacen funcional al gobierno.
Analistas coinciden en que, al no ser bien planeados, los ahorros de la actual Administración están pegando directo en el corazón de diversas actividades e instituciones del Estado.
Mucho se ha presumido que la cantidad de dinero ahorrada por la austeridad republicana es de más de 113 mil millones de pesos, la cifra podría multiplicarse a fin de año, aunque no precisamente producto de un plan de ahorro, sino de subejercicios en las dependencias, lo que volvería “artificial” esta austeridad.
Desde el Gobierno federal también se ha dicho que cada año habrá ahorros millonarios, no obstante, expertos consideran que estas cifras no volverán a verse en otro momento del sexenio, pues ya no habrá de dónde recortar.
Todavía para el ejercicio del 2019, la nueva Administración tuvo que trabajar con el gobierno anterior para diseñar el gasto.
En la Administración federal y en la Cámara de Diputados ya se preparan para diseñar el siguiente Presupuesto de Egresos de la Federación, en el que deberán venir ya reflejados los ahorros, la manera en que se harán llegar los ingresos y cómo se gastarán.
De acuerdo con diversos análisis financieros, es necesario que el gobierno reactive su gasto para mover la economía.
Esta petición ha provenido, incluso, del presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, el morenista Alfonso Ramírez Cuéllar, quien ha solicitado al Gobierno federal liberar el gasto aprobado por los legisla dores para estimular la economía.
“Uno de sus grandes retos (del nuevo secretario de Hacienda, Arturo Herrera) es convocar a un gran acuerdo entre todos los sectores sociales y productivos del país, con el propósito de que elevemos de manera sustancial el gasto del próximo año.
“Que atendamos en forma creciente un sistema de salud desmantelado por las anteriores administraciones, un sistema educativo también con muchas carencias y generemos mayores inversiones en toda el área de comunicaciones.
El del 2020 será el primer Presupuesto de Egresos de la llamada Cuarta Transformación.
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Año de ajustes y ahorros por la austeridad
El 2019 servirá para ajustar el presupuesto a las necesidades y proyectos del nuevo régimen.
La cifra de ahorros por las políticas de austeridad ya se cuenta por miles de millones de pesos.
De acuerdo con un documento dado a conocer por la propia Presidencia de la República, los ahorros habrían sido producto de la reducción o cancelación de compras y contratos, rubro en el que se ahorraron 95 mil 314 millones de pesos; de la consolidación de compras, por la que hubo ahorros de 3 mil 785 millones; y de la cancelación de los contratos de seguros para los servidores públicos, con lo que se ahorraron 13 mil 986 millones de pesos.
Sin embargo, si se revisa con lupa el gasto que se ha ejercido en los primeros meses de este año, se verá que han habido ahorros también en la aplicación del gasto.
De acuerdo con el reporte de Información de Finanzas Públicas y Deuda Pública de enero a mayo del 2019, entregado por la Secretaría de Hacienda al Congreso de la Unión, el Gobierno federal ha tenido ahorros por 30 mil 480 millones de pesos, comparativamente al año pasado.
Mientras que a mayo del 2018 la Administración de Enrique Peña Nieto ya había entregado a las dependencias de gobierno un total de un billón 622 mil 633 millones de pesos, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se han gastado un billón 592 mil 153 millones de pesos; esto es, un 5.8 por ciento menos.
Aunque en promedio no parece mucho, algunas dependencias han tenido un recorte millonario en los hechos comparado con el año pasado.
La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano fue otra de las que ha tenido una disminución considerable comparado con el 2018.
La reducción en el dinero recibido en los primeros cinco meses del año ha sido del 74 por ciento. En el mismo periodo del 2018, dicha dependencia había recibido ya 9 mil 275 millones de pesos; con el gobierno del presidente López Obrador solo ha accedido a 2 mil 516 millones.
La tercera reducción más pronunciada ha sido a la Secretaría de Economía, que ha recibido un 62 por ciento menos comparado con los meses de enero y mayo del año pasado.
A estas fechas del 2018, esta dependencia ya había accedido a 5 mil 122 millones de pesos; ahora, solo ha obtenido 2 mil 23 millones.
La disminución en la entrega de recursos no ha sido uniforme para todas las secretarías de Estado. Mientras algunas han dejado de recibir cientos de millones de pesos, otras han incrementado sus recursos exponencialmente.
El caso más simbólico es el de la Secretaría de Energía, cuyo presupuesto entregado por la Administración central ha aumentado en un 457 por ciento.
Durante el periodo de enero a mayo del 2018, Energía había accedido a 4 mil 225 millones de pesos; en 2019, sus recursos rebasaron los 24 mil 561 millones de pesos.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social también ha recibido más recursos que en los mismos meses del 2018, con un incremento del 98.4 por ciento pasando de los mil 754 millones de pesos a los 3 mil 627 millones.
Los cambios en la forma de distribuir y ejercer el dinero público tuvieron en este 2019 la oportunidad de asentarse a la manera del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para la elaboración del nuevo Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, que deberá presentarse a más tardar el próximo 8 de septiembre, la Secretaría de Hacienda debe tener ya una idea clara de a dónde enviar el gasto público.
El del 2020 podría ser el primer presupuesto de la Nación en el que el presidente tendrá un cheque en blanco, al poder definir por decreto el cambio de destino del gasto público.
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Estado comprometido
Expertos aseguran que, tal como se han llevado a cabo las acciones en pro de la austeridad en el Gobierno federal, se ha provocado un adelgazamiento del Estado que deja en la indefensión justamente a quienes dice defender
Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, expone que para saber si las medidas de austeridad han dejado verdaderos ahorros es necesario medir el cumplimiento de metas de la labor gubernamental.
“El ahorro debe ser lo que sobra después de que cumples tus metas. Tú conseguiste tus objetivos y tuviste suficiente y requeriste menos recursos. Eso quiere decir que fuiste más eficiente para lograr el mismo resultado que tú te habías planteado.
“Cuando tú en realidad lo que haces es cumplir una meta menor y decir: en lugar de atender en el sistema de salud a 20 millones de personas, atendí a 15 millones y dejé a 5 millones sin atención, eso en realidad no es un ahorro, es un recorte de gasto”, expone en entrevista.
Más bien, señala, se trata de un sacrificio para tener ahorros, el cual es necesario para mantener las finanzas equilibradas. “No hay que llamarle como no es; o sea, esto ahorita, no es un ahorro”, sentencia.
Campos señala que se sabrá si realmente hubo ahorros por las políticas de austeridad hasta el próximo año, una vez que se sepa si se gastó el dinero en lo que estaba programado y se cumplieron las metas trazadas porque, ahora, el dinero que se ha ahorrado puede ser producto de un subejercicio de las secretarías.
Para Leonardo Núñez, especialista en temas presupuestarios e investigador de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, el recorte al gasto público se está haciendo de forma indiscriminada, lo que ya ha despertado quejas que, incluso, han provocado que se regrese dinero a programas que se habían cancelado.
“De los recortes que nos hemos enterado ha sido por la capacidad de movilización para visibilizarlos; pero como esos, están pasando muchos recortes en otras áreas porque se está haciendo una versión de austeridad miope”, comenta Núñez, en entrevista.
Al llevarlo a cabo sin un estudio previo y sin planeación, el problema más grande que enfrenta la Administración del presidente López Obrador es que su gobierno deje de ser funcional y termine afectado a quien dice defender.
“Si en el proceso conviertes al Estado en una máquina ineficiente, de nada va a servir que una persona tenga 800 pesos cada mes si tiene a un niño —que fue el apoyo que se dio en lugar de las estancias infantiles—, si alrededor no hay ninguna institución que sirva, si la institución ahora es privada y la persona tendrá que arreglárselas como pueda. Creo que eso es mucho peor a una estancia en la que el Estado se hace cargo.
De nada nos va a servir tener niños con dinero porque tienen una beca universal Benito Juárez porque están estudiando. Si están en una escuela en la que no hay calidad educativa o con maestros que faltan o que no están capacitados o con infraestructura deficiente, de nada ayuda”, considera.
Para Núñez, las políticas del gobierno del presidente López Obrador son más neoliberales que las de sus predecesores.
“Creo que se compromete la funcionalidad del Estado. El Estado se está adelgazando tal vez de un modo que ni el neoliberal más radical hubiera imaginado posible, porque esto es un adelgazamiento absoluto del Estado, que es la premisa fundamental del neoliberalismo.
“Estamos ante un panorama, por decir lo menos, trágico y complicado, porque la Oposición claramente está pulverizada y por eso en este proceso estamos viendo tantos conflictos, porque no hay una dirección clara”, dice Núñez.
Ambos especialistas coinciden en que es urgente llevar un análisis detallado de las áreas susceptibles de ahorro de cara al Presupuesto de Egresos del 2020 para evitar afectaciones al propio gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.