El Bajío, en el municipio de Zapopan, es una de las principales áreas de recarga de los acuíferos de la metrópoli. Foto: Especial

Descubrimiento en Jalisco: identifican nuevas zonas de recarga de acuíferos

Las autoridades detectaron siete zonas de hidrología subterránea en la capital jalisciense, lo que puede beneficiar a miles de personas que están fuera de la cobertura del sistema de agua potable

Con el objetivo de avanzar hacia una gestión sostenible del agua subterránea en el Área Metropolitana de Guadalajara, el Instituto de Planeación y Gestión del Desarrollo identificó, mediante un estudio, siete zonas de la conurbación que resultan fundamentales para la recarga de los acuíferos con que cuenta la ciudad.

De acuerdo con la información de las autoridades, poco más de 1 millón de habitantes de la metrópoli aún está fuera de la cobertura del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), lo que significa que el agua que consumen proviene de los acuíferos de la ciudad.

Por ello, con la consideración que el abasto de agua para una quinta parte de la población de la metrópoli depende de los acuíferos, el Instituto de Planeación y Gestión del Desarrollo del Área Metropolitana de Guadalajara (Imeplan) publicó el “Estudio de Hidrología Subterránea en el Área Metropolitana de Guadalajara (2023)”.

En el documento se lee que “en el contexto del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), gran parte de la población depende directamente del abastecimiento del agua subterránea, y se evidencian deficiencias en la gestión de dicho recurso. El crecimiento demográfico y económico ha incrementado la demanda de agua, lo que a su vez ha contribuido al aumento de la escasez de este recurso, planteando un futuro preocupante”.

La elaboración del estudio incluyó como uno de sus componentes la obtención del “mapa de recarga relativa del área metropolitana”, para clasificar el territorio de la metrópoli de acuerdo con la capacidad de infiltración de sus suelos.

“En la zona urbana del AMG la recarga está principalmente categorizada como ‘moderada’ con algunas áreas de ‘alta’ y ‘muy alta’. Esto se debe a que la mancha urbana del AMG se encuentra en una región con litología de Toba, una roca altamente porosa y permeable, teniendo capacidad de almacenar y transportar grandes cantidades de agua. Aunado a esto, la textura del suelo en gran parte del área urbana es ‘gruesa’, lo cual aumenta la capacidad de infiltración”, se indica.

No obstante, en el documento se advierte enseguida que “se debe tener en cuenta que la mayoría del área urbana se encuentra asfaltada, por lo que la infiltración se puede ver afectada negativamente”.

Con este “mapa de recarga relativa del área metropolitana”, sin embargo, que utilizó una escala de cinco niveles para clasificar la capacidad de infiltración de agua del territorio metropolitano (“poco significativa”, “baja”, “moderada”, “alta” y “muy alta”), pudieron detectarse esos siete polígonos en la conurbación que deben protegerse, ya que desempeñan una función trascendental para el sostenimiento de los acuíferos de la ciudad.

“Se identificaron siete zonas relevantes de recarga (…): (1) El Bajío, (2) Parque Colomos, (3) Parque Tucson, (4) Zona de Tesistán, (5) El área de la Cuenca del Chicalote, (6) Zona de El Salto – El Ahogado – Juanacatlán y (7) Parque solidaridad”.

El Bajío, zona de recarga, padece presión inmobiliaria

Mediante su estudio, el Imeplan confirmó que la zona de El Bajío, en el municipio de Zapopan, y que se encuentra bajo una gran presión inmobiliaria por su ubicación privilegiada y porque alberga el complejo de la Villa Panamericana, es una de las principales áreas de recarga de los acuíferos de la metrópoli.

Dice al respecto el documento: “En la Zona 1 (…), situada al noreste del Bosque de La Primavera, se identifican dos extensas áreas con recarga catalogadas como ‘Alta’ y ‘Muy alta’: el sector del Bajío y el Parque Metropolitano. En el área del Bajío, junto con el ANP Bosque de La Primavera, se presentan regiones con recarga ‘Muy alta’, coincidiendo con las zonas de uso forestal, agrícola y vegetación intraurbana. Por otro lado, el Parque Metropolitano es otra zona de recarga ‘Muy alta’, caracterizada principalmente por su uso de suelo como vegetación intraurbana”.

El Bajío es zona vecina directa del Bosque La Primavera, el principal pulmón de la ciudad; sin embargo, la llegada de desarrollos inmobiliarios como el estadio de las Chivas y la Villa Panamericana –convertida ya en un inmueble habitacional-, ha ido alterando drásticamente sus condiciones naturales.

El 3 de septiembre de 2019 el Gobierno de Jalisco anunció que había decretado como Zona de Recuperación Ambiental a El Bajío para garantizar su conservación; sin embargo, la medida desató una guerra jurídica de los propietarios y desarrolladores con intereses en el área. Aquel día, la autoridad estatal expuso:

“El polígono protegido por el decreto incluye un total de 980 hectáreas, de las cuales 315 ya están urbanizadas o con derechos para urbanizarse desde hace muchos años. Las Villas Panamericanas, con una superficie de 16 hectáreas, forman parte de esta última categoría”.

Sobreexplotación de acuíferos: un peligro latente

En el Área Metropolitana de Guadalajara confluyen seis acuíferos, con estas denominaciones: “Altos Jalisco”, “Atemajac”, “Toluquilla”, “Cajititlán”, “Arenal”, y “San Isidro”; sin embargo, el estudio del Imeplan advierte sobre la condición de sobreexplotación y falta de disponibilidad de agua en que se encuentran.

Así se apunta en el documento: “Las actividades principales a las que se destina el agua extraída son actividades agrícolas, servicios urbanos, domésticos e industriales entre otros. Se resalta que 4 están en situación de sobreexplotados y ninguno cuenta con disponibilidad. Esta situación es preocupante, ya que indica que para el área de interés (el AMG) existe un déficit general, lo cual significa que es una zona altamente sobreexplotada y no deberían otorgarse concesiones para su aprovechamiento”.

En el caso del acuífero de “Toluquilla”, que comprende casi una quinta parte de todo el territorio metropolitano (18.0 por ciento), la situación de sobreexplotación a la que se le ha sometido es particularmente grave: “En algunos casos, como el acuífero de Toluquilla, se deben reducir las concesiones otorgadas, pues no debe permitirse una sobreexplotación de ningún tipo, y menos en los casos que la extracción es más del doble de la recarga”.

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