Tiene un adeudo de más de 100 millones de pesos por contraprestaciones no liquidadas
Pérez Bernal dice que en ningún momento recibió utilidades de esa empresa y que su error ha sido no darse de baja de esa sociedad
A la vez que integrantes de la vieja cúpula visitaron el Comité Directivo Estatal y el presidente del Comité Municipal regio retomaba su puesto, en el Congreso los priistas lanzaron la primera “piedra” contra la empresa Taxis Excelencia.
Es decir, cuando la dirigencia entró en control de daños, por otro lado el PRI atacaba a su dirigente a raíz de la sociedad de José Alfredo Pérez Bernal en la polémica empresa que da servicio de taxis en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
En medio de renuncias de dos diputados albiazules y la del exsenador y de la vieja cúpula, Fernando Elizondo, así como la impugnación contra la elección del nuevo dirigente municipal del PAN regio, ayer la dirigencia trataba de retomar las riendas de su partido.
Pero en el Congreso del Estado los priistas llevaron el tema de la empresa Taxis Excelencia a la tribuna, donde son socios el dirigente estatal de ese partido, José Alfredo Pérez Bernal, y el exalcalde regio Felipe de Jesús Cantú.
Primero fue el diputado Carlos Barona, quien tocó el tema en tribuna y pidió que Pérez Bernal aclarara su sociedad en Taxis Excelencia.
Empezó su tema diciendo: “Con lo que queda del PAN…”.
Pero los diputados panistas Enrique Barrios, Alfredo Rodríguez, líder la bancada, y Juan Carlos Ruiz, defendieron a su dirigente y lanzaron una crítica al padre del gobernador, a quien mencionaron que tiene negocios en Texas que fueron publicados por Reporte Indigo.
El legislador priista Daniel Torres mostró un logotipo del PAN impreso en una página, con el efecto de que se estaba desmoronando.
Por su parte, el dirigente estatal del PAN, Pérez Bernal, dijo a Reporte Indigo que en ningún momento recibió utilidades de esa empresa y que su error, ha sido no darse de baja de esa sociedad.
Esta polémica se da luego de que Reporte Indigo publicó el viernes pasado que el dirigente panista, Pérez Bernal, y el exalcalde de Monterrey, Felipe de Jesús Cantú, aparecen como socios de la empresa de taxis.
Taxis Excelencia, que da servicio en la terminal aérea de la Ciudad de México, enfrenta una polémica por la falta de pagos a proveedores y el asesinato de su dueño original, precisamente el día que un grupo de panistas adquirió las acciones.
Tiene un adeudo de más de 100 millones de pesos por contraprestaciones no liquidadas, pero la empresa no ha visto afectadas sus operaciones.
La semana pasada el director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Gilberto López Meyer, apuntó hacia la Secretaría de Comunicaciones y Transportes como la dependencia facultada para poner orden en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
En una carta enviada a las asociaciones de taxistas que acusaron trato preferencial a al Sitio Excelencia por un contrato firmado entre el director comercial del AICM, Rafael Castro y la empresa conformada por un grupo de panistas.
López Meyer advierte que en el ámbito de sus facultades como presidente suplente del Consejo de Administración de la terminal aérea actuará en consecuencia.
Sin embargo, también argumenta que sus alcances no son para sancionar, en caso de que haya una irregularidad, y que en todo caso para eso tendrá que ser la autoridad competente.
Esa autoridad es la Subsecretaría de Transportes a cargo de Carlos Almada.
La misma que ha ignorado desde hace casi un año el adeudo de 100 millones de pesos que Excelencia tiene con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Y que a pesar de que ya se les había negado el permiso para que siguieran operando consintió que Excelencia siga siendo permisionaria y pueda ofrecer el servicio de taxi desde y hacia el aeropuerto.
El Consejo de Administración del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México fue tratado como objeto decorativo por las autoridades del AICM.
Rafael Castro González, director comercial, fue quien sin tener las facultades otorgó crédito a un adeudo que tenía la empresa Taxis Excelencia, por casi 100 millones de pesos, sin consultar al Consejo del aeropuerto.
También se desistió, como apoderado y otra vez sin la capacidad legal, de la larga lista de demandas en contra de ese prestador de servicios que ahora se sabe es propiedad de un grupo de panistas.
Además Castro González no avisó al Consejo sobre el convenio comercial que supera los 250 mil dólares como lo establecen los estatutos sociales del AICM.
El 5 de agosto del 2013 el funcionario firmó ese documento y fue hasta el 5 de diciembre cuando intentaron llevarlo al Consejo de Administración pero finalmente su intentona falló.
Cuatro meses después de firmado el acuerdo con el consorcio de taxis fue cuando finalmente la dirección comercial decidió someterlo a la opinión de la autoridad facultada para hacer este tipo de tratos.
Se elaboró la minuta y se incluyó en decenas de carpetas. Misteriosamente el punto no se tocó.
Fuentes del Consejo de Administración aseguran que lo que falló fue el cabildeo previo y ante una inminente negativa decidieron postergar la presentación.
