Como muestra de la disposición que tienen para resolver el conflicto y “para evitar la polarización de la comunidad universitaria”, el grupo de jóvenes que mantenía tomada la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desde el pasado 19 de abril, desalojó las instalaciones ayer por la mañana.
A 12 días de que iniciara su protesta, las autoridades universitarias llegaron a un acuerdo con los estudiantes inconformes, con quienes establecerán una mesa de diálogo el próximo 9 de mayo para hablar sobre la reforma al plan de estudios del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH).
Uno de los encapuchados mencionó que la actuación de los estudiantes del CCH , responsables de la toma de rectoría, no es por la expulsión de sus compañeros del plantel Naucalpan, sino por “la imposición de la llamada reforma de los 12 puntos y la negativa por parte de las autoridades competentes de dar una solución al conflicto que esta ocasionó”.
El desalojo se dio después de que la UNAM emitiera una carta la madrugada del miércoles, en la que los exhortaba a entregar las instalaciones y a cambio les ofreció la mesa de diálogo y no profundizar en el problema.
Por su parte, el rector José Narro Robles anunció que la universidad aceptará el diálogo solo con gente identificada y con quienes acepten el más amplio debate de los asuntos internos que preocupan, en específico el nuevo plan de estudios del CCH.
En una conferencia de prensa ofrecida después de la liberación, Narro Robles expuso que “en ningún momento se ha tratado de judicializar ni criminalizar la protesta”.
Aunque precisó que sí habrá sanciones para quienes lo merezcan.