Torre Gaia tiene casi el doble de lo autorizado en el permiso original, porque ya ronda en los 30 metros de altura
Los desarrolladores de la irregular Torre Gaia desacataron la resolución de un juez civil que les ordenó construir barreras de contención, debido a que es una obra peligrosa para los vecinos.
El complejo multifamiliar está a cargo de Corporación Promotora Mexicana, S.A. de C.V., que fue demandada por habitantes del Condominio Eva, un inmueble colindante, por el riesgo que representa para ellos.
Los promotores desacataron la orden del juez Cuarto de lo Civil del Primer Distrito Judicial, Jacobo Sánchez González, quien emitió desde hace dos meses esta medida de prevención para evitar más daños a los colonos.
Basándose en un dictamen pericial, la autoridad ordenó el 18 de diciembre de 2013 suspender la parte del desarrollo que colinda con el otro edificio, hasta que se instalen barreras que impidan la caída de materiales de construcción sólidos o líquidos que pueden ocasionar accidentes.
En el mismo oficio, el juez civil negó al empresario mexiquense José Luis Bueno Guzmán, director y apoderado de la inmobiliaria encargada del proyecto, su solicitud de levantar la suspensión provisional.
“Esta autoridad tiene a bien precisar que la suspensión concedida seguirá surtiendo efectos hasta en tanto se instalen barreras o toldos invertidos en todos y cada uno de los niveles de esa obra que aún se encuentra en construcción”, precisa.
“A fin de impedir, como se mencionó con anterioridad, la caída de materiales en el Condominio Eva”.
Hasta el día de hoy, sin embargo, continúan con el desacato y prosiguen las obras en el resto del complejo de departamentos.
El juez advierte en su resolución que de no cumplirse la orden, se originarán consecuencias de mayor índole que pueden culminar con la clausura total de la obra.
Ésta no es la primera vez que se corrobora que la Torre Gaia ha incumplido con un mandato judicial.
Los vecinos informaron el pasado 10 de enero que no habían acatado las medidas de seguridad, ni suspendido las labores.
Por ello, el juez encargado ordenó una inspección en el inmueble para determinar si se habían colocado las barreras de contención.
De acuerdo con el acta de la diligencia, fechada el pasado 20 de enero, una secretaria adscrita al Juzgado constató el desacato e informó que sólo se habían instalado simples tablones de madera de triplay en el lado colindante.
“(La funcionaria) dio fe de haber observado dos trabajadores laborando por el lado de la obra en construcción que colinda con el edificio Eva, es decir, en el cuarto y quinto nivel contados de la planta baja a nivel de calle, hacia arriba”, afirma el juez.
De esta manera, la autoridad decidió que debía continuar la suspensión provisional del inmueble, localizado en el número 303 de la calle Prolongación Sendero de las Privanzas, en el fraccionamiento del mismo nombre.
Fue la ciudadana Gloria Franco Fajer, una habitante del Condominio Eva, quien presentó el interdicto de obra peligrosa en contra de Corporación Promotora Mexicana, S.A. de C.V.
La demanda se registró en el juicio 851/2013, y se sumó a una querella presentada ante el Ministerio Público por el colono Luis Castillo Ayala, en la que denunció la caída de materiales de construcción pesados en el edificio contiguo.
Hasta el momento, el Municipio de San Pedro ha hecho caso omiso de la ilegalidad del proyecto y no ha clausurado la obra.
En cambio, es uno de los casos revisados por la llamada Mesa de la Justicia, una instancia que tiene la intención de regularizar los desarrollos y buscar la reparación del daño.
Abogados consultados apuntan que la administración del alcalde Ugo Ruiz no tiene ningún impedimento legal para clausurar la obra, pues hasta la fecha no existe alguna suspensión dictada en el juicio de amparo número 1/2013.
El recurso, promovido por el desarrollador Bueno Guzmán, aún se resuelve en el Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa de Nuevo León, a cargo de Iván Millán Escalera.
El Ayuntamiento sampetrino tampoco se ha pronunciado por la queja que presentó el ciudadano César Omar Salinas Molina, un vecino del sector, donde solicitó la clausura de Torre Gaia.
El vecino también presentó el 27 de noviembre de 2013 un escrito a los integrantes de la Mesa de la Justicia, donde expresa su rotunda oposición a que se regularice el desarrollo multifamiliar.
Aunque el complejo excede su altura y dimensiones autorizadas, Bueno Guzmán acusó al Municipio de San Pedro de ignorar sus solicitudes para ampliar la obra.
La petición del empresario fue para aumentar la obra a 14 departamentos, seis más de los especificados en la licencia de construcción original, con el fin de cubrir costos imprevistos con la venta de las viviendas adicionales.
Es decir, ahora la Torre Gaia tiene casi el doble de lo autorizado en su permiso, porque ya ronda en los 30 metros de altura.
A pesar de que la solicitud de modificación y ampliación del proyecto nunca fue contestada por el Municipio sampetrino, el desarrollador no lo vio como un impedimento e ilegalmente continuó con la construcción.