El retroceso en el futbol mexicano se ha hecho más evidente en Qatar 2022. Habían sido siete Mundiales en fila, desde Estados Unidos 1994, que se conseguía avanzar de Fase de Grupos. Sin embargo, esta eliminación pone de manifiesto que hay un verdadero problema de fondo.
Para el “Tri”, el 2022 ha sido realmente un año trágico, pues las selecciones nacionales menores y la categoría femenil también registraron descalabros, lo cual ha puesto en tela de juicio el manejo que hay al interior de la Federación Mexicana de Futbol (FMF).
En el recuento de los daños está la eliminación del equipo tricolor, en junio pasado, en el Premundial Sub-20, al caer en Cuartos de Final frente a la selección de Guatemala en tanda de penaltis. Esa derrota, también dejó fuera a México de los Juegos Olímpicos que se celebrarán en París en 2024.
Posteriormente, se tenía bastante esperanza en que la Selección Nacional Femenil de Mónica Vergara pudiera hacer un mejor papel y diera la cara por el país en el Premundial de Concacaf de la categoría, el cual se realizó en Monterrey, Nuevo León, en julio.
Sin embargo, el resultado fue igual de trágico: se perdió con Jamaica, Haití y Estados Unidos, por lo que ni siquiera se avanzó de Fase de Grupos y con ello también se fue la posibilidad de que las mujeres llegaran a la máxima justa del verano. Por lo tanto, no habrá representación tricolor en París 2024.
Los fracasos llevaron a Yon de Luisa, presidente de la FMF, a destituir a Gerardo Torrado como director deportivo de Selecciones Nacionales. Trascendió que, esa decisión llevó a Gerardo Martino a presentar su renuncia como director técnico.
Cabe recordar que el exjugador mexicano es quien había llevado al estratega argentino a la dirección técnica del “Tri”, por lo que el “Tata” en señal de lealtad, también estaba dispuesto a hacerse a un lado. No obstante, Torrado lo convenció de terminar su ciclo.
“La principal causa del fracaso es la forma en la cual se administra el futbol mexicano. Es obvio que vamos en retroceso, es obvio que hay problemas de talento, de producción de futbolistas. No hay una estructura de Selecciones Mexicanas; llega un entrenador, decide; llega otro, decide.
De tal forma que ahora que se tocó fondo, queda a los directivos rendir cuentas y ponerse a trabajar a marchas forzadas, ya que México no tendrá competencia para foguear a sus nuevos jugadores de cara al Mundial de Estados Unidos, Canadá y México de 2026.
Y es que al ser país sede, el “Tri” no tendrá que disputar una eliminatoria para llegar al torneo, lo cual afectará el rendimiento para llegar a punto y buscar trascender en casa. El retroceso es evidente y hay cuatro años para realmente crear un proyecto que lleve a México de nuevo a ser competitivo.
El bronce de Tokio, la excepción del futbol mexicano
Entre los malos resultados que han acompañado en el último par de años a los representativos mexicanos, hubo uno que significó la excepción a la regla: el bronce que se consiguió en los Juegos Olímpicos de Tokio, realizados en el verano de 2021.
En una justa donde tampoco, a nivel general, se consiguieron los resultados deseados por las autoridades deportivas de este país, los dirigidos por Jaime Lozano, obtuvieron uno de los cuatro bronces que ganó la Delegación Mexicana.
De ese equipo, ayer estuvieron de inicio en la cancha ante Arabia Saudita, Guillermo Ochoa, Jorge Sánchez, César Montes, Alexis Vega y Henry Martin, mientras que entraron de cambio Carlos Rodríguez y Uriel Antuna. Se demuestra que hubo seguimiento a ese equipo, pero algo falló.
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