Derroche de altura
Tal parece que el discurso de austeridad del Senado quedó solo en las palabras.
A pesar de que uno de los propósitos de la Cámara alta para el 2015 fue recortar su gasto, en algunos rubros el tema no se concretó y continuaron los derroches onerosos.
Uno de ellos fue el de los viajes internacionales que los legisladores continuaron haciendo a pesar de haberse comprometido a reducirlos al mínimo.
Imelda García
Tal parece que el discurso de austeridad del Senado quedó solo en las palabras.
A pesar de que uno de los propósitos de la Cámara alta para el 2015 fue recortar su gasto, en algunos rubros el tema no se concretó y continuaron los derroches onerosos.
Uno de ellos fue el de los viajes internacionales que los legisladores continuaron haciendo a pesar de haberse comprometido a reducirlos al mínimo.
Los discursos a favor de la austeridad en el Poder Legislativo comenzaron luego de que la Secretaría de Hacienda anunciara, en enero, un recorte de más de 124 mil millones de pesos.
De inmediato, la primera Cámara en hacer anuncios sobre un programa de austeridad fue el Senado.
Emilio Gamboa, presidente de la Junta de Coordinación Política dijo en ese entonces que se realizarían solo los viajes que fueran necesarios.
“No haremos turismo legislativo, iremos a los viajes donde serían fundamentales las participaciones de mis compañeras senadoras y senadores”, aseguró Gamboa, a finales de enero pasado.
Incluso, el senador Luis Miguel Barbosa, presidente de la Mesa Directiva y coordinador de la bancada del PRD, realizó varios viajes internacionales con recursos propios, que incluyeron un encuentro con el Papa Francisco, en el Vaticano.
Sin embargo, continuaron los viajes en primera clase de los legisladores con boletos de más de 160 mil pesos, en algunos casos.
En febrero pasado, Reporte Indigo reveló que la Cámara de Diputados invirtió hasta 193 mil pesos por un boleto de avión para un viaje legislativo a Australia.
Senadores, en primera clase
Tan solo entre los meses de enero y marzo de este año, el Senado invirtió 5 millones 139 mil 671 pesos en la asistencia a 17 eventos internacionales.
Según datos de un informe de la Secretaría General de Servicios Administrativos, de ese gasto, 3 millones 245 mil 363 pesos fueron invertidos solo en boletos de avión para 37 senadores y siete funcionarios de la Cámara alta.
En viáticos fueron erogados 97 mil 410 dólares –un millón 505 mil 958 pesos al tipo de cambio actual- y 22 mil 500 euros -388 mil 350 pesos-.
La asistencia de representantes del Senado más cara fue la realizada por siete senadores y una funcionaria legislativa a Hanoi, Vietnam.
En esa ciudad, entre el 27 de marzo y el 1 de abril, se llevaron a cabo los trabajos de la 132 Asamblea de la Unión Interparlamentaria.
Tan solo en la transportación de los ocho servidores públicos se invirtieron un millón 47 mil 196 pesos. En viáticos, el gasto fue de 31 mil 230 dólares, unos 483 mil pesos.
A pesar de haber viajado al mismo destino, los legisladores viajaron con boletos de avión con alguna diferencia en los precios, pero en todos los casos rebasaron los 100 mil pesos y todos fueron en primera clase.
A ese viaje acudió la senadora priista Graciela Ortiz González, con un boleto de avión que costó 176 mil 910 pesos, el más caro de todos los adquiridos por el Senado en el primer trimestre del año.
También viajaron los priistas Marcela Guerra Castillo, a un costo de 145 mil 604 pesos; y Raúl Pozos Lanz, con un boleto de 141 mil ocho pesos.
Para las panistas Gabriela Cuevas Barrón y Laura Angélica Rojas Hernández, se pagaron boletos de 132 mil 941 pesos y 132 mil 59 pesos, respectivamente.
Por parte de la izquierda acudieron el senador del PRD, Alejandro Encinas Rodríguez, con un boleto de 132 mil 486 pesos; y David Monreal Ávila, del PT, viajó con un boleto de 144 mil 179 pesos.
A la comitiva de legisladores se les sumó Claudia Areli Enríquez Hernández, directora de Foros Internacionales del Senado, quien viajó en clase turista a un costo de 42 mil nueve pesos.
Al pasaje más caro pagado durante el primer trimestre del año –por 176 mil 910 pesos- se suman otros boletos que también han sido onerosos para el gasto de la Cámara alta.
Por tres boletos de avión para viajar a Addis Abeba, Etiopía, el Senado gastó 489 mil 744 pesos.
Hasta esa ciudad viajaron las senadoras Rosa Adriana Díaz Lizama (PAN) y Ana Gabriela Guevara (PT), con boletos de 164 mil 480 pesos cada uno. Acudió también la senadora del PRI Lucero Saldaña Pérez, cuyo boleto de avión costó 160 mil 784 pesos.
El viaje de las tres senadoras fue para acudir a la Cumbre Anual 2015 del Foro Global de Mujeres en los Parlamentos, del 23 al 25 de marzo.
De acuerdo con la normatividad del Senado, los viajes internacionales de los senadores se reservan en primera clase.
En el primer trimestre del año, solo uno de los senadores fue congruente con su discurso a favor de la austeridad y pidió que le fuera reservado su boleto en clase turista.
Se trata de Francisco Búrquez Valenzuela, senador del PAN por Sonora, el único legislador que solicitó realizar un viaje en clase turista en lugar de ejecutiva.
Según el reporte de viajes, el legislador acudió a París, Francia, a la Reunión de la Red Mundial de Parlamentarios convocada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El boleto del senador, en clase turista, tuvo un costo de 25 mil 863 pesos.
Con él viajaron también los senadores Lilia Guadalupe Merodio Reza, del PRI; Daniel Gabriel Ávila Ruiz; y Marco Antonio Blásquez Salinas (PT), cuyos boletos oscilaron entre los 113 mil 525 y los 125 mil 348 pesos. Casi cinco veces más caros que el de Búrquez.