Martin Solís Escobar, representante de los ejidatarios de Numarán, Penjamillo y Pastor Ortiz, al norte de Michoacán, denunció que Monsanto –con el respaldo de algunos empresarios de la industria porcícola de La Piedad– ha comenzado a hacer gestiones para que en el próximo ciclo agrícola se comience a sembrar maíz modificado genéticamente.
La promoción del maíz transgénico se realiza bajo el argumento de una nueva variedad de granos que permite una mayor productividad, mayor rendimiento a la sequía y una mayor resistencia a las plagas, además de que no se necesita utilizar fertilizantes.
La gestión de las parcelas experimentales de transgénicos en Michoacán se está llevando a cabo con la omisión del Gobierno estatal. En la oficina de la Secretaría de Desarrollo Rural (SEDRU) no se tiene conocimiento de las negociaciones entre empresarios porcícolas, Monsanto y los agricultores a los que se les está ofreciendo la posibilidad de sembrar gratuitamente su próximo ciclo de maíz.
De llevarse a cabo el proyecto, Michoacán sería el cuarto estado con presencia de maíz transgénico, señaló la organización “Sin Maíz No Hay País”, que desde el año pasado denunció la existencia de 89 casos de maíz modificado genéticamente en Oaxaca, Veracruz y Guanajuato.
Prohibida la siembra
La siembra de maíz transgénico está suspendida en nuestro país por un mandato del Juez Décimo Segundo de Distrito en Materia Civil, Francisco Peñaloza Heras, quien ante el reclamo del colectivo formado por las agrupaciones Grupo de Estudios Ambientales (GEA), Sin Maíz No Hay País, la Colectividad y Semillas de Vida, decidió desde el 20 de agosto del 2015 frenar las intenciones de las trasnacionales.
La decisión del juez obliga a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) a mantener estricta vigilancia para evitar que se permitan cultivos transgénicos, pero las dependencias actúan omisamente, pues a la fecha –denunció Luis Solís Escobar- también hay negociaciones con productores de Nayarit, Sinaloa, Tamaulipas, Coahuila, Durango y Sonora para establecer allá cultivos experimentales.
El cultivo de este maíz es impulsado por ganaderos porcícolas que lo ven como una alternativa barata para obtener insumos para la engorda de ganado.
Van por los cultivos
Aun cuando los productores de la zona norte del estado de Michoacán han denunciado la alianza entre la empresa Monsanto y algunos empresarios de la industria porcícola para la instalación de las primeras estaciones de producción de maíz transgénico, no han tenido ninguna respuesta del Gobierno estatal o federal.
Martín Solís Escobar dijo que la presencia de Monsanto no es la única que se registra en Michoacán, pues hay emisarios de las trasnacionales Dow Agro Sciences, PHI México y Syngenta Agro haciendo labor de convencimiento entre ejidatarios pobres, para convencerlos de sembrar “más barato, más resistente y más productivo”.
Dijo que no se ha detectado ningún cultivo experimental de esas empresas, pero no se descartó la posibilidad de que ya se esté sembrando transgénico en algunos de los ejidos más pobres y más apartados del norte del estado.
“Porque a los productores se les ofrecen granos gratuitos y asesoría técnica para la producción de hasta cinco ciclos seguidos. Y eso, ante la descapitalización del campo, es el mejor atractivo que puede tener cualquier productor de maíz”, detalló Solís Escobar.
De acuerdo al Estatus de Resoluciones de Permisos de Liberación al Ambiente de Organismos Genéticamente Modificados de la SAGARPA, desde el 2011 ingresaron 76 solicitudes de permiso de liberación al ambiente de Maíz genéticamente modificado, de las cuales se autorizaron 61, otras 55 se encuentran en Etapa Experimental y 6 solicitudes más fueron ubicadas dentro del estatus de “Programa Piloto”.
A la fecha, de acuerdo a datos oficiales, existen ya en el país 232 hectáreas de cultivos transgénicos que podrían incrementarse en por lo menos un 50 por ciento este mismo año, de permitirse la instalación de cuatro parcelas más en Michoacán, las que se pretenden instalar en los municipios de Penjamillo, Numarán, Pastor Ortiz y Santiago Angamacutiro.
No sólo es el maíz
Pese a los reclamos de los grupos ambientalistas que exigen que no haya permisos para la siembra de maíz transgénico, el Gobierno federal sigue omiso y se han liberado diversos permisos no solo para el maíz, sino para otros cultivos, como la soya, el trigo y el algodón.
De acuerdo a datos oficiales de la SAGARPA, desde el 2011 se han recibido 35 solicitudes para posibilitar cultivos experimentales de algodón; 14 fueron autorizados en ese mismo año y otros 19 se aprobaron en el 2012.
A la fecha existen 33 campos experimentales de cultivos de algodón modificado genéticamente, que cubren una extensión de 731 mil 930 hectáreas distribuidas en Baja California, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Coahuila, Durango y Tamaulipas.
Para el trigo transgénico se han presentado desde el 2011 un total de 15 permisos de autorización; de los que ese mismo año fueron autorizados 14 cultivos experimentales que a la fecha siguen generando una producción de granos constante, en una superficie de menos de una hectárea y media en el estado de Morelos.
En los cultivos de soya genéticamente modificada, la SAGARPA ha recibido desde el 2011 siete solicitudes de cultivos experimentales. Ese mismo año se autorizaron cinco parcelas y en el 2012 una más, la mayoría de ellos en el estado de Yucatán, Quintana Roo y Campeche, donde los cultivos se extienden sobre una superficie de 46 mil hectáreas.