Déficit de seguridad en municipios rurales de NL afecta a Zona Metropolitana de Monterrey
El despliegue del 70 por ciento de los elementos de Fuerza Civil a municipios rurales de Nuevo León obedece a que las policías locales se encuentran completamente rebasadas por diversos grupos delictivos que operan en sus regiones
Daniel AnguianoDe acuerdo con el Programa Sectorial de Seguridad y Justicia, publicado por la Secretaría de Seguridad Pública de Nuevo León, el 70 por ciento de los elementos de Fuerza Civil se encuentran desplegados en municipios alejados de la Zona Metropolitana de Monterrey para realizar labores de patrullaje y vigilancia.
El dato contrasta enormemente con las cifras que divulgaba hace menos de un año el titular de la dependencia, Gerardo Palacios Pámanes, quien a mediados de 2023 declaró que la presencia de uniformados de la corporación en estos municipios rondaba el 35 por ciento.
La razón es sencilla: las policías municipales de la zona rural se encuentran completamente rebasadas por diversos grupos delictivos, por lo que la corporación estatal comenzó a apoyarlas en estas tareas para intentar resolver la situación.
“En zona rural hay algunos municipios donde no existe la policía municipal y está Fuerza Civil haciendo labores de primero y segundo piso, esa es la realidad que ha prevalecido durante mucho tiempo en Nuevo León; incluso, hay algunos que sí tienen policía, pero necesitan la presencia de Fuerza Civil”, declaró Pámanes el pasado mes de julio.
Este porcentaje ya representaba un incremento notable, pues al momento de que Palacios Pámanes se hiciera titular de la dependencia, en julio de 2022, sólo el seis por ciento de Fuerza Civil patrullaba en zonas rurales.
De tal forma, la corporación incrementó hasta 12 veces su presencia en la región más golpeada por el crimen organizado, ubicada al norte de Nuevo León, en los límites con Tamaulipas.
Al respecto, el mismo informe indica que, al mes de septiembre de 2023, eran cinco los municipios que carecían de fuerza policial municipal: Agualeguas, Doctor Coss, General Treviño, Parás y Vallecillo, todos en la misma zona de conflicto.
El fenómeno no es nuevo: estos municipios llevan buena parte de la última década asolados por la presencia del crimen organizado, ya que, desde 2014, existen registros periodísticos que dan cuenta del temor de los pobladores ante el azote de grupos criminales, una situación que, lejos de erradicarse, se ha incrementado.
La situación incluso ha sido reconocida por el propio Palacios Pámanes.
“Nosotros queremos darle tranquilidad a la ciudadanía, pero tenemos que partir de la realidad; la situación de seguridad en México es sumamente complicada, particularmente en el norte del País, y de esto no se salva Nuevo León (…) Sin contar con la Zona Metropolitana, estamos hablando de 65 mil kilómetros cuadrados que tiene la entidad; es imposible que estemos en todas las propiedades y todos los ranchos al mismo tiempo”, se sinceró el funcionario.
Contratación de policías, tarea complicada
En este contexto, la captación de personal que integre los diferentes cuerpos policiacos de la entidad se ha vuelto una tarea compleja tanto para el Estado como para los municipios.
De acuerdo con el Programa Sectorial de Seguridad y Justicia, existe un déficit constante en la relación de ingresos y bajas policiales de Fuerza Civil; sólo en los últimos dos años, la cantidad de cadetes graduados de la corporación fue menor a la del personal que se dio de baja.
Entre los principales motivos de abandono destaca el de una falta de empatía por parte de los mandos superiores de la escala básica, de acuerdo con el propio informe.
Para los cuerpos policiales municipales de la entidad, la situación no es muy distinta; con frecuencia, al interior de las corporaciones no existen prestaciones laborales mínimas para hacer atractivo el cargo, sobre todo en municipios rurales, esto de acuerdo a Ana María Esquivel, presidenta del Consejo de Seguridad Pública en Nuevo León.
“Todo esto se suma para que la situación sea más difícil, sobre todo en el sentido de la contratación; no es un tema sencillo que se pueda enfrentar desde lo municipal o lo estatal; hay que sumar más elementos de la Sedena para recuperar muchos espacios”, señaló Esquivel.
Por su parte, Gerardo Palacios Pámanes afirmó que el principal objetivo de la actual administración es el de devolver el control de la seguridad a las policías municipales que se encuentran bajo el mando de Fuerza Civil.
“Las intervenciones deben ser temporales y revisables de manera periódica en lo que respecta a la corporación de policía y las normas que hay que seguir (…) En la medida en que lo hagamos, podremos incrementar la presencia en esos lugares”, afirmó.