¿A qué se debió la derrota de Kamala Harris?

Pese a las políticas progresistas de la vicepresidenta, Harris no logró convencer a los electores en temas fundamentales como la economía
Pablo Abundiz Pablo Abundiz Publicado el
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Pese al impulso inicial que recibió Kamala Harris en su candidatura y el dinero que recaudó en los meses de campaña, su mensaje de unidad parece no haber convencido a un electorado que tras cuatro años de gobierno demócrata votó por la opción MAGA (Make America Great Again) de Donald Trump.

Con poco más de tres meses en el escenario nacional, Harris corría una carrera cuesta arriba para tratar de llegar a la Casa Blanca como la primera presidenta en la historia de su país. Si bien su papel como vicepresidenta permitió tomar el lugar del presidente Joe Biden al frente de la boleta y aprovecharse de la estructura de la campaña del mandatario, el limitado tiempo cerca de los electores no le permitió separarse de la sombra de un presidente impopular.

Con Biden terminando su función, la continuidad de su proyecto se vio interrumpida por los errores internos en los temas que más importaban a la ciudadanía, como el impulso de la economía y la migración, a pesar de contar con avances en materia de inflación y empleo.

En una elección en la que la principal preocupación de los votantes fue el estado de la economía, Harris no logró cambiar la percepción del 55 por ciento de los estadounidenses respecto a que su contrincante era mejor que ella no solo en lo económico sino en seguridad y política exterior.

Si bien Harris dio un nuevo rostro a la contienda presidencial, las políticas que impulsó durante su campaña resultaron demasiado similares a la agenda de Biden para que los electores independientes y los demócratas poco convencidos votaran a su favor.

En una campaña en la que el Partido Demócrata abogó por un mensaje de unidad nacional donde entraran todas las identidades, Harris desatendió sectores clave de la población, y las minorías que cortejaba, afrodescendientes, mujeres y la comunidad LGBTIQ+,  no fueron suficientes para darle la victoria en entidades clave del mapa político estadounidense.

Pese a todo el esfuerzo propagandístico que Harris y su compañero de fórmula, Tim Walz, designaron para advertir sobre los peligros de una segunda administración de Donald Trump, los votantes no encontraron razones suficientes para ir contra el expresidente que regresa a la Casa Blanca como lo prometió desde su partida en 2020.

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