Debates presidenciales: estos son los momentos imperdibles en 30 años de historia
En el debate presidencial de este domingo 7 de abril, por primera vez en la historia participarán dos mujeres a la Presidencia de la República
Daniel FloresEste 7 de abril se vivirá un debate presidencial más entre los candidatos a la Presidencia que buscan alcanzar el triunfo el próximo 2 de junio de este año y suceder a Andrés Manuel López Obrador.
Claudia Sheinbaum, abanderada del partido Morena, PT y Verde Ecologista, Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición PRI, PAN Y PRD, así como Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano debatirán por 120 minutos sus propuestas y problemáticas del país.
Dicho ejercicio cumple 30 años el cual se dio por primera vez un 12 de mayo de 1994, un hecho que no solo transformó la manera en que los candidatos a la presidencia interactúan con el electorado, sino que también consolidó la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en el proceso electoral mexicano.
Desde su inicio, los debates presidenciales han sido una plataforma clave para que los aspirantes a la máxima magistratura del país expongan sus propuestas, contrasten ideas y respondan a las inquietudes de la ciudadanía.
Aunque también se han vivido momentos que se han vuelto virales en las redes sociales y han generado polémica. Uno de los casos más sonados fue cuando el entonces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador llamó “Ricky Riquín, Canallín“, al aspirante del PAN, Ricardo Anaya.
“Es este, Ricky Riquín, este, Canallín, Ricky Riquín Canallín, no tiene nada que ver lo de mi hijo con el que tú hayas mantenido a tu familia en Atlanta”, sostuvo AMLO en 2018.
En 2012, Josefina Vázquez Mota se refirió a Enrique Peña Nieto, Gabriela Quadri y López Obrador como candidatos incapaces de gobernar a un país y lanzó diversas críticas hacia ellos.
“Tenemos aquí a una candidata del PRI muy bien peinada que le gusta salir en televisión. En PANAL tenemos a una mujer muy capaz, pero que tiene que pedir permiso a su mamá para todo; en el PRD tenemos a alguien muy difícil de entender, porque si juega una partida de dominó y gana, estará muy contenta, pero si pierde, seremos traidores o habremos hecho un complot“, sostuvo Mota.
En el año 2000, Vicente Fox y Francisco Labastida tuvieron un cruce de señalamientos durante el debate presidencial que sostuvieron.
“En las últimas semanas me ha llamado chaparro, me ha llamado mariquita, me ha dicho mandilón y señas obscenas”, recriminó Labastida en ese entonces.
En respuesta Vicente Fox aseguró que quizá a él se le quite lo majadero, aunque dudó que a los priistas se les quitará lo “mañosos”
Mientras tanto, en el primer debate que se registró de estas características participaron Cuauhtémoc Cardenas, del PRD, Diego Fernández de Cevallos en representación del PAN y Ernesto Zedillo por el PRI.
¿Qué tanto funcionan los debates presidenciales?
A lo largo de estos 30 años, estos encuentros se han consolidado en cada proceso electoral, pues es justamente en este cruce de ideas cuando los aspirantes a la silla del águila dan a conocer sus principales propuestas y también aprovechan para criticar a sus adversarios.
El último debate presidencial se vivió en 2018 con la participación del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, el panista Ricardo Anaya y José Antonio Meade por parte del PRI.
Fue en estos eventos que permitió la ciudadanía conocer de su propia voz las propuestas que cada candidato competía en aquel entonces.
De acuerdo con casas encuestadoras consultadas por Reporte Índigo, los debates presidenciales también sirven para marcar los tiempos de las campañas electorales y que los equipos de campañas definan si cambian su estrategia o no, además de que puede haber movimientos en la preferencia del electorado en los días posteriores.
Críticas a estos ejercicios de la democracia
Los debates presidenciales también han enfrentado diversos retos y críticas, desde la falta de profundidad en los temas discutidos hasta la percepción de que algunos candidatos utilizan estos encuentros para fines propagandísticos más que para un diálogo genuino con la ciudadanía.
Pero, a pesar de estos desafíos, los debates presidenciales en México continúan siendo una piedra angular de la democracia, una herramienta indispensable para fortalecer la participación ciudadana y garantizar la rendición de cuentas de quienes aspiran a dirigir el destino del país.