Daño emocional por discriminación a comunidad LGBTTTI
El 68 por ciento de los mil 460 miembros de la comunidad LGBTTTI que acudieron a la Unidad de Atención a la Diversidad Sexual (UNADIS) requirieron atención psicológica, lo que refleja la importancia de atender el factor emocional en casos de violencia y discriminación
David MartínezLa discriminación que se comete contra los grupos de la diversidad sexual en la Ciudad de México afecta a sus víctimas en lo emocional y en lo psicológico, principalmente.
En total, la UNADIS ha brindado mil 460 atenciones en ese periodo. Lo que significa que el 68 por ciento de las personas recibidas por la UNADIS necesitan apoyo psicológico.
Ulises Pineda Miranda, director ejecutivo de Igualdad y Diversidad de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Sibiso, afirma que la atención psicológica es uno de los factores más importantes en los casos de discriminación junto con el tema de la salud mental.
“En ocasiones no consideramos la parte emocional en procesos de discriminación”, dice.
Actualmente, dentro del esquema de atención integral a las víctimas de discriminación de grupos vulnerables de la diversidad sexual, hace falta atender su salud mental, agrega Pineda Miranda.
“Una cosa muy importante es dar el acompañamiento psicológico a las víctimas y otra atender las neurodivergencias o trastornos que puedan presentar”.
El funcionario afirma que en dichos casos, se debe dar atención psiquiátrica a los miembros de los distintos grupos de la diversidad sexual que presenten trastornos.
Sin embargo, aún por cuestiones de estructura dentro de la UNADIS, no es posible.
Pese a ello, menciona que la atención psicológica a quienes sufren violencia o maltrato por discriminación es parte fundamental en el trabajo del órgano dependiente de la Sibiso y para el bienestar de la comunidad LGBTTTI, cuya población en la capital, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) del 2012, asciende a 875 mil personas.
Las víctimas de la discriminación
Érica Inazami Navarro Ronquillo, de la comunidad trans de la capital, sufrió de actos de discriminación en 2007 y es un ejemplo de la importancia de la atención psicológica.
Fue hasta el 2018 cuando recibió atención en la unidad y ahí se percató del daño emocional y psicológico que le causó la discriminación durante más de 10 años.
Navarro Ronquillo era maestra de educación física en una escuela donde la despidieron en 2007.
Después de eso, se dedicó a hacer shows de imitación y también a realizar corrección de estilo freelance en el Instituto Nacional de Bellas Artes.
“Una amiga que estaba trabajando en esta unidad me dijo que aquí podía venir por ayuda. Yo necesitaba una atención psicológica, hacer una catarsis sobre todo lo que había pasado”, relata.
Fue el psicólogo y actual director de la UNADIS, Gerardo Olivares, quien la ayudó a superar los actos de discriminación de los que fue víctima.
“Tuve un hombro en el cual sentirme apoyada y pude abrir mi panorama laboral”, indica.
El área de trabajo social de la UNADIS la apoyó a través de sus programas y así pudo entrar a un Centro de Capacitación para Trabajo Industrial (Cecati), donde aprendió la preparación de alimentos, en lo que actualmente se autoemplea.
La atención psicológica también ayudó a Edgar Iván Gutiérrez a definirse entre ser trans y gay travesti.
Antes de 2017, cuando Iván acudió a la unidad, Gutiérrez enfrentó un proceso penal por el cual fue recluido y fue ese evento lo que lo incentivó a definirse como transexual.
Sin embargo, al salir enfrentó una nueva realidad que lo discriminó aún más.
“Yo estuve en un proceso penal, estuve recluido, entré como un chico gay y salí como trans. Con todos esos estigmas, es muy difícil conseguir trabajo”, señala.
En abril de 2017, el psicólogo de la unidad lo ayudó a redefinirse.
“Salir y empezar otra vez tu vida es muy distinto. Me empecé a caer hasta que Gerardo Olivares me dio terapia. Me empezó a motivar para dejar de lado lo que va a decir la gente”, afirma.
Gutiérrez, después de recibir terapia, se define como gay travesti y es parte del equipo de la UNADIS en el área de atención a víctimas.
Verónica Barragán, quien es bisexual y desde mayo pasado recibe atención, señala que la atención del órgano le ha ayudado para aceptarse a ser cómo es.
“En lo que más me ayudó, es aceptarme cómo soy, a no pensar que estoy mal”, declara.
El origen de la UNADIS
La Unidad de Atención a la Diversidad Sexual comenzó a operar en el año 2015, cuando la Ciudad de México recibió la declaratoria de Ciudad Amigable para la comunidad LGBTTTI.
Sin embargo, su funcionamiento se vio limitado pues sólo comenzó a operar con dos personas, afirma el encargado de la UNADIS, Gerardo Olivares.
“Éramos dos personas, el área administrativa y el psicólogo, después se sumó el área de trabajo social, después llegó el abogado que está sensibilizado en temas de diversidad sexual”, señala.
Por lo que los servicios que se podían ofrecer a las víctimas de violencia y discriminación eran limitados.
El número de integrantes fue en aumento y actualmente son ocho personas las que prestan atención a los integrantes del sector poblacional mencionado.
Al inicio de operaciones, la UNADIS no realizaba labores de vinculación con otras dependencias.
Ahora, tiene la infraestructura para que los casos de discriminación sean atendidos por las instancias correspondientes o se les de el seguimiento necesario.
Por ejemplo, si llega algún caso y requiere que sea atendido por otra dependencia, la unidad hace la vinculación.
El encargado del órgano añade que los principales casos que se atienden son los de discriminación laboral. No obstante, también dan asesoramiento para que los miembros de la comunidad LGBTTTI obtengan sus documentos de identidad.