Una ex empleada de Liverpool en San Juan del Río, Querétaro, lleva dos años en la cárcel de 16 a los que fue sentenciada por homicidio agravado, cuando el 17 de febrero de 2015 tuvo un parto accidental en un baño de la tienda departamental.
A causa de estas circunstancias y de que no pudo acceder a los servicios médicos de la plaza donde se ubica este Liverpool, el bebé con ocho meses de gestación falleció.
“A pesar de que ella acudía a los servicios de salud de la empresa y el IMSS nunca se le dijo que estaba embarazada. A causa de la violencia obstétrica que sufrió, su hija muere”, explican varias organizaciones en su defensa.
Dafne explicó que al regresar de su hora de comida, ella sintió cólicos por lo que le habló a la enfermera, pero ella no le contestó.
“Sentí cómo se me rompió como una liga dentro de lo que es el tronco, dentro del estómago y me dieron muchas ganas de ir al baño y no me dio tiempo de sentarme, cuando sentí que se cayó algo y me recliné empecé a sentir que sangraba, me empecé a marear, me senté. Volteé a ver y era un bebé”, relató Dafne por llamada telefónica desde la cárcel donde se encuentra.
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Posteriormente, Dafne perdió el conocimiento y en poco tiempo llegó la enfermera, y ella le dijo que tenía mucho miedo porque ella no sabía que estaba embarazada.
Según la información médica compartida después, Dafne requería atención médica especializada para su parto fortuito. Es un nacimiento de manera espontánea vaginal que ocurre fuera de instalaciones médicas, lo cual crea condiciones que no son óptimas para la atención a la madre y al recién nacido.
Pasaron dos horas después de este hecho en el baño para que Dafne fuera trasladada a un hospital. Fue en ese lapso cuando la hija de Dafne falleció, aclararon los abogados de la víctima.
Para empezar se trata de un caso de violencia obstétrica, luego de que no le brindaran la atención, así como de discriminación. “A Liverpool llegaron elementos de la Procuraduría de Justicia de Querétaro y desde el primer momento Dafne fue tratada como responsable de un delito”, señalan las ONGs.
Asimismo, alegan que la Procuraduría acusó a Dafne a partir de “estereotipos” de género y no por haber cometido algún delito. Se alego, por ejemplo que no actuó con suficiente “instinto materno”.
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Durante su audiencia de cierre de juicio oral el 15 de julio de 2016, el fiscal de Querétaro descartó que ella no supiera sobre su embarazo y le dijo que “si ella vio que nació, lo hubiera hecho (levantarse y llevar a su bebé al hospital). Porque creo que ni un perro hace eso, ni una perra, que ve que su hijo nació y va a procurarle la muerte (…) es por instinto”.
