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El delegado de la Semarnat en Nuevo León, Guillermo Cueva, no cree que el proyecto Cañones de la Sierra Madre, que impulsa el Gobierno del Estado para detonar el ecoturismo en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey, sea una amenaza para la reserva federal.
Incluso el funcionario federal asegura que la infraestructura que se construirá dentro del Parque Nacional, como parte de este proyecto estatal, tampoco viola el decreto que la declara Área Natural Protegida.
El miembro del Partido Verde reconoce que la Corporación para el Desarrollo Turístico de Nuevo León no ha presentado la Manifestación de Impacto Ambiental y los Estudios Técnicos Justificativos que se requieren para comenzar los trabajos dentro de La Huasteca.
Pero Cueva adelanta su aprobación porque el proyecto que le presentaron de manera informal pretende regular el ecoturismo que se practica actualmente sin orden dentro del Parque Nacional Cumbres de Monterrey.
“Hace dos semanas me presentaron el proyecto y se me hizo interesante. No han presentado el proyecto para autorización en las oficinas de la Semarnat, pero creo que sí es conveniente darle un orden a este tipo de turismo ecológico que hoy en día cada quien hace lo que quiere”, explica Cueva.
“Lo que me han presentado, lo que yo conozco, no va en contra del decreto. De hecho ayuda a conservar el Parque Nacional Cumbres de Monterrey y hacer conciencia de lo importante que es y que lo tenemos que cuidar”.
Reporte Indigo publicó el lunes que el proyecto Cañones de la Sierra Madre, que impulsa Turismo de Nuevo León, está convertido en la amenaza que enfrenta hoy el área natural protegida Parque Nacional Cumbres de Monterrey.
El plan estatal pretende con este proyecto detonar la Sierra Madre como un destino para el turismo de aventura y actividades extremas, pero sin ningún tipo de regulación y programa de manejo, como lo exige el decreto federal que declara esta zona de Nuevo León como área natural protegida.
El proyecto Cañones de la Sierra Madre cruza 13 municipios: Monterrey, Santa Catarina, San Pedro, Santiago, Allende, Montemorelos, Rayones, Galeana, Linares, Hualahuises, Iturbide, Aramberri y General Zaragoza.
La mayor parte de esta zona forma parte del área natural protegida Parque Nacional Cumbres de Monterrey.
El delegado de la Semarnat en Nuevo León defiende el plan estatal que en una primera etapa contempla la construcción de equipamiento turístico en el Cañón de Ballesteros, misma zona donde existe también el proyecto inmobiliario Valle de Reyes.
En esta área se planea construir equipamiento de atención a los visitantes y módulos para cada una de las dependencias federales y estatales que están involucradas en la administración y vigilancia del Parque Nacional Cumbres de Monterrey.
“Lo que se pretende es darle un orden al turismo de esa zona”, señala Cueva.
“Ahorita está muy desordenado. Va gente con sus automóviles, hacen sus carnes asadas, dejan un tiradero. La gente que va a escalar se van sin rumbos, puede haber accidentes, y la idea del proyecto que me presentaron es establecer rutas específicas para escalar la montaña, hacer rappel, y ahí mismo en las mismas instalaciones que haya módulos de los diferentes prestadores de servicios turísticos”.
Cueva aclara que la única infraestructura que se construirá dentro del Parque Nacional Cumbres de Monterrey será la que se construya en la zona de la Huasteca para recibir a los visitantes.
“La edificación sólo sería en la parte de La Huasteca”, afirma Cueva.
“Es una pequeña edificación que será la base para el turismo ecológico. Más de eso no conozco el proyecto”.
El delegado federal rechaza que se esté considerando la construcción de infraestructura carretera nueva dentro del Parque Nacional Cumbres de Monterrey.
El proyecto contempla crear un equipo de guardabosques que sea el encargado de la vigilancia del Parque Nacional Cumbres de Monterrey, un trabajo que hoy le corresponde a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, la Conanp.
“No tenemos la capacidad para estar revisando todo lo que pasa en el Parque Cumbres y es demasiada gente”, acepta el funcionario federal.