A pesar de las grandes afectaciones económicas que le ha causado al sector cultural de Jalisco la emergencia sanitaria, el Gobierno del estado le ha dirigido menos del 1 por ciento de todos los recursos que ha tenido que destinar de forma extraordinaria a la contención de la pandemia del COVID-19.
De acuerdo con el estudio elaborado por la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ) titulado “Gasto público por COVID-19. Áreas de oportunidad y recomendaciones para disminuir riesgos”, hasta ahora el Gobierno de Jalisco ha tenido que redireccionar más de tres mil 520 millones de pesos para hacer frente a la pandemia en todos sus aspectos, desde la reconversión hospitalaria hasta los apoyos económicos a la sociedad:
“Con la intención de atender las necesidades derivadas de la contingencia sanitaria se emitieron una serie de acuerdos de ampliación automática del Presupuesto de Egresos y adecuaciones a los mismos, en concordancia con lo establecido en el Decreto 27912/ LXII/20, que se autorizó una ampliación de $3,520,000,000 para dar suficiencia presupuestal a la partida 4418 Ayudas para Erogaciones Imprevistas (Pandemia COVID-19)”.
Sin embargo, de toda esa bolsa que se ha dirigido para atender la pandemia, el único fondo que se ha creado de forma exclusiva para el sector cultural es “SumArte en casa”, el cual fue presentado por el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, el 29 de mayo, con una partida inicial de 20 millones de pesos.
“SumArte en casa” tuvo posteriormente una inyección presupuestal que lo hizo llegar a 30 millones de pesos totales, sin embargo, aun tras esta ampliación, su fondo representa apenas el 0.85 por ciento de esos más de 3 mil 520 millones de pesos que se le asignaron a la partida de la pandemia COVID-19.
El programa fue presentado aseverando que “SumArte en casa llega para ayudar a las y los artistas de Jalisco que se encuentren en una situación de vulnerabilidad a consecuencia de la pandemia”, distribuyéndoles estímulos económicos de 8 mil pesos en una única entrega.
El 9 de julio, cuando se anunció que SumArte obtendría otros 10 millones de pesos para los artistas, agentes y gestores culturales jaliscienses, el gobernador Alfaro Ramírez dijo:
“Decidimos hacer un programa con 20 millones de pesos que significaba la posibilidad de apoyar con 8 mil pesos mensuales (sic) a miembros de la comunidad artístico y cultural. Hicimos la convocatoria para el registro y la demanda fue enorme, mucho más de lo que esperábamos. (…) He tomado la decisión y he dado la instrucción ya a Finanzas del Estado para que se pueda destinar 10 millones de pesos adicionales (…) para poder ayudarle a más mujeres y hombres de nuestra comunidad cultural”.
Precariedad laboral para el sector cultural
Lo que se tiene previsto es que SumArte llegue en total a 3 mil 750 miembros de la comunidad cultural de Jalisco con las entregas de 8 mil pesos, un apoyo mínimo si se tienen en consideración las dificultades que caracterizan a ese sector en materia económica y de seguridad social.
Por ejemplo, en la publicación de la Universidad de Guadalajara “Jalisco después del COVID-19”, en su apartado de Cultura, escrito por Margarita Hernández Ortiz, coordinadora de Investigación, Posgrado y Vinculación de esa institución, y Diego Escobar González, director de Planeación Participativa para el Desarrollo del Gobierno estatal, se advierte sobre la precariedad del trabajo en el sector cultural y artístico.
“En Jalisco el 80% de las personas ocupadas en el sector trabaja sin acceso a la seguridad social y el 72% tiene ingresos mensuales inferiores a los 6 mil pesos“, indica.
Y la pandemia no ha hecho más que agravar esta situación: “En esta coyuntura el tema de la desprotección de los miembros del sector en materia de seguridad social y pensiones ha vuelto a ponerse sobre la mesa con fuerza, primero por el contexto de enfermedad latente y la falta de acceso a los servicios de salud de los artistas y creadores y, segundo, porque las medidas de contingencia significaron un paro generalizado de las actividades económicas propias del sector”.
Lo que visualizan para la era postCOVID-19, por tanto, es que: “Las instituciones culturales tendrán que representar a su gremio en la discusión nacional sobre seguridad social, trabajo y creación de riqueza, abogar por su inclusión en las reformas estructurales pendientes, regular para procurar mercados más justos y diseñar mecanismos para convertir el gran valor social de la cultura y las artes en mayor bienestar para quienes hacen posible estos bienes y también para los que los consumen (integrar la cultura a la canasta básica)”.
Mientras que el gremio cultural “debe urgentemente fortalecer sus capacidades de asociación y establecer cámaras, cooperativas o colectivos con verdadera fuerza de representación política, dejando de lado egos y disputas que no hacen más que debilitarlo“.
Sector golpeado
El Gobierno de Jalisco ha dirigido esta cantidad tan baja de recursos al sector cultural, no obstante que tiene documentada la gravedad del daño que ha recibido con la pandemia, mediante el estudio “Sondeo de las Afectaciones Económicas Al Sector Cultural”, del Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG).
De acuerdo con el mismo, “El 91.3% de las 250 unidades económicas que participaron reportaron tener caídas en sus ventas en comparación con el segundo trimestre de 2019, debido a la emergencia sanitaria. De estos, el 57.7% dijo que la caída fue superior al 76% con respecto al mismo trimestre del año pasado”.
El sector se ahoga económicamente: “El 73.4% reportó pérdidas el primer semestre del 2020. Respecto a las ventas del primer semestre, el 43.5% de los encuestados respondió que las pérdidas fueron superiores al 75%“.
Y finalmente, con respecto al despido de personal y baja de salarios, se encontró que: “El 37.8% de los encuestados no se ha visto con la necesidad de despedir personal, mientras que el 18.7% sí lo ha hecho. El 78.8% de los encuestados mencionaron que su personal sí se ha visto afectado en su remuneración a causa de las restricciones por la pandemia“.