El Gobierno de Jalisco se propone un mayor porcentaje en la identificación de los cuerpos que van a las fosas comunes. Foto: Especial

Hay cientos de cadáveres en las fosas comunes de Jalisco que pueden ser de personas desaparecidas

La Comisión Nacional de Búsqueda de Personas del Gobierno federal reveló que cientos de cuerpos fueron enterrados en esa entidad sin haberles realizado pruebas de ADN ni identificación completa

La Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNBP) del Gobierno de México descubrió cientos de cadáveres cuya identificación se encuentra pendiente al elaborar diagnósticos sobre las fosas comunes en siete cementerios de Jalisco.

En estos siete panteones, inspeccionados por el personal de la CNBP, ubicados en los municipios de Guadalajara, Puerto Vallarta, El Salto, Ocotlán y Tonalá, se detectaron al menos 677 cadáveres que fueron inhumados sin ser identificados por las autoridades competentes.

Con base en el indicador de “cantidad aproximada de individuos inhumados en fosa común en calidad de desconocidos”, la información proporcionada por la Comisión, vía transparencia, arrojó los siguientes datos:

En el Panteón Mezquitán, localizado en el municipio de Guadalajara, se detectaron 132 cuerpos sin identificar. En el Panteón Nuevo Guadalajara, en el mismo municipio de Guadalajara, se contabilizaron otros 83 cadáveres en estas condiciones. Y en Ocotlán, por su parte, un municipio con una fuerte presencia del crimen organizado, el personal de la Comisión diagnosticó el Panteón Recinto El Milagro, donde se calcularon 150 cuerpos con identificaciones pendientes.

También ahí en Ocotlán fueron detectados otros 50 cadáveres sin identificar en el Panteón Labor Vieja. Destacó el caso igualmente del Panteón Municipal Coyula, en el municipio de Tonalá, donde la Comisión Nacional registró 262 cadáveres clasificados como “desconocidos”, según la información proporcionada.

Finalmente, figuran los casos del Cementerio El Progreso, en el municipio de Puerto Vallarta, así como el del Panteón Municipal N. 3, localizado en el municipio de El Salto, mismos que aparecen en los registros de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, aunque ambos carecen de una estimación sobre la “cantidad aproximada de individuos inhumados en fosa común en calidad de desconocidos”.

La exhumación ‘controlada’ en el panteón de Coyula

El Panteón Municipal Coyula fue intervenido por las autoridades federales y estatales de Jalisco en el año 2022, para avanzar en el proceso de identificación de los cientos de cadáveres que fueron inhumados en el mismo bajo estas condiciones. El 3 de junio de 2022, el Gobierno de Jalisco emitió un comunicado que señala al respecto.

“Luego de 10 días de labores concluyó el proceso de exhumación de personas fallecidas sin identificar (PFSI) del Panteón Municipal de Coyula. Desde el pasado miércoles 25 de mayo iniciaron los trabajos y terminaron este viernes 03 de junio con la recuperación de 240 cuerpos”.

Además del Gobierno de Jalisco, en esa exhumación controlada participaron la Comisión Nacional de Búsqueda, la Fundación de Antropología Forense de Guatemala, así como la Unión Europea, la cual proporcionó apoyos económicos para estas labores.

“Aunque la expectativa inicial era la exhumación de 262 cuerpos, al término del proceso le seguirá una revisión conjunta con la Fiscalía del Estado para determinar cuántos han sido identificados y entregados a sus familiares. (…) Esta recuperación de cuerpos de larga data que forma parte de un programa nacional de exhumaciones controladas se realizó con el fin de analizarlos y posteriormente identificarlos”.

Las autoridades estatales de Jalisco precisaron en aquella ocasión que el procesamiento de los cadáveres que fueron exhumados de esa fosa común sería realizado por el Centro de Identificación Humana, una instancia creada por el Gobierno local justamente para atender la denominada crisis forense existente en la entidad.

“Ahora el proceso continuará en el Centro de Identificación Humana con análisis Post Mortem (PM), a través de procesos forenses, en el que participa un grupo multidisciplinario conformado por médicos, antropólogos, odontólogos, y genetistas que recuperarán toda la información posible”.

La Comisión Nacional ha advertido sobre la complejidad que entrañan este tipo de exhumaciones masivas: “la recuperación de los cuerpos y restos de fosas comunes es compleja y requiere de un enfoque masivo, en el que no sólo se exhuman los restos de una persona sino el conjunto de la fosa, resguardando de forma individualizada lo que todavía no haya sido reclamado, evitando maniobras innecesarias y facilitando procesos posteriores de identificación y restitución. Esta complejidad, en particular en panteones con registros deficientes, prácticas de resguardo inadecuadas y fosas comunes históricamente sobrepobladas, puede generar dificultades considerables en la recuperación y restitución”.

Nuevas instalaciones para la identificación de cuerpos

El 1 de febrero de 2024, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, entregó formalmente el Centro de Identificación Humana del estado, cuyo propósito es abatir el enorme rezago de miles de cadáveres que siguen aguardando por su identificación en esta entidad.

El Centro de Identificación Humana, perteneciente al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, contó con “una inversión de 38 millones de pesos más 59 millones de equipamiento y que incluyen el nuevo laboratorio, a la par de señalar que se destinaron 21 millones para vehículos de las áreas operativas”, según fue informado por las autoridades.

En aquella ocasión, el Gobierno estatal expuso que el nuevo Centro fue diseñado para operar mediante seis áreas: Investigación y Documentación; Análisis Postmortem; Búsqueda y Recuperación; Genética para Identificación Humana; Área de Resguardo Temporal y Confirmación de Identificaciones.

Dicho Centro de Identificación Humana, similar al Centro Nacional de Identificación Humana, creado por el Gobierno de México, tiene los siguientes objetivos: “la finalidad (…) es la atención a familiares de personas desaparecidas, el registro de las características postmortem, la toma de muestras y el cotejo de dicha información para generar hipótesis de identidad de las personas fallecidas, así como brindar acompañamiento y notificar a los familiares de los resultados”.