Cuerpos perfectos, daño persistente en la autoestima
La constante presión social y de los medios donde se promocionan cuerpos perfectos constantemente puede conllevar una gran carga y provocar estigmas para las personas que sufren de sobrepeso
Julio RamírezLa imagen de éxito relacionada con cuerpos perfectos que aparecen en anuncios afecta mucho en la autoestima de las personas comunes y corrientes, afirma el doctor Guillermo Arteaga MacKinney, profesor de la Universidad de Sonora.
“Vamos a mejorar nuestra salud e indirectamente vamos a tener el peso, pero es difícil. Luchamos y tenemos esta fuerza de imagen, vemos los anuncios, hay un estudio de imágenes en Instagram, en la redes, y casi el 90 por ciento son personas fit, por la presión social, hay gente que no le gusta que le tomen fotos, hay gente que tiene traumas infantiles de ir al gimnasio, de ponerte shorts”, explica el académico.
Esta condición generada por la publicidad y otras narrativas, afecta la manera en que nos desenvolvemos en la sociedad.
“El sobrepeso o la obesidad está más permitido en los hombres, vemos en los medios como en vez de criticar lo que dijo una mujer política o empresaria, se critica cómo se veía o cómo se vestía”, explica Arteaga MacKinney.
Si bien una persona puede tener padecimientos como la hipertensión o una falla cardiaca, igual de graves, la obesidad mórbida es más notoria, lo que genera el rechazo.
“Estas generalizaciones para las personas con sobrepeso son muy dañinas. No solamente es la parte social, también es la parte romántica y la autoestima del individuo lo que estamos afectando”, expone el especialista.
El experto llama a concientizar a los padres de familia y tener mucho cuidado en identificar la obesidad en sus hijos, así como a dejar de verla como una característica que dé pie a sobrenombres que afecten la autoestima del menor de edad.
“Es más importante concientizar a los papás. Vemos en muchos casos papás que toman la parte de la agresividad, de decirle ‘qué gordo estás’ al niño, mira, ‘el marranito’, ‘el puerquito, ‘te acabas todo’.
“Por eso creo que es bien importante que también los papás reconozcan esto. Que nuestro hijo padezca esta obesidad es un tema complejo y hay que considerarlo como una enfermedad”, explica Arteaga.