Con los cimientos del “segundo piso de la transformación” listos para que Claudia Sheinbaum Pardo erija su proyecto de nación luego de presentar a sus principales colaboradores y las estrategias fundamentales a desarrollar en los próximos seis años, comienza la cuenta regresiva para que una mujer tome el poder por primera vez en la historia desde que se instauró la República mexicana. La cita es el 1 de octubre de 2024.
Después de 90 días de campaña y tres meses de transición, la presidenta electa se encamina a consolidar lo realizado en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien culmina su mandato con inmejorables índices de aprobación y la gran asignatura pendiente de resolver el caso Ayotzinapa, según lo reconoció él mismo al rendir su sexto y último Informe de Gobierno.
No obstante este legado, la política de 62 años delinea su impronta con la creación de dos dependencias que evidencian el paso de una mujer científica por la silla presidencial: el surgimiento de la Secretaría de las Mujeres a partir del Instituto Nacional de las Mujeres y la transformación del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías en la Secretaría de Ciencia, Tecnología, Humanidades e Innovación.
Para concretar su plan de trabajo, la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México propone “100 pasos para la transformación”, designio que busca constituir una República democrática, justa, honesta, libre, participativa, responsable, fraterna, educadora, humanista, científica, lectora, cultural, sana, con vivienda, de y para las mujeres, con trabajo y salario justo, rural, soberana, con energía sustentable, próspera, conectada, que protege el medio ambiente y sus recursos naturales, con derecho al agua, segura y con justicia.
Lo anterior se despliega en el documento presentado por Sheinbaum Pardo al arranque de las campañas el 1 de mayo desde una Plaza de la Constitución abarrotada por simpatizantes de las fuerzas políticas oficialistas que hoy conforman mayoría en el Congreso de la Unión tras la justa electoral del 2 de junio que dejó 35.9 millones de sufragios a favor de la candidata de Morena y los partidos del Trabajo y Verde Ecologista de México.
La principal apuesta a futuro, de acuerdo con lo redactado, es mantener finanzas sanas y la austeridad republicana a nivel nacional para fomentar la creación de empleos, atraer las inversiones e implementar y fortalecer los programas de ayuda social bajo la máxima morenista de “por el bien de todos, primero los pobres”.
“Tengo claro que no llego yo, llegamos todas, llegamos con nuestras ancestras y con nuestras hijas, tengo claro que me va a corresponder luchar también por las mujeres de México. Como lo dije en mi registro, hoy con sinceridad les digo, amo a mi patria y amo a mi pueblo y vamos a seguir haciendo política con amor, no con odio. No les voy a traicionar, voy a estar a la altura de las circunstancias, y vamos a seguir haciendo de México el mejor país del mundo”, manifestó aquel día la futura mandataria bajo un ardiente sol de primavera.
Poder Judicial renovado y Fuerzas Armadas a disposición, las ‘armas’ de Sheinbaum
El 10 de septiembre pasado, quedó capturado en una fotografía el momento que marca una nueva etapa en materia de representación y paridad de género en el país al mostrar a la próxima comandanta suprema de las Fuerzas Armadas nacionales de pie frente a 21 mil 943 elementos de 28 planteles militares en el Campo Militar 1-C, ubicado al sur de la capital del país.
En su primer mensaje al personal castrense, en cuyos altos mandos no figura en la actualidad ninguna mexicana, Claudia Sheinbaum recordó la capacidad y voluntad de las mujeres para participar en todos los ámbitos. “No somos menos que los hombres; al contrario, somos iguales”, expresó.
A esta postal la enmarcan las críticas de distintos sectores al Gobierno federal por la presunta militarización del país y la aprobación, en lo general, del dictamen de la reforma constitucional para transferir la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional en la Cámara de Diputados.
El avance de las modificaciones de la Constitución con base en el paquete de reformas planteadas por el jefe del Ejecutivo en febrero de 2024 lo encabeza la reforma al Poder Judicial, promulgada en vísperas de la conmemoración del Día de la Independencia, 15 días antes del cambio de poder en México.
La doctora en Ingeniería Ambiental también presidirá una nación en la que se ve inminente la extinción de siete organismos autónomos, incluido el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), órgano autónomo que tiene entre sus principales objetivos garantizar la rendición de cuentas y la transparencia del ejercicio de los recursos públicos.
A la postre de un sexenio marcado por la pandemia de COVID-19, guerras internacionales y un país que aún muestra síntomas de violencia e inseguridad, Sheinbaum Pardo recibirá la banda presidencial de manos de la economista líder de izquierda y presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara baja, Ifigenia Martínez el primer martes de octubre en plena entrada del periodo otoñal.
La investidura contará con la presencia de representantes de al menos 105 países, de los que destaca la participación de 16 mandatarios y de la docente y primera dama de Estados Unidos, Jill Biden.
Su círculo cercano, así será su gabinete
Claudia Sheinbaum ha designado en su gabinete legal y ampliado a figuras relevantes del movimiento que representa y con quienes ha trabajado hombro con hombro en el pasado. Entre los perfiles más prominentes, destacan Ernestina Godoy Ramos, Rosa Icela Rodríguez, Omar García Harfuch, Marcelo Ebrard Casaubon, Luz Elena González, Mario Delgado, Martí Batres, Raquel Buenrostro, Octavio Romeo Oropeza y Tatiana Clouthier.
Rogelio Ramírez de la O, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social; y Ariadna Montiel, secretaria de Bienestar, son algunos de los funcionarios que se mantendrán en su encargo actual.
Aunado a estos colaboradores, la planilla de la Oficina de la Presidencia de la República estará conformada por Lázaro Cárdenas Batel, jefe de dicha área; Carlos Augusto Morales López, secretario particular de la presidenta; Arturo Zaldívar, coordinador general de Política y Gobierno; Carlos Torres Rosas, coordinador general de Programas para el Desarrollo; y Leticia Ramirez Amaya, coordinadora general de Asuntos Intergubernamentales y Participación Social. Aún se desconoce quién estará al frente de la Vocería.
Cabe destacar que Jesús María Tarriba, esposo de la futura presidenta , no ocupará ningún cargo en la administración pública y mantendrá su labor como especialista en riesgos financieros al interior del Banco de México.