Cuajimalpa, omisa ante demanda de preservación de identidad y áreas naturales de la alcaldía

Vecinos de San Pedro Cuajimalpa acusan que autoridades de la alcaldía no han hecho caso a sus demandas de protección del medioambiente ante el crecimiento inmobiliario en la zona, pese a la realización de reuniones y mesas de trabajo
Karina Vargas Karina Vargas Publicado el
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El Concejo del Pueblo Originario e Indígena de San Pedro Cuajimalpa, uno de los cinco pueblos originarios de la alcaldía Cuajimalpa de Morelos, ha manifestado su preocupación y negativa para que se priorice la construcción de desarrollos inmobiliarios en vez de la conservación de las áreas naturales; sin embargo, el Gobierno local, cuyo titular ahora busca gobernar la Ciudad de México (CDMX), no ha respondido de manera efectiva a estas solicitudes.

Como parte de las acciones para visibilizar su inconformidad, integrantes del Concejo colocaron el 6 de noviembre listones con la leyenda “Árbol resguardado por vecinos originarios del Pueblo de San Pedro Cuajimalpa” en 60 especies amenazadas por su proximidad a nuevas edificaciones e hicieron entrega de firmas de habitantes de la demarcación para proteger tres árboles en específico.

Entre las demandas de la población, también se encuentra el respeto a su derecho a ser consultados para la realización de nuevas obras en el territorio; inquietud que se expuso en una reunión con autoridades locales como parte de una mesa de trabajo que se llevó a cabo en septiembre de 2023 y a la cual no se le dio seguimiento.

Inicio de la problemática

Jacqueline Martínez, integrante del Concejo del Pueblo Originario e Indígena de San Pedro Cuajimalpa, dice en entrevista con Reporte Índigo, que la inconformidad de las y los habitantes de San Pedro Cuajimalpa inició cuando se podaron dos árboles del centro de la explanada de la alcaldía sin previa notificación ni consulta de la población.

“Simplemente llegó un momento en el que ya no estaban estos árboles, además, comenzamos a cuestionarnos porque, justo un año antes (2022), esa área se rehabilitó con el presupuesto participativo que costó 5 millones de pesos. Se nos hizo raro que, siendo un área recién rehabilitada, no estuviera presente la parte del arbolado”, menciona.

La denunciante señala que, a partir de lo anterior, se convocó a una reunión con Carlos Zarza Segura, director General de Sustentabilidad, Recursos Naturales y Áreas Protegidas del Gobierno de Cuajimalpa, de la que se concluyó que existía en el área una plaga de gusano descortezador, un tipo de polilla muy pequeña que se asienta por debajo de la corteza de los árboles para alimentarse, lo que provoca que el árbol se seque en un lapso de 12 a 15 días. No obstante, no todos los árboles de la explanada se talaron ni se podaron.

“Vamos a seguir manifestándonos en forma pacífica sin un fin político ni de lucro, no queremos que nos pase lo mismo que a otros pueblos, no queremos desaparecer y muchos de los pobladores estamos conectados con el mismo sentimiento de amor a la tierra. No buscamos confrontamiento”
Jacqueline MartínezIntegrante del Concejo del Pueblo Originario e Indígena de San Pedro Cuajimalpa

“Eso despertó nuestra preocupación, pues esos árboles que se veían sanos fueron talados y los que se ven completamente secos y con plaga siguen ahí. Se le cuestionó esa parte y nos comentó que ellos estaban realizando un censo de los árboles urbanos en Cuajimalpa y observaron que esa plaga estaba creciendo, pero que no tenían los recursos para comprar los plaguicidas necesarios para resguardarlos”, comenta.

De este modo, de acuerdo con lo dicho por Zarza Segura, cuando se identifica un árbol con plaga, al no haber presupuesto para atenderlo, la decisión es talarlo.

A manera de protesta, el Concejo del Pueblo Originario e Indígena de San Pedro Cuajimalpa realizó una velada con el objetivo de llamar la atención de las autoridades y pueda resarcir el daño, ya que se trata de especies centenarias. La respuesta fue la plantación de árboles jóvenes.

“No es tan sencillo como poner otro árbol y ya. Estos árboles son parte también de la identidad del pueblo, incluso nuestro símbolo, nuestro escudo, es un árbol, y nuestro nombre (Cuajimalpa) significa ‘sobre las astillas de madera’. Entonces la relación que tenemos con la naturaleza, como pueblo, es muy cercana”, comenta.

Impacto del crecimiento inmobiliario

A la par de los señalamientos mencionados, Jacqueline Martínez advierte que vecinos comenzaron a reportar otro problema: la tala, en horarios nocturnos, de árboles cercanos a construcciones inmobiliarias.

Lo anterior se planteó en la reunión con el director de Sustentabilidad, Recursos Naturales y Áreas Protegidas, quien se comprometió a que la alcaldía emprendería acciones para atender la inquietud; sin embargo,  esa promesa sigue pendiente.

“Seguimos en espera de esas acciones, pero, por otro lado, el pueblo decidió tomar sus propias acciones, que fue resguardar de una manera más visual los árboles, que las personas y las inmobiliarias sepan que nosotros como pobladores estamos al pendiente de lo que sucede en nuestro territorio”, precisa.

Añade que, por parte del Gobierno de la Ciudad de México, se realizó una mesa de trabajo a la que se convocó a las autoridades de la demarcación territorial y de la Secretaría del Medio Ambiente, en donde se les mostraron datos del censo y otra información que califica como “vaga”, pero no hubo un compromiso de atender las demandas de resguardo y preservación.

“Vamos a seguir manifestándonos en forma pacífica sin un fin político ni de lucro, no queremos que nos pase lo mismo que a otros pueblos, no queremos desaparecer y muchos de los pobladores estamos conectados con el mismo sentimiento de amor a la tierra. No buscamos confrontamiento”, concluye Jacqueline Martínez.

¿Qué dice la ley?

La Ley de Derechos de los Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes en la CDMX establece, en su artículo 13, que es obligación de las alcaldías promover la participación de los pueblos, barrios y comunidades en los asuntos públicos de la demarcación territorial, a través de la creación de instancias de participación e instrumentos de política pública.

“Las alcaldías preservarán el patrimonio, las culturas, identidades y festividades de los pueblos, barrios y comunidades en su demarcación territorial, siempre en un nivel de coordinación, acompañamiento y coadyuvancia con ellos mismos.

“Adicionalmente establecerán los mecanismos o sistemas que faciliten o permitan que los mencionados sujetos colectivos de derecho preserven, revitalicen, desarrollen, utilicen, fomenten, mantengan y transmitan sus tradiciones, expresiones culturales, historias, lenguas, filosofías, sistemas de escritura y literaturas, y a atribuir nombres a sus comunidades, lugares y personas”, señala dicha disposición.

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