“Los delincuentes optan por crímenes cibernéticos en plataformas digitales porque pueden llegar a más personas y, corren menos riesgos”, asegura el inspector Édgar Martínez, subdirector de la Unidad de Policía Cibernética.
“La penalidad por cometer un secuestro en físico es muy grande comparando, por ejemplo, con lo que podemos llamar un secuestro virtual, por lo tanto, el nivel de riesgo que puede tener una persona llevando a cabo crímenes cibernéticos es menor.
“También, al tener más oportunidad de llegar a más personas, se vuelve más redituable, ya pueden realizar varias llamadas de extorsión o de secuestro virtual de manera simultánea”, explica el oficial
Otro punto es el secuestro de información de las empresas o ransomware, que consiste en robar estos datos y cobrar por su recuperación.
“El tema sofisticado de los delitos cibernéticos podría ser, por ejemplo, el secuestro de la información de un hospital. ¿Qué pasa si ahora tenemos el paperless o mundo sin papel, en vez de tener la bitácora de la hora de los medicamentos de una persona hospitalizada? ¿Saber a cuál es alérgico? ¿Cuándo tiene un procedimiento muy importante?, si alguien llega a secuestrar el servidor de esta información, y no está disponible, las enfermeras no podrían atender a todos los pacientes”, afirma.
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