El secretario de Seguridad Pública de Nuevo León, Aldo Fasci, anunció una limpia en la dependencia que encabeza por actos corruptos y vínculos con el crimen organizado y el gobernador Jaime Rodríguez Calderón tiene en sus manos el rumbo que tomará.
El funcionario desmintió los rumores de una posible renuncia a su cargo, al tiempo que destapó la corrupción y nexos con la delincuencia organizada que existe al interior de la dependencia y pidió que se investigue para separar o cesar al personal. De esta acción dependió su permanencia, fue una condición para “El Bronco”.
“Yo no he presentado la renuncia, pero sí necesito el apoyo del gobernador (…) Yo le comenté al Gobernador que necesito su apoyo, él va a evaluar, y él toma la decisión”, aclaró a las afueras de Palacio de Gobierno, tras la reunión diaria de seguridad.
Fasci reiteró que el responsable de la administración pública en Nuevo León es Jaime Rodríguez, quien al ser su jefe tiene la decisión de mantenerlo o no en su puesto.
“Y si no, pues no va pasar nada, entonces para qué me quiere. Le pedí su apoyo en este tema y yo espero que nos lo dé, porque es un tema difícil, complicado, y no lo podemos dejar así”, dijo.
Aunque Fasci se rehusó a revelar nombres, dio a conocer que siete funcionarios fueron destituidos.
“Ordené la destitución de siete servidores públicos de la Dirección General de Administración, también el resguardo y el aseguramiento de las oficinas y de toda la documentación”, expresó respecto al área que ha manejado Francisco Estrada
Añadió que en total 80 personas de diferentes cargos de la Administración Penitenciaria, área policial y administrativa, serán cesadas e investigadas, para lo cual ya se presentaron denuncias ante la Fiscalía General de la República.
“Se presentaron denuncias ante la Fiscalía General de la República por posibles actos de corrupción de exfuncionarios de la Administración Penitenciaria y vamos a presentar en el transcurso de estos días, denuncias para la investigación de personal que tiene relación con el crimen organizado”, adelantó.
Fasci acusó la presencia de armas en los penales y pruebas de confianza que no pasaron, por lo que reiteró sus intenciones de limpiar la corporación de quienes tienen o tuvieron nexos con el crimen organizado, mismos que la administración anterior no destituyó.
“Debo decirles que encontramos hasta armas en los penales; también encontramos pruebas de confianza que no pasaron y que increíblemente nadie los corrió. Se tiene que investigar la negligencia de anteriores autoridades”
“Se tiene que investigar la negligencia de anteriores autoridades”, dijo.
Crisis al descubierto
Aldo Fasci se convirtió en secretario de Seguridad Pública apenas el 6 de noviembre de 2018. Con casi dos meses en el cargo dejó abierta la posibilidad de su renuncia y puso al descubierto la crisis en la dependencia a su cargo.
Fasci es sucesor de Bernardo González Garza, quien fue designado presidente del Concejo Municipal de Monterrey.
El nombramiento de Fasci fue tan repentino como la salida de su antecesor.
La mañana del 5 de noviembre González acudió a comparecer como secretario de Seguridad Pública durante la Glosa del tercer informe de Gobierno de “El Bronco” en el Congreso. Por la tarde renunció a su cargo y en la noche fue designado como presidente del Concejo Municipal.
Fasci y González hablaban de continuidad de proyectos y programas pero hoy es evidente una crisis en la Secretaría de Seguridad Pública.
Al ser cuestionado si abandonó la Secretaría de Seguridad en un momento crítico en Nuevo León, Bernardo González argumentó que su sucesor tiene experiencia en el cargo.
“Llega una persona a suplir con amplio conocimiento del tema, ya fue secretario de Seguridad Pública y le dije que ojalá pueda darle continuidad a cada uno de los programas. Creo que Aldo Fasci va seguir con todos los planes”, había expresado en entrevista con Reporte Índigo el presidente del Concejo Municipal.
Fasci, incluso, había dicho que en la Secretaría de Seguridad Pública no habría mayores movimientos ya que seguirán como subsecretario Fernando Garza Morales y en la comisaría General de la Policía Estatal Fuerza Civil, Norma Leticia Platas
La Dirección General de Administración en la que ocurrió la destitución de siete servidores públicos había sido manejada por Francisco Estrada, quien es muy cercano a Jesús Hernández, el encargado del Despacho de la Contraloría y Transparencia Gubernamental del Estado de Nuevo León.
Hernández, a su vez, es amigo y colaborador cercano de Jaime Rodríguez. Fue Tesorero de “El Bronco” en la Alcaldía de García y después fue su sucesor en el cargo, cuando ambos todavía eran militantes del PRI.
En el gobierno estatal, ya como independientes, Rodríguez Calderón lo nombró director de Fiscalización en la Tesorería; luego, fue subsecretario de Administración, y después subsecretario de Educación.
La limpia ante el crimen y corrupción que invade a la Secretaría de Seguridad Pública está anunciada y a quiénes afectará y hasta dónde apoyará “El Bronco” a Aldo Fasci está por verse.