‘Crimen será asunto de salud’ aborda Gerardo Laveaga

La tesis central del libro de Gerardo Laveaga indica que la biología se está tomando en cuenta cada vez más en el campo de la política y el derecho, de tal manera que los seres humanos somos máquinas biológicas que actuamos de acuerdo con la producción de sustancias en nuestro cerebro
Julio Ramírez Julio Ramírez Publicado el
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Donde hay jueces y peritos hoy, el día de mañana habrá médicos y los culpables en vez de ser recluidos en una prisión deberán someterse a un tratamiento por la falta o el exceso de alguna sustancia en su química cerebral, afirma el escritor Gerardo Laveaga.

Gerardo Laveaga, quien ha ocupado importantes cargos públicos, como la presidencia del entonces Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), entre otros, se define como un escritor que ha realizado novelas y ahora ensayo con Leyes, neuronas y hormonas (Taurus, 2021).

Para el escritor, donde hoy hay juzgadores, abogados y peritos para juzgar a personas adictas a las drogas o criminales, mañana habrá médicos que se encargarán de revisar la sustancias de nuestro cerebro y las conexiones neuronales para establecer fisiológicamente por qué necesitamos de esas sustancias.

De la misma manera, se podrá establecer qué sustancia nos hace falta para dejar de ser criminales. Esta tesis de que la biología estará cada vez más ligada con temas de derecho y política es tema central de su nuevo libro publicado en la editorial Taurus.

Comenta que en un futuro, quizás en unos 30 años, las nuevas generaciones se burlarán de la manera en que hoy tratamos a la gente que tiene comportamiento criminal. No podrán creer que se encierra a gente que no genera suficiente dopamina, llamada la hormona del placer, y que consume drogas. Una visión que rompe de manera rotunda con las cosas como hoy las vemos.

“Yo estoy seguro que el crimen violento va a ser un tema de salud pública en el futuro. Yo estoy convencido de que en el futuro los jueces no van a ser abogados, van a ser farmacólogos, químicos, y nos van a decir, señores, lo que usted necesite subir aquí o bajar acá. La gente que se droga no busca heroína o cocaína, busca la dopamina que no logra liberar, y todos los soldados, los policías, los marinos, los jueces, los magistrados, las cárceles, que hoy utilizamos para combatir eso, nos van a aparecer en unos años algo horroroso”.

La ciencia en el ámbito jurídico para Gerardo Laveaga

Gerardo Laveaga explica que los conocimientos de la biología y la ciencia en general comienzan a aportar más en el ámbito del derecho y la política. En realidad, a lo largo de la historia se ha tomado cada vez más en cuenta a la ciencia en el ámbito jurídico.

Si bien, antes se creía que la lluvia y los destinos de los pueblos estaban vinculados con rituales, poco a poco la sociedad avanza y, gracias a la ciencia, se sabe que existen muchos factores que determinan la ocurrencia de lluvias, huracanes y otros.

Así, el paradigma del derecho sufrirá un cambio en los próximos años y las conductas delictivas en vez de tratarse con peritos y jueces, serán llevadas por los médicos.

“Las leyes durante mucho tiempo han pretendido ser las que rigen la conducta de los seres humanos y hoy estamos descubriendo que no son las leyes, que son las neuronas, que son las hormonas, que lo que hacemos o dejamos de hacer, no es por la norma jurídica, no es porque haya una prohibición o una orden, lo hacemos porque nuestras neuronas y nuestras hormonas, porque nuestros genes, determinan lo que hacemos”
Gerardo LaveagaEscritor

Los seres humanos somos máquinas biológicas que tenemos algún comportamiento de acuerdo con la producción de sustancias que hay en nuestro cerebro. Pasa en otras especies también, como algunos ensayos en ratones han dado cuenta de que la poligamia o cierto apego se produce con la presencia de algunas sustancias.

“El ratón de montaña es polígamo, el ratón de campo de esta especie es monógamo. Cuando han inyectado al ratón de montaña oxitocina y vasopresina, se vuelve monógamo. Es decir que las sustancias químicas nos determinan. El derecho no es el que nos hace fieles o nos hace honestos o nos hace gente correcta o moral”, explica el autor al hablar de un experimento universitario.

Derecho a la intimidad

Asimismo, se plantea una contraposición entre el derecho a la intimidad cuando alguien quiera conocer nuestra producción de sustancias para un fin específico, cosa que iremos discutiendo en estos años.

“En el futuro, yo tendría derecho a saber si la mujer con la que me voy a casar tiene suficiente oxitocina, ¿va a ser una madre amorosa o va a abandonar a sus hijos cuando nazcan? Y quiero saber si tiene lo suficiente tal o cual sustancia, y me parece que así va a ser, y esto genera problemas. Sí. De carácter jurídico, porque mi derecho a la intimidad se va a contraponer al derecho que tú tienes de saber si me contratas o no”, expone Gerardo Laveaga al hipotetizar sobre cómo será el futuro con estos conocimientos.

Asimismo, en el futuro se podría saber si una persona tiende a cometer delitos debido a la producción de sustancias en el cerebro.

“Lo mismo va a pasar en el futuro cuando puedan localizar qué sustancia y qué zonas se activan o no se activan, y el tema del crimen violento ya no va a ser un tema del derecho penal, va a ser un tema de salud pública. Si hoy anda un asesino por mi colonia, qué bueno que lo pesquen y lo metan en un calabozo, qué miedo que me vaya a degollar en el camino, pero eso no va a pasar en el futuro. En el futuro va a ser un enfermo que tendrá que ser rehabilitado y curado”, expone.

Los asesinos y los criminales en el futuro no podrán ser encerrados, más bien serán reinsertados al ofrecerles la sustancia que les falte en su química cerebral y de esa manera habrá una verdadera reinserción, como hoy claramente es imposible hacerlo.

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