Crematorios, la otra línea de batalla contra el Covid-19
La labor de los crematorios cobró una mayor importancia en la pandemia del Covid-19, desde su trinchera los empleados de estos lugares comparten su experiencia y adaptación a las medidas de seguridad para evitar contagios
Montserrat SánchezLa pandemia del Covid-19 en el país no solo es una importante prueba para el personal médico. Existen otras labores esenciales para enfrentarla, es el caso de los trabajadores de funerarias y crematorios, encargados de acompañar a los familiares en su duelo y en dar el último adiós a los fallecidos.
Desde esta línea de batalla, el sector funerario público y privado tuvo que adaptarse con medidas de seguridad necesarias para realizar su labor. Además, ha visto una alta demanda en sus servicios por los casos de personas que fallecen a causa del virus.
La tarea que llevan a cabo los crematorios tomó mayor relevancia debido a que en la Guía de manejo de cadáveres por Covid-19 SARS CoV-2 en México, elaborada por la Secretaría de Salud federal, refiere que la disposición final de los cadáveres debe ser pronta y preferiblemente mediante cremación.
Roberto Palomo Regino, jefe de la Unidad Departamental de Panteones de la Alcaldía de Xochimilco, comenta que desde que inició la actual emergencia, una de las medidas personales que adoptó fue dejar de tener contacto con su familia para no arriesgarlos a un posible contagio.
“Entiendo que mi trabajo actualmente es prioridad, por eso la mayor parte de los días estoy acá en el panteón, a mi casa solo voy a lavar mi ropa, a bañarme y descansar un rato para luego volver al trabajo”, menciona.
Por su parte, Alejandro Sosa, vocero y director de operaciones de servicios funerarios Gayosso, comenta que por prescindir de personal vulnerable, la empresa optó por hacer contrataciones temporales para cubrir dichas vacantes.
A inicios de mayo, la alcaldía de Xochimilco anunció la disposición de dos crematorios en el panteón Xilotepec para otorgar servicio gratuito a familiares de personas que hayan fallecido a causa del Covid-19, sin importar la demarcación donde se haya registrado el deceso.
Desde el interior del panteón, Roberto afirma que nunca pensó vivir la experiencia de recibir a tantas personas que murieron por un virus.
“Sabemos que estar en fase 3 significa que los contagios y las muertes van a aumentar, la verdad es que ya lo estamos viendo pues en abril se registraron 84 casos y para las primeras dos semanas de mayo ya eran 56”, detalla.
De acuerdo con Palomo Regino, el proceso de su trabajo inicia desde que el Centro de Comando, Control, Comunicación, Computo y Contacto ciudadano de la Ciudad de México (C5) canaliza a los solicitantes al panteón.
Para dar facilidad en el papeleo, Roberto indica la lista de requisitos con los que deben acudir, que son Certificado Médico de Defunción (Covid-19; SARS COV2 o probable), identificación vigente del familiar, orden para cremación del Registro Civil y copia del acta de defunción.
Protección al personal de crematorios
Un proceso de cremación conlleva el trabajo de tramitación –que se realiza en la oficina–, la vigilancia y la desintegración del cuerpo. Para cumplir con todas estas etapas, Roberto indica que intervienen entre 24 y 30 personas.
De tres a cuatro horas es la duración que tiene la cremación de un cadáver. El jefe de la Unidad de Panteones de Xochimilco agrega que en el panteón Xilotepec mantienen actividades las 24 horas del día repartidas en tres turnos de trabajo.
Palomo explica que como acción fundamental, mantienen los cuidados necesarios al momento de trabajar con personas fallecidas por Covid-19.
Con respecto al cuidado que se le da al personal, Roberto señala que desde el inicio de la fase 1, a mediados de marzo, se envió a sus hogares a trabajadores de mayor riesgo como empleados de la tercera edad, mujeres embarazadas o aquellos que padecieran alguna enfermedad crónica.
“Que no quepa duda que tenemos el equipo necesario para hacer la actividad normal, optamos también por rolar a la gente para que no se cansen y sobre todo darles apoyo moral, que no se sientan solos, que sepan que estamos juntos y que vamos a salir bien. Afortunadamente hasta ahora ninguno de los trabajadores se ha enfermado y eso para mí es señal de que estamos manejando bien la situación y las medidas sanitarias”, afirma Roberto.
El sector funerario de crematorios ve un aumento en la demanda de sus servicios y debe enfrentar la ausencia de personal que fue enviado a casa por pertenecer a sectores vulnerables
Con guantes, caretas, goggles, trajes especiales, botas de hule y el uso de sanitizante y gel antibacterial son las herramientas con las que todas las áreas del panteón trabajan para reducir el riesgo de contagio.
Para Roberto la importancia de su trabajo no está en duda pues desde el crematorio asegura que tiene una oportunidad de brindar apoyo a la comunidad aun en momentos difíciles.
“Desde que llegué a este lugar estoy muy convencido de que mi función es ayudar a la gente y sí, me siento bien presionado, luego no paran las llamadas de servicios funerarios pero sé que vamos a poder darle un servicio digno a todas las personas que son valiosas y se merecen un último trato humano”, sentencia.