El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que hace un año se consolidó como partido al participar en las elecciones en Nuevo León, está sumergido en una disputa interna entre diferentes corrientes por el control de esta organización política.
El ahora presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), logró obtener 748 mil 104 votos en la entidad neoleonesa, así como ocho diputaciones y una alcaldía, la del municipio de Montemorelos.
Morena, fuerza política que prácticamente está conformada por exmilitantes del PAN y PRI, no ha logrado mantenerse unida.
La lucha interna se agudizará aún más conforme se acerque el mes de noviembre, fecha en la cual arranca el proceso para la renovación del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, que hoy encabeza Bertha Alicia Puga Luévano.
La elección se lleva a cabo cada tres años. Puga Luévano, junto con los militantes Froylán Yescas, Horacio Flores y René Mantecón han conformado un grupo de poder, conocido como “Los Morenos”, para tener el control de este partido.
No es esta la manera de hacer política de acuerdo con lo que ha hecho Andrés Manuel
Pero existe un nuevo grupo que lucha por tener presencia en el Comité Ejecutivo Estatal del partido guinda, y con esto lograr un control con miras a la elección local en 2021 para impulsar sus candidaturas para gobernador, alcaldes y diputados.
Se trata de una mezcla de priistas y panistas como Rafael Zarazúa, Miguel Ángel García, Álvaro Suárez, David Guerrero y Carlos Suárez, así como Ramiro Alvarado, cercano a la diputada de Morena, Julia Espinosa de los Monteros.
El pasado 13 de julio fue más que evidente la división interna que existe, cuando se realizó una reunión de militancia de Morena con Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional del partido, y que está en busca de la dirigencia nacional.
La reunión terminó a golpes después de que dos aspirantes a la dirigencia estatal se enfrentaran: Horacio Flores empujó a su compañero Julio Lanestosa, “El Capi”, quien iba tomar la palabra.
Lanestosa acusó a Bertha Puga, Grecia Benavides y Froylán Yescas de impedirle hablar sobre las críticas al partido y, según él, en el evento había acarreados.
“Le cedí la palabra a dos personas adultas, entonces, vi que se hacen señas Bertha Puga, Grecia Benavides y Froylán Yescas, que éste es un sinvergüenza que ha estado desbaratando lo que es Morena Nuevo León. Pedí la palabra porque quería denunciar algunas cosas que me consta. Quería decir que hay una base de Morena muy fuerte que quiere participar y esta mafia local no la deja”, denunció.
La bancada de Morena en el Congreso no se salva
Un mes después de que se instaló la bancada de Morena en el Congreso local, que por primera vez en la vida política de Nuevo León alcanzó curules, llegó una fractura interna entre los diputados.
La disputa que libraban grupos de expriistas por el control del partido en Nuevo León provocó la destitución de Claudia Tapia como coordinadora de la bancada de Morena en el Congreso estatal, tras una reunión que encabezó el expriista Rafael Zarazúa, ahora operador de Morena en Nuevo León.
Tapia Castelo fue reemplazada por el expriista Ramiro González Gutiérrez, quien era líder de la CNOP de Apodaca y colaborador del exalcalde Benito Caballero y de Carlos Barona, dirigente estatal cenopista.
La propia Bertha Alicia, dirigente estatal de Morena, confirmó la decisión de los diputados de cambiar como su coordinadora a Claudia Tapia. Los morenistas Celia Alonso y Juan Carlos Leal, este último militante del PES, felicitaron al expriista por su nuevo cargo.
En el órgano legislativo local votaron en favor del aumento a impuestos vehiculares, la tarifa de transporte público y la Ley Antiaborto, sin importar que el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha manifestado en contra cualquier aumento y promueve el derecho a decidir.
Este grupo de legisladores ha tenido diferencias con los diputados Luis Armando Torres, Bonifacio de la Garza y Claudia Tapia Castelo, quienes promueven en Nuevo León la agenda morenista del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Incluso, el diputado Juan Carlos Leal Segovia fue expulsado de la bancada y del partido por orden de la Comisión Nacional de Honor y Justicia, tras utilizar lenguaje discriminatorio contra la comunidad homosexual.
Los legisladores de Morena de Nuevo León han perdido credibilidad por sus múltiples enfrentamientos y traiciones internas, lo que podría traducirse en un desprestigio con miras a las elecciones del 2021 y a la renovación de la dirigencia estatal.
