Corrupción en el radar

Al frente del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México está un personaje con un pasado oscuro.

El director general adjunto de la terminal aérea más importante del país, tiene un expediente negro. Un pasado de presunta corrupción. 

Rafael Castro González estuvo involucrado en noviembre del 2010 en un escándalo entre una empresa farmacéutica en la que laboraba, y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Armando Estrop Armando Estrop Publicado el
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En los últimos años el AICM ha estado en el ojo del huracán porque el crimen organizado ha alcanzado a sobrecargos y elementos de la Policía Federal
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Al frente del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México está un personaje con un pasado oscuro.

El director general adjunto de la terminal aérea más importante del país, tiene un expediente negro. Un pasado de presunta corrupción. 

Rafael Castro González estuvo involucrado en noviembre del 2010 en un escándalo entre una empresa farmacéutica en la que laboraba, y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Desde su puesto directivo en los laboratorios Novartis compró a funcionarios para obtener información confidencial de una licitación para la venta de medicamentos por 80 millones de pesos. 

Ahora está en un cargo que depende de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

El caso fue un escándalo en la televisión mexicana. 

En el noticiero nocturno de Televisa se dieron a conocer durante varios días las grabaciones de llamadas telefónicas entre Castro González y César Mora Eguiarte, coordinador de Adquisición y Bienes y Contratación de Servicios del IMSS, donde quedó evidenciado el acto de corrupción.

El tema fue escalando e incluso el IMSS destituyó a Mora Eguiarte e inició una averiguación previa ante la Procuraduría General de la República. 

Rafael Castro González tuvo una salida decorosa de la empresa Novartis y se refugió en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE).

Derivado de la llamada no solo la PGR investigó el caso, la Secretaría de la Función Pública también inició una investigación sobre el proceso de adquisiciones en el IMSS, e incluso el posible enriquecimiento de los funcionarios involucrados.

Las investigaciones llegaron hasta la Comisión Federal de Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) pues en las llamadas se mencionaba al titular de entonces, Miguel Ángel Toscano, quien se deslindó y no fue responsabilizado.

En defensa del funcionario del IMSS salió Carlos Abelleyra, entonces presidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), y dijo que era él, y no el directivo del Seguro Social quien hablaba con el representante de Novartis.

Al sacar la cara por su amigo las cosas se complicaron. Fue despedido de su trabajo.

En una segunda llamada que se dio a conocer que se mencionaba a Alejandro Kuri, que después se supo trabajaba en los laboratorios Stendhal y también fue destituido por el mismo problema. 

Tres de los personajes involucrados se quedaban sin trabajo por las sospechas en su contra. 

En todo momento se alegó que era una llamada entre particulares y que se había obtenido de forma ilegal. Ningún argumento fue válido. Todos quedaron destituidos de sus puestos. 

Todo menos quien hoy está de directivo en el Aeropuerto.

En el laboratorio Novartis se dijeron “sorprendidos” por las grabaciones y aseguraron que investigarían al fondo el caso. Su representante duró hasta marzo del 2011 en el cargo.

La mayoría de los medios de comunicación nacionales se metieron de lleno al tema.

Al dejar su trabajo en el laboratorio, Rafael Castro se encargó durante todo el 2011 de la comunicación interna y externa del Centro de Estudios IPADE.

En un perfil académico y curricular que él mismo hizo público reconoce que antes de todo el caso de Novartis estuvo en la administración pública. 

Ocupó el cargo de secretario particular del titular de Fonatur y estuvo en Nacional Financiera. 

Tres años en retiro

El pasado 3 de julio Rafael Castro fue nombrado director adjunto del Aeropuerto de la Ciudad de México. El anuncio lo hizo el propio AICM pero para todos pasó desapercibido el nombre del nuevo funcionario. 

Después de pasar tres años en el anonimato por el pago pactado para obtener información privilegiada sobre una licitación, hoy es el encargado de los tratos comerciales de publicidad en el AICM y de la renta de locales y estacionamientos.

Además de que será el encargado de administrar el pago de la Tarifa Única de Uso de Aeropuerto (TUA). Otros servicios que se cobran son el aterrizaje, las plataformas de embarque y desembarque, plataformas de estacionamiento y las pernoctas de las aeronaves, entre otras.

Si se consulta el portal de transparencia del AICM se puede encontrar que la remuneración del polémico funcionario es de 95 mil 354 pesos mensuales antes de impuestos, como director general adjunto Comercial y de Servicios Laborales.

A principios de agosto inauguró junto a las autoridades del estado de Guerrero la exposición artesanal y gastronómica Flor y Color.

La llamada que lo implicó

Una comunicación telefónica se convirtió en prueba del presunto cohecho que el directivo de Novartis realizaba con un funcionario del IMSS para obtener  información sobre una licitación   

La famosa llamada se dio a conocer el 9 de noviembre por la noche en el noticiero estelar. 

Ahí lo primero que se dijo es que la voz que aparecía era de Rafael Castro, el nuevo directivo del aeropuerto y el funcionario del IMSS. Posteriormente se dijo que no era el funcionario, que era el otro empresario, de nombre Carlos Abelleyra. 

Finalmente jamás se aclaró públicamente quién realmente era el interlocutor del representante de Novartis. 

Ese personaje siempre fue Rafael Castro. De eso nunca hubo dudas.

Aquí reproducimos la trascripción en texto de un fragmento de la llamada:

¿?: (La licitación) se publica el día 11 de noviembre, la clave va a ser por 80 millones y va a ser una licitación específica para eso.

RC: Nada más, perfecto.

¿?: Nada más…luego tú y yo nos ponemos de acuerdo con el tema de, no sé, cuánto.

RC: Ustedes hablaban de, te acuerdas que hablabas si estaba en 20, hablaban de cuatro pesos, me acuerdo. Perdón, no, 40 centavos, este, que era, era muy poco ¿no?

Tenemos que hablar de un 3, de entre 3, como de un 4 por ciento ¿no?

¿?: Por lo menos.

RC: Por lo menos, por lo menos entre 4 y 5 por ciento, que creo que lo vamos…

¿?: ¿Sí verdad? Para qué estar pidiendo.

¿?: Si no, no sale.

RC: Y, este, que luego ya vemos cómo lo operamos ¿no?

¿?: Ah sí, eso lo hacemos vía tuya, luego vía mía y te platico, porque ya me dijo quiénes estarían en su caso, en juego.

De haberse concretado la operación, el 5 por ciento de los 80 millones de pesos hubieran sido 4 millones de pesos. 

Eso es lo que se puede entender que hubiera sido la comisión a pagar por el negociador al funcionario del IMSS.

La consecuencia fue la destitución por negligencia administrativa al funcionario del IMSS, de acuerdo al reporte de servidores públicos sancionados –expediente 480/2008– de la Secretaría de la Función Pública.

Los representantes de las empresas se quedaron sin trabajo por las sospechas.

En el Senado de la República se citó a comparecer a Daniel Karam, quien era el director del Instituto Mexicano del Seguro Social en esa fecha.

A través de un punto de acuerdo también se solicitó que se investigaran todas las adquisiciones y licitaciones del IMSS.

Y más, en su cuenta de Twitter el expresidente Felipe Calderón dio instrucciones de que se investigara el caso a fondo.

“He dado instrucciones para que se investigue a fondo la posible corrupción en el IMSS y se castigue a quienes resulten responsables”, decía el tuit presidencial.

El secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, dijo entonces que no solo se había destituido al funcionario del IMSS presuntamente involucrado, sino que se le habían asegurado documentos y computadoras para poder hacer una investigación de todos los detalles.

“Es una licitación que, según entendemos, se iba a publicar el día 11 de noviembre. Ya aseguramos la documentación que hay ahí; computadoras, teléfonos celulares, todo lo que nos pueda dar elementos para poder rastrear cualquier acto ilícito que se haya hecho y poder tener mayor precisión, porque con el tema de la grabación vamos a investigar algunas dudas”, expresó el hoy senador panista.

El Instituto Mexicano del Seguro Social ratificó la denuncia AP-PGR-DDF/SPE/XXXXI/4933/10-11 enarbolando su compromiso con la transparencia. 

La denuncia fue hecha contra quien resultara responsable por el posible delito de daño a la nación o peculado.

Negocios jugosos

El 25 de junio del 2012 en la Terminal 2 del Aeropuerto hubo una balacera entre policías federales. El resultado fue tres policías muertos

El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México siempre ha sido escenario de decomisos de cocaína, pseudoefedrina y detención de peligrosos delincuentes.

Es un espacio donde conviven miles de personas y se hacen negocios lícitos e ilícitos.

Despedidas, lágrimas, risas y abrazos son comunes.

Tuvo un movimiento promedio de 2 millones 884 mil 472 pasajeros entre nacionales y extranjeros en el mes de agosto. Ahí se encuentra la más larga variedad de casas de cambio de todo el país.

Hay tiendas, farmacias, restaurantes y hasta un par de hoteles. Es en toda la extensión de la palabra, un centro internacional de negocios.

En los últimos años ha estado en el ojo del huracán porque la corrupción del crimen organizado a alcanzado sobrecargos y hasta a elementos de la Policía Federal.

En agosto de este año, de acuerdo a un documento de la Comisión Nacional de Seguridad, en la terminal aérea capitalina se habían detenido en los primeros seis meses del 2013 tan sólo a 19 probables responsables del delito de narcotráfico o lavado de dinero.

Se decomisaron 496 mil 925 dólares en efectivo, 16 mil 430 euros y 87 mil pesos colombianos que intentaron ser sacados de México de manera ilícita en vuelos comerciales.

Las aerolíneas han intensificado del 2011 a la fecha la revisión del equipaje de sobrecargos por el elevado número de detenidos por el delito de tráfico de drogas.

El 25 de junio del 2012 en la Terminal 2 del Aeropuerto hubo una balacera entre policías federales. El resultado fue tres policías muertos.

Las investigaciones indicaron que el enfrentamiento fue por una investigación de corrupción policial. Hay múltiples versiones. Lo que las cámaras de circuito cerrado  grabaron fue un enfrentamiento entre elementos de la misma corporación.

Como muchos incidentes que suceden en el aeropuerto, este asunto se fue olvidando poco a poco.

Recientemente el periodista Óscar Balderas descubrió una red de trata de personas que opera en el aeropuerto. Entrevistó a extranjeras víctimas de este delito. 

En su reportaje publicado en el periódico El Universal el 23 de septiembre relata cómo hay toda una red de complicidades en el Aeropuerto. 

Balderas hace una descripción minuciosa del método para que las mujeres de otros países no pasen por los filtros de migración. Todo con consentimiento de los mandos encargados de evitar precisamente esas acciones.

Al entrevistar a Mario Luis Fuentes, director del Centro de Estudios en Desarrollo y Asistencia Social (Ceidas), sobre qué tan infiltradas están las autoridades por esta mafia la respuesta fue: “infiltradísimas”.

Y remató: “Se metieron hasta la cocina. Están infiltradísimos”. 

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