Coronavirus también pone a economía en cuarentena
El mundo se encuentra frente a una compleja situación ante el creciente brote de coronavirus, el cual no sólo aumenta los temores de caer en una desaceleración económica a nivel global, también afecta a cientos de empresas que han tenido que detener sus operaciones
Nayeli Meza OrozcoEl coronavirus está contagiando a la economía global. China estornudó y el resto de los países comenzaron a resfriarse, por lo tanto, mientras no se logre contener la propagación del patógeno, el mundo estará en riesgo.
Se espera que el impacto económico del nuevo brote supere los 40 billones de dólares a nivel mundial, monto que puede aumentar si continúa el cierre de lugares y espacios públicos de los que depende la actividad turística, sobre todo en la capital de Wuhan, de acuerdo con los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por su sigla en inglés).
La cuarentena económica se produce en un momento en que los analistas temían que ocurriera una recesión que tendría como epicentro Estados Unidos a causa de la disputa comercial con el dragón chino, sin embargo, el enemigo que ha sacudido a los mercados de todo el mundo es invisible.
Un análisis elaborado por The Conversation muestra que el impacto económico no está directamente relacionado con el número de personas que se enferman o fallecen, debido a que esto depende casi por completo de los efectos indirectos de las decisiones que toman millones de personas para minimizar sus posibilidades de contraer el virus, como no acudir a lugares públicos o salir de sus casas, aunque esto provoca un deterioro en el consumo y afecta a las ventas del retail.
En el caso de Estados Unidos, aproximadamente 74 por ciento de los adultos están muy o algo preocupados por la propagación del coronavirus en el territorio norteamericano, según un informe del New Morning Consult Economic Intelligence.
La decisión de los gobiernos sobre cómo reaccionar ante la amenaza inyecta nerviosismo, pues al tratarse de un enemigo invisible la medida inmediata para proteger a la población es el cierre de fronteras o cancelación de viajes.
Expertos coinciden en que el brote de Wuhan podría afectar a menos personas en comparación con epidemias pasadas como la del SARS, ébola y la gripe A H1N1, pero el coronavirus tendrá un mayor impacto en la economía global dado que está más interconectada.
La tasa de mortalidad por SARS fue poco menos del 10 por ciento, de acuerdo con datos del gobierno chino.
Entre noviembre de 2002 y julio de 2003, se reportaron cerca de 8 mil 100 casos con 774 muertes en 34 países. En ese momento, el SARS tuvo un impacto negativo en el desarrollo global, aunque en poco tiempo se diluyó.
José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, opina que en este momento el mundo se encuentra en una complicada situación, ya que el virus inyecta un alto grado de incertidumbre.
“El coronavirus está afectando la salud de la economía china y también daña al comercio internacional de manera directa e indirecta. A medida de que se propague más el patógeno, el costo global aumentará, por eso es urgente que se implementen medidas que ayuden a inhibir los temores de los inversionistas”, comenta el profesor investigador.
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Coronavirus: Golpe al dragón chino
Dentro de la ecuación, la economía de China será la más afectada del actual escenario. Los especialistas de LACEN estiman que las pérdidas serán por 90 mil millones de dólares impactando al mercado interno, el cual representa el 39 por ciento del PIB nacional.
Zhang Ming, economista del gobierno chino, adelantó que el coronavirus puede reducir aún más el crecimiento del país en un punto porcentual para ubicarse en 5 por ciento en el primer trimestre de año.
La capital de Wuhan, donde se originó el brote, también sufrirá los estragos, debido a que representa 5.42 por ciento del PIB nacional.
Mientras que para al resto del mundo le dejará una contracción del 0.11 por ciento entre enero y marzo, como consecuencia de la caída en el comercio internacional relacionado con China, tales como el sector turístico, de transporte y servicios de consumo.
Irasema Andrés Dagnini, analista económico financiero, considera que en este momento los mercados están nerviosos, pero algunos inversionistas prefieren mantener cierta cautela hasta conocer un poco cuál será el impacto real y el resultado de las medidas que se están tomando.
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Descalabro al interior
La neumonía de Wuhan ha puesto en jaque a las compañías que operan en el territorio asiático.
De las 500 empresas globales más importantes, más de 300 tienen presencia en la capital de origen del brote de coronavirus.
Dentro de los sectores más afectados con la actual situación destacan el turismo, manufactura, energético, transporte y servicios de consumo.
El virus se dio en un mal momento para China, ya que las vacaciones de fin de semana del Año Nuevo Lunar son uno de los periodos más esperados por el número de visitantes que llegan y la derrama que se genera por los festejos.
Esos recursos hubieran sido de gran ayuda para apoyar a la economía, ya que al cierre del año pasado se desaceleró a su menor ritmo en casi 30 años, luego de haber reportado una expansión del 6 por ciento.
También se suspendieron enlaces de tren y autobús a Wuhan, una ciudad conformada por 11 millones de personas y a la fecha el bloqueo se ha expandido a 17 ciudades con más de 50 millones de habitantes.
En la lista de las empresas que han anunciado cierres temporales están McDonald’s, Starbucks, Didi, Hilton, Pizza Hut, H&M, Ikea, Peugeot Citroen, y Walt Disney.
Las empresas de comida rápida bajaron la cortina en un intento por proteger a sus empleados y evitar una mayor propagación a través de los alimentos.
La cadena de ropa H&M cerró un total de 13 tiendas en la región, mientras que Ikea suspendió las operaciones de su almacén donde trabajan 500 personas.
Disney informó que ofrecerá reembolsos a quienes reservaron boletos y estadías en resorts a través de su plataforma oficial.
En tanto que medios locales dieron a conocer que al menos siete compañías hoteleras, incluidas The Peninsula Hotels, Shangri-La Hotels and Resorts, Hilton y Marriott International, no aplicarán tarifas por cambios o cancelaciones durante el brote. A petición de las autoridades, la empresa de transporte privado Didi suspendió su servicio en Wuhan.
Hacia el exterior, los aeropuertos de todo el mundo comenzaron a controlar la entrada de pasajeros provenientes de China y en algunos casos restringieron los viajes hacia el país o recortaron vuelos, como British Airways.
El coronavirus también puede pesar sobre el mercado laboral, ya que diversas encuestas pronostican que la tasa de desempleo superará el 5.3 por ciento en los siguientes meses.
Amalia Gualestrit, analista financiero, considera que China podrá salir bien librado de esta situación en el largo plazo, pero al menos por ahora el escenario no luce nada alentador.
“Lo que menos le gusta al mercado es la incertidumbre y el efecto por el coronavirus es algo temporal como ya ocurrió anteriormente. Sin embargo, cuando el virus toque techo pesará mucho al crecimiento de China y por ende al del resto del mundo”.
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Mitigar el riesgo
El nerviosismo se ha propagado rápidamente, pero no todas las empresas están perdiendo, en especial aquellas que levantaron la mano para desarrollar una vacuna contra el coronavirus.
Un equipo de científicos en Australia dijo que habían desarrollado con éxito una versión del virus cultivado en laboratorio, según un informe de Reuters.
Las compañías que han anotado importantes ganancias en la bolsa de valores son Inovio Pharmaceuticals, Novavax, y Johnson & Johnson que logró avanzar tras el anuncio de sus planes.
¿Preparados para responder al Coronavirus?
El estornudo de China también se sintió en México pero en menor medida. No obstante, eso no significa que el territorio nacional está a salvo.
Cuando se anunció que el contagio estaba incrementando y se había expandido hacia otros países, el mercado accionario local tuvo una caída de 3.85 por ciento, mientras que el tipo de cambio borró todas las ganancias que había acumulado en lo que iba del año.
Además, al ver que pueden existir repercusiones importantes en la economía mexicana los inversionistas han comenzado a modificar sus carteras de inversión al vender las acciones que están relacionadas con los sectores más expuestos al coronavirus.
Otra de las medidas que se están tomando es hacer coberturas en dólares, aunque esto eleva el tipo de cambio frente al dólar estadounidense. Inversamente se está viendo que sobre los bonos hay una reducción en las tasas de interés porque al mismo tiempo los inversionistas están moviendo parte de su capital del mercado de bonos.
En lo que va de enero, las tasas de interés del bono a 10 años han caído 22 puntos base, en sintonía con que hubo una mayor demanda de papel gubernamental.
Los especialistas del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios explican en un reporte que la cotización de la moneda mexicana y de los precios internacionales de los commodities, sobre todo del crudo, cayeron ante la preocupación de los inversionistas sobre un posible contagio a la actividad económica global.
A inicios de esta semana, la mezcla mexicana cayó en 2.52 por ciento para ubicarse en 49.80 dólares por barril, un nivel no visto desde el 20 de noviembre del año pasado.
En el mismo sentido, el WTI sufrió un descalabro de 2.45 por ciento, a los 52.85 dólares por barril, mientras que el Brent retrocedió 2.80 por ciento, a 58.98 dólares.
Por el contrario, el precio del oro se mantuvo relativamente estable con un alza de 0.72 por ciento para situarse en los mil 582 dólares.
La economista Irasema Andrés Dagnini adelanta que en este momento la recuperación de la economía y de los mercados a nivel internacional será más lenta, pero de manera interna hay varias cartas a favor que se pueden utilizar.
“México sabe que los efectos negativos pueden ser reales y por eso el sector salud se está preparando bien y mejor para hacerle frente a este nuevo virus”, expone la asesora de GAMAA Derivados.
Aprender del pasado
En 2009, México se convirtió en el primer país en reportar un caso de influenza AH1N1 en el continente americano, hecho que provocó una importante desestabilización de manera interna, ya que el país no estaba preparado para hacer frente a una pandemia de ese tipo.
Cifras oficiales mostraron que el virus provocó pérdidas por 49 mil millones de pesos en México, equivalentes al 0.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
El sector turístico fue el más afectado debido a la contingencia sanitaria: aproximadamente 4 mil millones de pesos se perdieron en derrama económica ese año.
Hoy, especialistas consideran que la situación es diferente porque se han mejorado los procesos de atención para este tipo de enfermedades de alta especialización, aunque de manera externa aún hay un riesgo en el mediano plazo: el abasto de medicamentos.
La cadena de suministro farmacéutica mundial podría presentar una serie de complicaciones en los siguientes meses si el virus continúa su expansión y se limitan aún más los viajes y el comercio entre China y sus socios.
En este momento hay dos escenarios: que si el número de personas infectadas crece, el pánico puede apoderarse de las ciudades y hacer que los usuarios en un intento por prevenirse realicen compras de pánico de medicamentos o suministros.
El otro es que las importaciones hacia México disminuyan provocando un desabasto de medicinas.
Por ahora, el gobierno tiene garantizado un inventario hasta marzo, pero con los problemas que han surgido en los últimos días aumenta el riesgo.
“Con este brote surge la duda sobre si la cadena de suministro de las farmacéuticas no sufrirá alguna alteración. China es un socio comercial muy importante para el mundo y aunque esté justificado que cierre sus fronteras, no olvidemos que del gigante asiático dependen muchas industrias”, manifiesta Amalia Gualestrit, analista financiero.