En la víspera de las elecciones que decidirán la presidencia de Estados Unidos, del otro lado del Pacífico Corea del Norte lanzó misiles como una advertencia por las operaciones conjuntas que llevan a cabo Japón y Corea del Sur.
En la mañana del 5 de noviembre, el régimen de Kim Jong-un disparó al menos siete misiles balísticos de corto alcance que volaron desde territorio norcoreano con una altura de 100 kilómetros para desplomarse a la afueras de los límites marítimos japoneses, informó el ministro de Defensa de Japón, Gen Nakatani, quien aseguró que las acciones de Pyongyang ponían en riesgo la estabilidad de la región.
Frente a las agravios del régimen norcoreano tanto Seúl como Tokio fortalecieron su vigilancia debido a las evidencias de una escalada en las acciones de Kim Jong-un en el marco de las elecciones estadounidenses y a un agrietamiento del status quo con Corea del Sur.
De acuerdo con la propaganda estatal norcoreana, el lanzamiento de los misiles fueron una respuesta a las “amenazas militares de fuerzas hostiles” y forma parte de una “decisión estratégica” para mostrar la credibilidad de sus defensas.
Según el ministro de Defensa surcoreano, Kim Yong-hyun, este tipo de demostraciones de fuerza eran de de esperarse antes, durante y después de las elecciones estadounidenses como una forma del régimen de acertar su posición en el mapa y la continuación de su existencia.
En semanas recientes la postura militarista de Pyongyang ha sido más clara con la prueba del nuevo misil balístico intercontinental Hwasong -19, a la que asistió el líder supremo. La nueva arma norcoreana es el misil de este tipo más grande del mundo y rompió el récord de altura gracias a un nuevo tipo de combustible sólido; sin embargo, aunque cuenta con la capacidad de alcanzar el territorio continental de los Estados Unidos expertos aseguran que su tamaño lo hace fácilmente detectable, una desventaja en caso de despliegue, y no hay evidencia que pueda transportar una cabeza nuclear.
Tanto las pruebas de la nueva arma como el lanzamiento de misiles hacía el mar entre la península norcoreana y Japón se dan después de la revelación de tropas norcoreanas en territorio ruso, aparentemente preparándose para un despliegue en el frente ucraniano, lo que ha provocado la condena de Estados Unidos y sus aliados regionales.