Coque; el asesino silencioso que enferma a los habitantes de El Carmen

Un producto obtenido en el proceso de refinación de petróleo enferma a habitantes de El Carmen, quienes luchan por alejar a las empresas que liberan una gran cantidad de contaminantes al ambiente de las zonas habitadas
Alejandro del Toro García Alejandro del Toro García Publicado el
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Habitantes de la colonia Valles de El Carmen, Nuevo León aseguran estar en riesgo por la contaminación que llega hasta sus hogares procedente de la empresa ADN Energías, la cual se especializa en la comercialización de combustibles sólidos y carburantes, entre ellos, el coque.

Los vecinos de la zona mencionan que sus hogares diariamente amanecen con una gruesa capa de polvo color negro. El coque que es un material utilizado como combustible para hornos del ramo metalúrgico, razón por la que temen desarrollar alguna enfermedad.

“En la mañana nos levantamos con mucho ardor en la garganta, yo padecí infección en los ojos y hay personas que tienen problemas en los oídos, los doctores dicen que es por la contaminación” aseguró María Silva, una de las vecinas afectadas.

“Mi recámara tiene ventanas grandes, está el filo negro, barremos y sale puro polvo negro, yo tengo miedo de un cáncer, si me da un cáncer qué voy a hacer”, mencionó Andrea Garza, otra afectada de la colonia Valles.

El coque es un producto obtenido en el proceso de refinación de petróleo, que contiene elementos altamente tóxicos en su composición, por lo que la exposición e inhalación a esta sustancia puede provocar problemas en ojos, piel y pulmones.

La empresa mantiene altas montañas de materiales al aire libre en sus patios, a pesar de que en la cercanía se encuentra una zona habitacional y compañías dedicadas a la cría de ganado para consumo y de alimentos.

“La empresa está a algunos metros de un lugar en el que embolsan chicharrones y frituras y además ahí cerca hay vacas, casi enseguida de la empresa que le menciono, casi enfrente, y a un lado estamos nosotros, las autoridades la clausuraron por un solo día, pusieron una hoja y al día siguiente ya lo quitaron, ellos reconocen que sí contaminan”, aseguró María Silva.

Los vecinos mencionan que las autoridades municipales han hecho caso omiso a sus peticiones para transparentar los permisos con los que cuenta la empresa. Su lucha ha llegado hasta el Congreso del Estado y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, pero hasta el momento no se han tomado medidas, más allá de clausurar la empresa por un día.

“Hemos presentado quejas con el alcalde, en Ecología, estamos siguiendo el proceso jurídico para lograr clausurar la empresa, la verdad nos estamos viendo muy afectados en cuestión de salud”, dijo Andrea Garza.

La industria del coque ha tomado fuerza, pues produjo un intercambio comercial de 159 millones de dólares hasta el 2022, siendo Nuevo León la entidad con mayor número de compras de este producto, no solo nacionales sino también internacionales.

Los habitantes temen que la exposición prolongada les traiga más problemas de salud y que con el tiempo lleguen a desarrollar cáncer, todo derivado de la inacción de las autoridades para mantener a las empresas contaminantes lejos de las áreas pobladas.

“No sabemos qué consecuencia nos puede traer esa contaminación a largo plazo, simplemente queremos que no nos llegue eso”, comentó preocupada María Silva.

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