Durante su “contramañanera” de los lunes, la senadora del PAN, Kenia López Rabadán, denunció que el presidente Andrés López Obrador (AMLO) protege a los de su gobierno, “a sus cuates, a sus aliados” y persigue a la oposición y a la gente que trabaja.
Ejemplo de lo anterior, dijo, es el nuevo escándalo de impunidad en donde se dio a conocer en redes sociales fotografías del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, cenando en un lujoso restaurante de la Ciudad de México.
Ello, a pesar de que porta un brazalete para seguir su proceso en libertad en calidad de testigo colaborador, luego de que se le detuvo en febrero de 2020 en España por su presunta participación en el caso de corrupción en la empresa Odebrecht.
Su compañera de bancada, Xóchitl Gálvez escribió en su cuenta de Twitter: “Menú de hoy para Emilio Lozoya en el Hunan de las Lomas: corrupción, como entrada, impunidad, de plato fuerte, cinismo, de postre”.
El presidente dice que es una imprudencia, subrayó la senadora al aclarar: “Desde aquí presidente, le aclaro, no, no es una imprudencia, es la muestra de que usted protege a los corruptos, con tal de que le ayuden a agredir a la oposición, con tal de utilizarlos para que diga mentiras y pueda ir en contra de los legisladores a quien usted quiere inculpar”.
Lozoya, “testigo protegido”, cuando el presidente se debería referir al ex director de Pemex como un corrupto y un delincuente y recordó que Lozoya recibió 14 millones de dólares por sobornos, está acusado de cohecho, operaciones con recursos de procedencia ilícita y de asociación delictuosa “y ahora goza de las complacencias del gobierno”.
Incluso, la semana pasada se atrevió a sacar otra vez su pañuelo blanco en señal de que se terminó la corrupción, dijo la panista.
En 21 ocasiones el presidente ha sacado su “pañuelito blanco” para decir que en su gobierno no se permite la corrupción, aunque con las casas de Bartlett, los contratos a modo para su prima, los fajos de billetes en sobres, es difícil creerle eso, incluso dijo que irá a la ONU a hablar sobre corrupción. “Ojalá vaya a hablar de cómo se va a sancionar a Lozoya o a Bartlett”, subrayó la legisladora blanquiazul.
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En cuanto a la reforma constitucional en materia eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador, la legisladora calificó la iniciativa como “tóxica y retrógrada”.
La reforma que plantea este Gobierno va en contra de la inversión y destroza la competitividad, pues “va a salir más caro el caldo que las albóndigas”, porque los recibos van a llegar más altos. Lamentablemente es una atrocidad que se confirma que los jóvenes van a vivir en un país totalmente contaminado”.
Kenia López Rabadán subrayó que “la iniciativa de reforma eléctrica requiere por lo menos cambios en dos terceras partes, pero desde mi perspectiva no hay nada salvable. Lo que este Gobierno necesita es reconocer que México debe ir al futuro, no al pasado con energías sucias.