El Congreso de la Ciudad de México busca endurecer las penas en los casos de zoofilia para así acabar con la impunidad en estos hechos.
Actualmente, quien la comete incurre en una falta administrativa y solo si muere el ser vivo se convierte en delito no grave.
Sin embargo, activistas aseguran que dicho esfuerzo puede convertirse en un intento frustrado y sin efectos si no se mejoran las capacidades de investigación de la Fiscalía General de Justicia (FGJ).
La Ley de Protección a los Animales de la Ciudad de México estipula que el maltrato es sancionado con 2 años de prisión y hasta 4 años en caso de acreditarse el ilícito.
Pero la zoofilia solo es castigada con un arresto de hasta 36 horas. Únicamentre si el animal muere se convierte en un delito.
Los dos ilícitos mencionados no son graves, lo que significa que quienes estén en un proceso judicial pueden seguir en libertad.
Ante esta situación, el Congreso de la capital pretende aumentar las penas para los agresores sexuales de animales.
La propuesta se da en el contexto de la violación de una perrita llamada Mati, la cual fue cometida en enero pasado por un hombre de 53 años en el Estado de México.
Las lesiones causaron la muerte de Mati y el presunto culpable fue vinculado a proceso. Se le dictó prisión preventiva mientras concluye la investigación.
Por otra parte, el 14 de enero trascendió en redes sociales que una persona había abusado sexualmente de un can en la Prepa 9. Sin embargo, el caso no llegó a ser notificado a las autoridades.
El diputado local del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Eleazar Rubio Aldarán, presentó el 4 de febrero de 2019 la iniciativa de reforma al Código Penal local para aumentar las sanciones y que la zoofilia sea castigada con penas de 4 a 8 años de prisión.
Lo anterior, a través de la adición de un cuarto numeral al artículo 350 del instrumento jurídico citado.
“Al que realice actos de zoofilia se le impondrá una pena de 4 a 8 años de prisión. Se entiende por zoofilia el acto sexual entre un ser humano y otra especie animal. En caso de que se cause una lesión grave o la muerte al animal como consecuencia de dicha conducta, las penas aumentarán la mitad”, menciona la propuesta del diputado Rubio Aldarán.
Defensores de los derechos de los animales indican que es un avance proponer aumentar las penas. No obstante, señalan que se requiere un esfuerzo integral y mejorar las técnicas de investigación para que surta efectos.
Norma Huerta, fundadora de la asociación dedicada al rescate animal, Mundo Patitas, menciona que la zoofilia al igual que el maltrato animal son difíciles de investigar y sancionar.
Como activista, ella ha rescatado a cinco perros víctimas de violación y en ninguno de los casos procedieron las denuncias judiciales.
“Si el perro o animal violado no tiene heridas físicas evidentes no se puede comprobar el delito, pero como todo acto de maltrato animal, aun cuando le hayan quitado la vida es un delito no grave”, menciona.
Añade que las autoridades judiciales no cuentan con los recursos para detectar cuando se comete zoofilia.
“En los casos que atañen a los seres humanos, la situación está mal, ¿qué esperamos de los animales?”, cuestiona.
Huerta explica que un violador de animales es un potencial agresor sexual de humanos, por lo cual, se necesitan endurecer las penas y que las autoridades tengan voluntad de investigar los casos.
“Hemos documentado cinco casos. En uno, un grupo de jovencitos violaban perros y luego los mataban, fue hasta que se lo hicieron a una joven que se encendieron los focos rojos. Esas personas son futuros violadores”, dice.
La exposición de motivos de la iniciativa del legislador de Morena indica que existe evidencia científica de que un violador de animales puede hacer lo mismo con humanos.
“La Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos (COPPA), a través de varios informes sobre experimentos realizados con presos, concluye que los individuos que llevan a cabo actos de zoofilia eventualmente varían de un tipo de abuso sexual a otro, de forma que podría ser similar el riesgo de que agredan sexualmente a un animal a que lo hagan con un humano”, argumenta la propuesta.
La necesidad de más reformas contra la zoofilia y el maltrato
José Luis Carranza, presidente del Frente Ciudadano Pro Derecho Animal (FRECDA), señala que la dificultad de acreditar la zoofilia causa que no haya una estadística judicial al respecto y considera que se deben modificar las facultades de la Fiscalía local para que tenga éxito la iniciativa de Rubio Aldarán.
Por ello, la iniciativa debe ir acompañada de una reforma a la Ley Orgánica de la Fiscalía General de Justicia.
“Dentro de las facultades de la Fiscalía está atender todo tipo de denuncias por maltrato animal. Los peritos que están en la fiscalías son médicos veterinarios pero no sé si tengan la experiencia o la capacitación porque mandan a hacer las autopsias a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)”, explica en entrevista.
Eleazar Rubio Aldarán acepta que comprobar tanto la zoofilia como el maltrato animal es complicado y muchos casos se quedan en el Ministerio Público porque los jueces necesitan diversos elementos de prueba para acreditar los ilícitos.
“Sí sería prudente verificar la Ley Orgánica de la Fiscalía para considerar otros datos de prueba, para que los casos puedan ser turnados al juez de control porque si no hay videos o testigos, las pruebas no son las suficientes y ya no se judicializan, terminan en el Ministerio Público”, explica.
Por otra otra parte, el legislador afirma que en este 2020 estará lista la ley que aumente las sanciones contra la zoofilia.