¿Continuidad o cambio?
En la Cumbre Mundial de la ONU sobre las Drogas, que hoy inicia en Nueva York, se debatirá cambiar el enfoque de combate y punitivo que ha marcado las políticas antidrogas en el mundo por un plan más integral que considere el problema de las drogas como un tema de salud pública.
¿Qué camino seguirá México? ¿Combatir a los cárteles de la droga con la fuerza militar? ¿Apostarle a la prevención con un enfoque de salud pública? ¿Legalizar las drogas?
Julio Ramírez
En la Cumbre Mundial de la ONU sobre las Drogas, que hoy inicia en Nueva York, se debatirá cambiar el enfoque de combate y punitivo que ha marcado las políticas antidrogas en el mundo por un plan más integral que considere el problema de las drogas como un tema de salud pública.
¿Qué camino seguirá México? ¿Combatir a los cárteles de la droga con la fuerza militar? ¿Apostarle a la prevención con un enfoque de salud pública? ¿Legalizar las drogas?
México es el más claro ejemplo que la guerra contra las drogas no ha sido la mejor estrategia para enfrentar el narcotráfico y al crimen organizado.
En el sexenio pasado, durante la llamada Guerra del Narco de Felipe Calderón, el país vivió una ola de violencia sin precedentes donde hubo más de 70 mil personas muertas y 30 mil desaparecidos.
México llega a la sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS) sobre el tema de las drogas con el antecedente que vislumbra un golpe de timón: el debate nacional sobre la legalización de la mariguana en el país.
El México que en el 2012 solicitó a la ONU adelantar para el 2016 la Cumbre Mundial sobre las Drogas es diferente al actual. Es otro gobierno, con otras preocupaciones.
La semana pasada, la presidencia de la República anunció que el presidente Enrique Peña Nieto no asistiría y tras un exhorto del Senado de la República reconsideró su asistencia e hizo cambios en su agenda para estar hoy en la inauguración en Nueva York.
Para los senadores Laura Rojas y Zoé Robledo, es el momento de que México encabece la lucha antidrogas en la región. En tanto, para los especialistas en seguridad como Samuel González, México tiene que esperar y ser diplomático para ver cuáles son las determinaciones del concierto de naciones de la ONU en materia antidrogas, ya que siempre nuestra política ha estado alineada.
El México de Calderón
A petición de México, en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se deberá replantear el papel de los países en el combate al tráfico de las drogas. México solicitó en 2012, a finales del sexenio de Felipe Calderón, que esta reunión, cuya fecha original estaba planteada para 2019, se adelantara para este 2016.
Los países debatirán una declaración y plan de acción política para el combate al problema de las drogas.
El México de Calderón, que solicitó esta Cumbre, es diferente al actual.
En el sexenio calderonista, en México incrementaron los decomisos. De heroína pasaron de 336.9 kilos en promedio durante los siete años anteriores a 369.4 en el gobierno de Calderón (9.6 por ciento de incremento).
Los psicotrópicos subieron 17 por ciento, al pasar de 8.8 millones de unidades incautadas a 10.3 millones. La goma de opio pasó de 336.9 kilos a 934 en promedio por año (177 por ciento de incrementó).
La estrategia de Felipe Calderón contra los cárteles de la droga también ocasionó un alza en las unidades vehiculares decomisadas al crimen organizado.
De 2 mil 517 unidades que se incautaban los años anteriores, pasó a 18 mil 706 en promedio durante el periodo calderonista (643 por ciento de incremento). El decomiso de armas subió 324 por ciento, al pasar de 6 mil 411 armas en promedio durante los siete años anteriores, a 27 mil 236 unidades.
También se disparó la captura de presuntos implicados en 80 por ciento en relación con el promedio de los años anteriores.
Antes de Calderón, el promedio de los siete años anteriores es de 18 mil 777 detenidos -nacionales y extranjeros- vinculados con la delincuencia organizada, en tanto que durante el sexenio calderonista las estadísticas indican que se detuvieron a 33 mil 826 personas por año.
Este es uno de los puntos más importantes que diferencian las estrategias de gobierno en el combate a las drogas, luego de que este gobierno decidió no dar a conocer todas las capturas de integrantes del crimen organizado y solo se centró la estrategia en 122 objetivos del Gobierno federal.
Una parte central del paradigma en el que México interviene en la problemática está relacionada con la elección en este año de presidente o presidenta de los Estados Unidos, lo cual podría hacer un replanteamiento de la estrategia.
En esta reunión internacional, se pondrán a debate los progresos logrados y se acordará una nueva Declaración Política y Plan de Acción sobre la cooperación internacional a favor de una estrategia integral y equilibrada para contrarrestar el problema mundial de las drogas ante una realidad en la que siempre hay un país consumidor y otro productor, y conviven con las reglas de un mercado negro que se rige bajo la oferta y la demanda.
Es quizás el momento para escuchar a los países vecinos, del norte y del sur, y replantear el combate contra las drogas después de que el país fue sacudido por una oleada de crímenes calculada en 120 mil personas en el sexenio calderonista, además de desapariciones forzadas de personas y el miedo que todavía afecta a la población civil.
Bajar oferta y demanda, la prioridad
Para la senadora Laura Rojas, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores y Organismos Internacionales, es importante que los países acuerden estrategias para lograr una reducción de la oferta y en la demanda de las drogas, con un enfoque de protección de los derechos humanos.
“Reconociendo que el documento que se va a adoptar en la ONU sí retoma varios de los puntos de vista de países como México, que asume que se tiene que revisar la política prohibicionista porque no ha funcionado, también recoge el punto de vista de que se tiene que incluir una perspectiva de salud pública y de prevención, no solamente centrar los esfuerzos en los Estados y en las comunidades solamente combatir a los cárteles de las drogas”, explica la legisladora panista.
El documento de la ONU implica un cambio en cómo se ha abordado el fenómeno de las drogas desde hace al menos 40 años, expone la legisladora en entrevista.
“Dentro del propio marco de las convenciones los países pueden ir dando pasos, de acuerdo a sus propias realidades, intereses y necesidades. Sin embargo, no es posible vivir toda la vida con una interpretación flexible de las convenciones, sino que eventualmente las convenciones tendrían que ajustarse a estas realidades y necesidades que demanda el fenómeno de las drogas”, asegura.
“Tenemos una estrategia antidrogas desde hace muchos años, en México y en la región, de lo que se trata es de encabezar un cambio en la estrategia antidrogas que se ha venido implementando desde los 70 en la región y en México y es muy importante que México tome el liderazgo en encabezar este cambio porque el fenómeno de las drogas es regional, viene desde el Sur, pasa por Centroamérica, llega a Estados Unidos”, afirma.
La senadora del PAN asegura que es importante que los países que comparten esta problemática trabajen de manera coordinada y bajo una misma visión. Considera que la política prohibicionista no ha funcionado y ha ocasionado que mucha gente esté en prisión.
“Tiene que ver con programas de prevención y programas de rehabilitación, con sacar a gente que no tendría por qué estar en las cárceles equiparándose a criminales como asesinos, violadores, ya sea por posesión o porque cometieron delitos de narcotráfico, pero menores”, refiere.
Considera que México debe crear una instancia que esté a cargo del Poder Ejecutivo, no como una entidad pública, para no crear más burocracia, sino como un mecanismo regulador que participe con instancias civiles y autoridades de salud, seguridad y derechos humanos.
“Yo creo que lo que se tiene que hacer es un instituto mexicano, o un órgano que sea coordinador de la política de drogas en México, no sólo de la cannabis, que yo creo que estamos muy cerca de regularla para usos medicinales”, afirma la senadora de la República.
México tiene que ser mesurado
La política del combate al tráfico de drogas en México debe ser de estrecha coordinación y homologada con los demás países del mundo, sobre todo Estados Unidos, afirma el especialista en seguridad Samuel González Ruiz.
“La política de 2012 era una política que tendía a demostrar cosas, que iba aumentando las detenciones y otros elementos, pero ahora la política está mucho más dirigida a los blancos prioritarios y los mercardos internacionales de drogas se mueven de manera internacional. No los definen en México”, asegura el experto en entrevista.
“Esto es un asunto que hay que saber para entenderle a las cifras de los decomisos, no es necesariamente que haya más acciones o menos acciones del Gobierno federal, sino cómo manejan los decomisos a nivel internacional”, afirma.
Samuel González Ruiz considera que en México tiene que ser prudente en aquellas decisiones de otros países que puedan traer consecuencias para México.
“Efectivamente, la política antidrogas en el mundo se da por consenso internacional. Hasta este momento hay un paradigma claramente prohibicionista con pocas limitaciones y, sin embargo, hay países que han roto el paradigma. Como Holanda, como España, parcialmente, y ahora Portugal y Uruguay.
“Sin embargo, esos son países pequeños, México es un país que tiene 110 millones de personas y, por lo tanto, yo creo que la postura correcta por parte del gobierno federal es de ser prudente en el tema, oír a todas las voces y, a partir de la determinación de los demás países, México actuar en el concierto internacional con gran equilibrio para avanzar en lo que se puede avanzar, pero hacerlo con una gran cautela. Está de por medio la salud de todos los mexicanos y todo lo que los mexicanos tenemos como consecuencia del gran problema de las drogas”, asegura el experto en asuntos de política internacional.
Explica que es importante considerar que este año hay elección presidencial en Estados Unidos, lo que podría repercutir en un cambio en el combate a las drogas, todo dependerá de quién gane. González Ruiz recuerda que el partido demócrata tiene muchos años que no gana la elección presidencial tres veces seguidas.
“Hay un evento muy importante este año, que es la elección del Presidente de los Estados Unidos o la Presidenta, y que hasta este momento el gobierno de Obama ha favorecido una política a favor de ir tenuemente generando procesos de liberalización de la droga. Sin embargo, todo esto se puede cambiar si en noviembre de este año el pueblo norteamericano elige al candidato de otro partido político”, alerta.
Decisión mundial
El debate se agudizó porque en EU ya suman 20 estados que permiten el uso de la mariguana con fines medicinales
La Encuesta Nacional de Adicciones 2011 revela que en México la mariguana es la droga más utilizada, con el 80 por ciento de consumo total.
En la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, se replanteará el papel de las países en el combate al tráfico de drogas.
El debate en torno a la legalización de la mariguana ya no está tan verde en el mundo.
México no es la excepción. El tema ocasionó la discusión de manera abierta en el Poder Legislativo y se han asomado planteamientos respecto a una posible legalización, al menos para fines medicinales.
El debate se agudizó luego de que en Estados Unidos ya suman 20 estados que permiten el uso de la mariguana con fines medicinales. En Washington y Colorado se autorizó su utilización con fines recreativos. En este último estado, desde el 1 de enero liberó y reguló la venta de la yerba. En los hospitales de estos estados, los fármacos derivados de la mariguana se ofrecen a algunos pacientes con cáncer, glaucoma, epilepsia y otras enfermedades.
En la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México se resolvió en noviembre un fallo histórico que permite a cuatro particulares el consumo, cultivo y posesión de la yerba en un país en el que, técnicamente, está permitido su consumo. La medida ha sido calificada por la opinión internacional como un paso previo para la legalización de la mariguana.
Países como Uruguay ya despenalizaron el consumo. En España existen clubes para el consumo legal de cannabis y en Portugal no está criminalizada la posesión del enervante. En Colombia, en diciembre pasado el presidente Juan Manuel Santos firmó un decreto para que se legalice la producción, comercialización y exportación del cannabis con fines medicinales. El gobierno colombiano descartó que se sigan los pasos de Uruguay en la despenalización, pues sólo se permite el uso de la yerba para investigaciones científicas y en el área de la salud.
En naciones como Francia el debate está ocasionando movimientos en la política. Apenas el martes, el socialista Jean-Marie Le Guen, secretario de Estado para las Relaciones con el Parlamento, en declaraciones a la prensa relanzó el debate sobre la legalización del cannabis, una propuesta que desató las críticas de la derecha y volvió a abrir viejas divisiones en la izquierda.
“El cannabis es algo muy nocivo para la salud pública, especialmente para los jóvenes. Pero la prohibición no conduce a una disminución del consumo”, consideró el ministro del gobierno socialista francés, médico de profesión.
En México la cercanía con Estados Unidos incide en el debate, ya que con la legalización en Estados Unidos se prevé un incremento del consumo de este lado y con ello los resultados de la política prohibicionista.
En México, la última Encuesta Nacional de Adicciones 2011, señala que la mariguana es la droga más utilizada.
“La mariguana sigue siendo la droga de mayor consumo y representa el 80% del consumo total de drogas. La cocaína sigue apareciendo en segundo lugar con un usuario de cocaína por cada 2.4 usuarios de mariguana. Uno de cada cinco usuarios de cocaína la consumen en forma de piedra o crack”, indica el estudio.
Por todo esto, el debate de la mariguana está a punto de tener luz verde.