Contaminación afecta a neoleoneses en sus domicilios

A pesar de las precauciones que los ciudadanos de la ZMM toman al momento de que se emite una alerta ambiental, como no permanecer por largo tiempo en exteriores, entre otras cosas, la contaminación llega hasta sus hogares sin que puedan evitarlo
Jesús Padilla Jesús Padilla Publicado el
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La contaminación en la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) no solo afecta a los ciudadanos mientras se encuentran en la vía pública, sino que también llega hasta el interior de sus hogares.

El pasado 2 de abril, la secretaria de Salud, Alma Rosa Marroquín, emitió una alerta de contaminación atmosférica por la mala calidad del aire que prevaleció ese día en la ZMM, en un intento de evitar afectaciones de las vías respiratorias de la población.

La funcionaria pidió a todas las familias que cerraran las ventanas y puertas de sus viviendas, para evitar que las partículas PM 2.5 y PM 10, que son las más dañinas para la salud, ocasionaran múltiples problemas respiratorios en niños, adultos mayores, los más vulnerables; y padres de familia.

“Se exhorta a la ciudadanía en general a seguir las siguientes recomendaciones: mantener las puertas cerradas y ventas de casas o centros de trabajo”, mencionaba el anuncio.

La emisión de esta alerta evidencia que miles de ciudadanos han estado respirando aire sucio en sus casas, pero no lo sabían, pues muy pocas personas estaban conscientes de que es imposible evitar respirar la contaminación de la metrópoli.

La preocupación de esta alerta ambiental va mucho más allá de las viviendas, pues la Secretaría advierte que no se puede permanecer largos periodos fuera de los planteles educativos de la ZMM.

“No esperar largos periodos fuera de escuelas”, señala la alerta ambiental.

La incongruencia de la Secretaría es más evidente en varios puntos de este documento, una está en que alerta que los estudiantes no pueden estar al aire libre en las escuelas, pero no recomienda el uso de cubrebocas.

En la alerta también se solicitó a los ciudadanos que utilicen el transporte público de bajas emisiones, aunque este tipo de unidades son mínimas, además de que la mayoría de las unidades no cuenta con las características que recomienda la Secretaría.

Reporte Índigo adelantó que los estudiantes que utilizan la línea 2 del Metro para llegar a la Universidad Autónoma de Nuevo León, están expuestos a la contaminación genera Ternium.

El abrir y cerrar de las puertas de los vagones para bajar o subir pasajeros es suficiente para que las partículas PM 2.5 que genera esta empresa se introduzcan al interior de los convoyes.

El Centro Mario Molina refiere que cuando el tren comienza a acercarse a la estación Niños Héroes reporta altos índices de estas partículas, pero al llegar a la estación Universidad, el monitoreo detectó una vulnerabilidad mayor.

Responsabiliza al ciudadano

La alerta de contaminación atmosférica que emitió la Secretaría de Salud responsabiliza solo a los automovilistas de la mala calidad del aire en la ZMM.

Este documento pide a la población acatar una serie de recomendaciones para que no contribuyan a incrementar la polución en el aire, dejando de lado a la industria privada y pública.

“No quitar el catalizador del auto, afinar y dar el debido mantenimiento de su coche, no tener desperfectos en el mofle del vehículo o cualquier parte del escape del motor”, dice el documento.

También se solicita compartir el coche en los traslados con el mismo destino, y no utilizar el vehículo en distancias cortas, además de advertir el retiro de vehículos ostensiblemente contaminantes.

Sin embargo, un estudio del Centro Mario Molina advierte que las principales fuentes contaminantes en la ZMM son la industria privada y pública, y en un menor grado los vehículos, sobre todo los utilizados en el transporte público.

Recomendaciones que no son permanentes

La alerta de contaminación atmosférica emitida por la Secretaría de Salud realizó varias recomendaciones que deberían ser permanentes.

“Los establecimientos industriales que tengan emisiones de sus operaciones deben prevenir y controlar las emisiones a la atmósfera: minimizar las generaciones de partículas en todas sus operaciones”, dice el documento.

Este mismo criterio se aplica para las empresas extractoras de piedra caliza, pedreras, además de solicitarles hidratar al interior y exterior de las compañías, una recomendación que debería ser constante.

Estas directrices tendrían que ser exigidas por la Secretaría de Salud para la industria privada incluso cuando hay buena calidad del aire y así evitar el daño a las vías respiratorias de los ciudadanos, sin embargo, sólo son exigibles al momento de que se presenta una contingencia ambiental.

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