Contaminación ataca a estudiantes y aficionados

El estudio sobre la calidad del aire presentado por el Centro Mario Molina revela que la empresa Ternium es una fuente de contaminación del estadio dentro de la Universidad Autónoma de Nuevo León
Jesús Padilla Jesús Padilla Publicado el
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La contaminación llegó al futbol y a la Universidad. El estudio sobre la calidad del aire en Nuevo León, presentado por el Centro Mario Molina, revela que la empresa Ternium contamina el Estadio Universitario, inmueble donde juega cada 15 días el Club Tigres.

José Antonio Mediavilla, coordinador de proyectos de este centro, señala que en los alrededores de esta empresa existen emisiones de nitrógeno y dióxido de azufre, especialmente por la tarde, pero la industria no es inspeccionada en el horario nocturno.

Cerca de 45 mil aficionados, junto los jugadores de Tigres y del equipo visitante, están expuestos a una mala calidad del aire el tiempo que duran los encuentros deportivos. Esto puede traer afectaciones a los pulmones y podría provocar ataques de tos como reacción inmediata.

La planta de esta empresa se ubica a unos cuantos metros del Estadio Universitario, dentro de la Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), que aglomera decenas de facultades y miles de estudiantes, que también están expuestos.

“Aquí aparecen los nombres de unas empresas, no queremos tampoco señalarlas que estos son los culpables, de ninguna manera. Son fuentes fijas, fuentes móviles y fuentes viales, las tres contribuyen en algunos casos, unas más, que otras”, reveló José Antonio Mediavilla en la presentación del estudio en el Museo de Historia este 13 de febrero

La investigación tuvo como objetivo explorar emisiones de nitrógeno y dióxido de azufre alrededor de empresas, como Ternium, Vitro y Protexa, debido a la amplia existencia de industrias en el centro de la ciudad y a la preocupación por la población expuesta a esta contaminación.

“En el caso de Ternium tenemos que hay una buena cantidad de emisiones de dióxido de nitrógeno, habrá que platicar con la gente de Ternium, porque en la tarde es más alta la emisión que en otras horas del día”, detalló el experto.

El muestreo se realizó el año pasado a fin de revertir, con base en los resultados obtenidos, las cifras de emisiones de contaminantes, tanto en el transporte, la industria y los servicios en el área metropolitana.

“Las emisiones de Vitro que están muy cerca del centro son bastante más altas que en el caso Ternium, pero las dos, sin duda, tienen altas emisiones derivadas del uso de combustibles fósiles para generación de energía”, explicó el especialista.

También hay presencia de fuertes emisiones de dióxido de azufre, por arriba de la norma, en la Refinería de Cadereyta, en la Ecovía y en las líneas 1 y 2 del Metro

Más allá del monitoreo

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) anunció en la presentación del estudio que ya prepara un nuevo esquema de monitoreo en las industrias.

El subsecretario de Gestión para la Protección del Medio Ambiente, Sergio Sánchez, dio a conocer que las emisiones serán vigiladas las 24 horas y podrán ser verificadas por terceros autorizados, en colaboración con el gobierno estatal y federal.

Por su parte, Carlos Mena, director ejecutivo del Centro Mario Molina, señaló que en el área metropolitana existen cinco tipos de contaminantes en el medio ambiente que tendrán que vigilarse.

“Escogimos sólo algunas de las áreas, pero tratamos de resumir algunos los síntomas más importantes de la problemática. Son cinco contaminantes: oxido de nitrógeno, ozono, partículas PM10 y 2.5 y los óxidos de azufre”, dijo Mena en la presentación en el Museo de Historia

Pero Guillermo Martínez Berlanga, integrante del Comité Ecológico Pro Bienestar, manifiesta su preocupación porque la empresa Ternium es altamente contaminante y el gobierno está rebasado.

“Hay 77 empresas de alto riesgo, como Ternium en la zona metropolitana de Monterrey, según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. Los estudiantes están ahí sometidos, es una empresa altamente contaminante, produce todos los metales pesados y a mí me preocupan los estudiantes”, afirma el ambientalista.

Martínez Berlanga advierte que el Centro Mario Molina ya ha sugerido que se necesitan más espacios públicos verdes como el Parque Fundidora para hacer frente a la contaminación del aire, por lo que la estrategia de combate debe ir más allá del monitoreo.

“El Gobierno de Nuevo León está rebasado por la contaminación, dicen que con 200 millones de pesos la van a revertir pero no es suficiente”, considera.

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