En promedio, los mexicanos consumen 163 litros de refresco por persona al año. Foto: Especial

Bebidas azucaradas, enemigos mortales

El consumo excesivo de refrescos ocasionaron la epidemia de diabetes, enfermedad que causa múltiples muertes en México

Ante la llamada epidemia de diabetes en el país, organizaciones llaman a frenar el avance de esta enfermedad que afecta a más de 12 millones de personas y que se ha convertido en la segunda causa de muerte en México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En este Día Mundial de la Diabetes, conmemorado este 14 de noviembre, el Poder del Consumidor, asociación en defensa de los derechos de los consumidores que fomenta la conciencia al adquirir un servicio o un producto, destaca que el número de personas con diabetes ha aumentado de manera alarmante y que se espera que para 2050 esta cifra se duplique.

El consumo de bebidas azucaradas es uno de los factores de riesgo más común en el desarrollo de esta enfermedad, debido a la alta ingesta de azúcar. Estudios demuestran que, en promedio, los mexicanos consumen 163 litros de refresco por persona al año, lo que contribuye a la prevalencia de sobrepeso y obesidad, principales factores de riesgo para desarrollar diabetes.

Durante 2023, la diabetes en México ocasionó 110 mil 174 muertes y, de acuerdo con estimaciones, al menos el 27 por ciento de estos fallecimientos se relacionan directamente con el consumo de bebidas azucaradas, según menciona Paulina Magaña, coordinadora del programa de salud alimentaria en El Poder Del Consumidor.

Un problema que nos compete a todos

Magaña mencionó que pese a lo que cada individuo puede hacer en torno a su salud alimentaria, es necesario que esta se procure desde las autoridades, con la creación de políticas públicas, labor que trabajan desde El Poder del Consumidor.

“Sabemos que hay herramientas que los consumidores pueden tener, como el etiquetado frontal de advertencia, algunas cuestiones de educación, pero estamos más enfocados a la regulación del entorno para proteger la salud de los consumidores, procurar la accesibilidad a los alimentos, regular el tipo de publicidad que estamos recibiendo, entonces trabajamos sobre la necesidad de tener regulaciones en México para proteger a los consumidores más que enfocarnos a la responsabilidad del consumidor como tal”, explicó.

De acuerdo con la organización, las bebidas azucaradas, no sólo aportan calorías vacías debido a su alto contenido de azúcar, sino que también contienen aditivos, edulcorantes y cafeína, ingredientes que agravan la salud metabólica al generar dependencia y alterar la microbiota intestinal, lo cual incrementa el riesgo de resistencia a la insulina.

Carlos Cruz, médico investigador del Instituto Nacional de Salud Pública, resaltó la necesidad de disminuir la ingesta de este tipo de líquidos, debido a los efectos que tienen en la salud.

Reducir el consumo de bebidas azucaradas es clave si queremos ver menos casos de diabetes y enfermedades relacionadas con la obesidad. Estas bebidas no solo nos llenan de calorías vacías, sino que también contienen aditivos, edulcorantes y cafeína que afectan el metabolismo y la salud general. Estamos hablando de cambios que pueden marcar una gran diferencia en la vida de las personas y en nuestra salud como país”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido acerca de los efectos nocivos del consumo de bebidas con exceso de azúcar, señalando que pueden impactar negativamente en el control glucémico.

De acuerdo con Magaña, la diabetes representa un fuerte gasto para el Estado, sin embargo, no se impulsan medidas preventivas, sino que el enfoque es paliativo.

“Sabiendo que la diabetes es la segunda causa de muerte en nuestro país, una de las enfermedades crónicas que más demanda el costo de salud en México, buscamos darle visibilidad, pero, no solo a la necesidad de atenderlas, sino a la necesidad de atender sus causas, por lo que resaltamos el vínculo entre el consumo de bebidas azucaradas y la mortalidad por diabetes”, mencionó.

Por su parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) detalla que los gastos anuales en tratamiento y complicaciones derivadas de la diabetes superan los 50 mil millones de pesos.

Buscando un futuro saludable, la meta

Ante esta problemática, organizaciones como El Poder del Consumidor realizaron una serie de propuestas para la creación de política pública en torno a la salud alimentaria.

Estas directrices fueron entregadas a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios. En dicho recurso se solicitó que las bebidas azucaradas y endulzadas con edulcorantes sean declaradas productos de riesgo para la salud, con base en evidencia científica que vincula su consumo con enfermedades crónicas como la diabetes y otros efectos adictivos provocados por ingredientes como la cafeína y los edulcorantes.

También se realizó una denuncia contra la industria de bebidas azucaradas por prácticas de desinformación, enfatizando la necesidad de una alerta sanitaria que proteja a la población de sus riesgos y fomente una mayor conciencia pública.

“Justo en el marco de las políticas públicas, identificando este vínculo entre el consumo de bebidas azucaradas y la diabetes, tenemos tres propuestas. La primera es el tema de que, por ejemplo, este año solicitamos a la Cofepris que emitiera una alerta sanitaria por el consumo de bebidas azucaradas, es decir, que considerara a las bebidas azucaradas como un producto de riesgo, así como han sido considerados otros productos como los vapeadores. Esto tiene una implicación importante porque a raíz de considerar un producto como riesgo, se toman otras medidas, como la regulación de la publicidad, específicamente la dirigida a niños, niñas y adolescentes.

“También está el tema de implementar en este nuevo paquete económico que se está discutiendo, una protección al consumidor en cuanto a que el costo de estas bebidas sea cada vez más grande, que sean menos accesibles a la población en general y con esto nos referimos también a los impuestos saludables enfocados específicamente en el consumo de bebidas azucaradas.

“Entonces estas son algunas propuestas que se pueden abordar desde la parte del gobierno, no solo para dejar una responsabilidad individual de sí se consumen o no, sino que también hay una protección en cuanto a la publicidad, el aumento de los costos y el tema de considerarlas como un producto de riesgo”, concluye Magaña.

Te puede interesar