La creación a nivel nacional de la Asociación Mexicana de la Industria y de la Construcción (AMIC), abre la puerta para convertirse en el contrapeso de la Cámara Mexicana de la Industria y de la Construcción (CMIC).
Este organismo formado en un principio por constructores en Nuevo León, ahora ha tomado fuerza para tener presencia en 26 entidades de México, con un estimado de mil 184 empresarios que desertaron de la CMIC.
El presidente de la AMIC, el constructor Francisco Javier Gallo Palmer, habló en entrevista con Reporte Indigo sobre la intención de esta organización en el sector constructor.
“Buscaremos que los gobiernos dejen de servir las obras a empresas muy grandes, y que empiecen a darle trabajo por esta asociación a las Mipymes. El movimiento de las Mipymes ha crecido.
“Estamos en una lucha por democratizar los organismos empresariales, la Ley de Cámaras Empresariales es muy vieja y ha permitido que la cámara (CMIC) se convierta en un coto de poder, entonces, esos organismos ya no presentan a la mayoría del empresariado, por eso está surgiendo esta asociación”, dijo Gallo Palmer.
Según esta asociación en México el 90 por ciento son empresas Mipymes.
“Hay otros grupos que se han convertido en cotos de poder para empresas de otra naturaleza, y esto ha quedado desangelado a todo el empresario Mipymes, aquí es donde vamos a ofrecer nuestro servicio a las dependencias.
“Y exigir que se le dé la oportunidad de trabajo a todas las empresas, porque a través de la infraestructura, es como el gobierno distribuye la riqueza en el país, y nosotros somos los ejecutores de esa infraestructura”, consideró Gallo Palmer.
El sector de la construcción, dijo Gallo Palmer, es lo conducto por donde se dispersa la riqueza en México, porque están ligados a un estimado de 37 ramas de la economía.
“Esta asociación es más amplia, porque estamos integrando a los proveedores de las empresas constructoras y también a los prestadores de servicio, como los plomeros, electricistas, los dueños de los bancos de material y los dueños de laboratorios del suelo, entre otros”, explicó el empresario constructor.
En este proyecto, la AMIC, incluyó a la Federación Mexicana de Colegios de Ingenieros Civiles (FEMCIC) para fortalecer a este organismo.
“El movimiento de la Mipymes nació hace dos años, y desde entonces estamos luchando por tener una democracia en el sector de la construcción. Y nos queda claro que tenemos que buscar con los gobiernos trabajo”, aseguró Gallo Palmer.
No quieren el 2 al millar
La Asociación Mexicana de la Industria y la Construcción (AMIC) pretende erradicar el cobro del 2 del millar, retención que realiza el gobierno federal a todos los empresarios de la construcción, dinero que va destinado para la capacitación de las empresas afiliadas a la CMIC.
Pero este dinero, según el presidente de la AMIC, no se maneja con transparencia.
“Eso se va acabar, el 2 al millar es un convenio tenido entre la CMIC y la Federación, nadie está de acuerdo porque es un dinero que te quitan de tu bolsa, que se utiliza en saber qué, aunque nos dicen que es para capacitación, no se sabe dónde va ese dinero.
“La gente que se afile a AMIC, no pagara el 2 al millar, ¿Por qué? Porque no es algo en lo que estemos de acuerdo, simple y sencillamente es un recurso de gobierno, y no existe una administración clara y transparente de qué se hace con esos recursos”, explicó el presidente de la AMIC, Francisco Javier Gallo Palmer.
Aseguró que con la creación de este nuevo organismo iniciará una nueva etapa en el sector de la construcción.
“Es una nueva época, en donde nosotros vamos a representar buscando hacerlo con dignidad, con claridad y como mucha apertura, para que no haya malos entendidos”, concluyó Gallo.