aEl proyecto del nuevo Aeropuerto Internacional que se construye en Texcoco está destinado al fracaso, por las complicaciones técnicas, financieras, ambientales y sociales que se generarían con su construcción, afirma el investigador en Ecología de la UNAM, con la especialidad de impacto ambiental Fernando Córdova Tapia.
En un video que circula en redes sociales el también investigador en Ecología de la UNAM, señala que de manera independiente y junto con la la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, auditaron la zona donde se está construyendo el aeropuerto
¿Qué encontraron en la auditoría?
La construcción del aeropuerto en Texcoco, tendría como consecuencia secar el lago de Nabor Carrillo, que tiene una superficie de mil hectáreas, y cuya obra es parte de un proyecto ecológico que lleva ya más de 50 años de labor para recuperar esta zona.
El especialista advirtió que lo más sano es detener la construcción porque de continuar, las afectaciones ambientales serían irreversibles.
Un ejemplo del grave impacto ambiental es el que se va ejercer sobre el suelo en este aspecto Fernando Córdova Tapia señala: “esta ciudad está sobre el lecho del lago y es como si estuviéramos sobre una esponja de agua, entonces debemos entender que lo que soporta el peso de la ciudad no es la esponja, sino el agua contenida en la esponja”.
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Una de las desventajas más considerables en el proyecto es que los habitantes de la Ciudad de México están viviendo sobre el acuífero más sobreexplotado del país y lo que se consume no es proporcional a lo que se infiltra “estamos consumiendo al doble de lo que infiltramos, entonces estamos desecando esa esponja y es la causa principal del hundimiento de la ciudad”, advierte el investigador.
Y debido a la naturaleza de los suelos donde se está construyendo la obra, es inevitable que no existen las condiciones para lograr la estabilidad que deben tener las pistas de aterrizaje.
De las mayores contradicciones es que no hay agua para abastecer el proyecto, lo cual se busca solventar mediante el entubamiento de nueve ríos, y se le quitaría el agua a comunidades que dependen de ello para su producción agroalimentaria.
Sin embargo, el investigador ve con esperanza el tiempo previo a la consulta que se llevará a cabo en octubre, como una oportunidad para que la ciudadanía cobre consciencia sobre la magnitud del impacto que tendrá esta obra.
De esta idea surgió la campaña #YoPrefieroElLago, ya que es importante que la ciudadanía y los grupos interesados hagan consciencia del verdadero costo de esta obra y que no solo es de índole económica, sino social, ecológica y ambiental.
