“Bajarte (de la bici) y esperar a que pase. Duele la cara cuando pega la lluvia, los charcos son traicioneros y el piso está muy resbaloso. Ni te cuento los que usamos lentes”, opinó Laura Cordero, ciclista en la Ciudad de México que padece las lluvias y en general, los viacrucis para rodar.
Pero en los últimos días, esperar a que la lluvia cese puede significar no moverte del lugar hasta el otro día. De hecho, julio es de los meses más lluviosos, así que aquellos que utilizan esta alternativa como transporte definitivo pueden leer los siguientes consejos para evitar accidentes y desastres o poner la vida en peligro.
En cuanto a equipo, las recomendaciones son:
1.- Casco: Aunque muchos usuarios de bicicleta portan cotidianamente su casco, no solo te servirá para proteger tu cabeza de algún impacto inesperado, también sirve para que las gotas de lluvia no caigan directamente sobre tu cara, además que existen fundas o cubiertas para los cascos a prueba de agua que impedirá que el líquido traspase a tu cabeza.
2.- Luces: En momentos de tormentas siempre querrás llevar luces que te acompañen, pues muchos automovilistas, peatones e incluso los propios ciclistas pierden visibilidad; esto te ayudará a que te ubiquen facilmente y estén pendientes de tus próximos movimientos.
3.- Vestimenta: Este es un consejo aprobado por los holandeses. Intenta que tu última capa de ropa sea un impermeable, pero en general utiliza las capas. Para que así, si te mojas, cuando llegues a tu lugar de destino puedas deshacerte de ellas, dejar que se sequen y quedarte con tu última capa de ropa, que será la más seca.
4.- Ropa visible: Aunque las luces deberán funcionar para que los demás transeúntes te ubiquen, traer un chaleco o vestimenta reflejante sobre tu impermeable puede ayudarte.
5.- Salpicaderas y guardafangos: Acóplalas a tu bicicleta ya a menos que quieras un trasero y un rostro lleno de agua sucia. Entre más pegadas estén a las llantas, más útiles resultarán.
6.- Calzado: Intenta no ponerte zapatos o tenis que resbalen facilmente y cámbia este tipo de calzado por botas con suela de relieve o engomado. Esto evitará que dejes constantemente los pedales.
7.- Frenos: Asegúrate que tus frenos estén bien ajustados, porque intentar frenar en el asfalto resbaladizo puede ser de por sí, ya un obstáculo y sin frenos, peor.
8.- Funda de asiento: Existen materiales que hacen de las fundas y asientos para bici que sean resistentes al agua, de esta forma no tendrás que esperar horas o días a que se seque y puedas volverla a usar.
9.- Gafas de lentes claras: Si utilizas o no gafas, pueden ser de mucha utilidad para que las gotas de lluvia no te nublen la vista o que sea lo menos posible.
10.- Bolsas para gadgets: O documentos o celulares, asegúrate de que sean reutilizables o adquiere una mochila hecha de tela impermeable.
Al rodar…
- Baja la velocidad: Ir tan rápido como puedas no evitará que te mojes, así que, como dice la ciclista Abril Torres: “Aguantar y aceptar que te vas a mojar”. Con esto se prueba que el punto de los frenos es crucial y evitarás que te derrapes o resbales, en un momento en el que tu intención era parar en su totalidad.
- Menor presión: Si te es posible reduce la presión de tus ruedas para que estas puedan tener mayor adherencia con el asfalto.
- Charcos: “Evitar los charcos, nunca sabes si hay una bache”, recomendó Carlos Enrique otro ávido usuario; una regla de oro para evitar caídas de frente o arruinar tu transporte.
- Aceite para la cadena: La humedad puede propiciar que el desgaste de la cadena de una bicicleta sea mayor y específicamente si no está bien lubricada. Para evitar esta situación, puedes ponerle aceite de manera mensual y así no lo olvidarás.
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— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) 21 de julio de 2017