Conseguir medicamentos, por cualquier vía ante la escasez

El desabasto de fármacos de alto precio para atender enfermedades crónico-degenerativas tiene en jaque a varios hospitales del país. Familiares de los pacientes afectados han emprendido una guerra de amparos para obligar a los centros médicos a garantizar la distribución de estos productos
Daniel Flores Daniel Flores Publicado el
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Debido a su elevado precio, los fármacos de alta especialidad son casi imposibles de comprar para la población mexicana que enfrenta padecimientos crónico-degenerativos y enfermedades terminales.

A pesar de esto, múltiples hospitales a lo largo y ancho del país reportan desabasto de estos productos por semanas o incluso meses.

Actualmente existe una larga lista de medicamentos que fueron autorizados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para frenar el avance de enfermedades degenerativas o que no tienen cura que faltan y que son muy difíciles de encontrar y adquirir en farmacias particulares.

Esta situación detonó una crisis en el sector de la salud, pues ante la falta de medicamentos, familiares han emprendido una campaña de amparos para obligar a estas unidades a realizar las compras públicas de los productos medicinales.

Entre los principales demandantes de medicamentos se encuentran familias de pacientes con tratamientos para el cáncer, diabetes, hipertensión y enfermedades respiratorias. Foto: Especial
Entre los principales demandantes de medicamentos se encuentran familias de pacientes con tratamientos para el cáncer, diabetes, hipertensión y enfermedades respiratorias. Foto: Especial

Consultados por separado, médicos, familiares, pacientes y asociaciones reportan una caída extraordinaria del surtido en hospitales y farmacias públicas y privadas.

Uno de los medicamentos que desató la crisis es el Nintedanib, el cual tiene un costo para el público general de más de 70 mil pesos y escasea en varios centros hospitalarios del país.

Esto ha provocado compras de emergencia y de último momento para amortiguar el desabasto que se registra en estados como Jalisco, Monterrey, Michoacán, Guerrero e incluso en la Ciudad de México. Aunque el déficit de medicamentos prevalece en todo el territorio nacional.

La ruta de las compras

En Compranet, el sistema de compras del Gobierno federal, la ruta de contrataciones de los hospitales de medicamentos de “primer nivel” no es constante y varía dependiendo de los presupuestos de cada unidad médica.

Por ejemplo, una de estas adquisiciones sobre un lote del Nintedanib, medicamento de 60 cápsulas, cuyo costo es de mil pesos por pastilla, estuvo a cargo del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre a finales del año pasado.

A través del método de adjudicación directa —procedimiento de contratación inmediata a una persona o empresa sin que exista competencia de terceros—, este hospital erogó recursos para hacerse de una caja de pastillas de forma extraordinaria.

Mientras tanto, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en uno de sus hospitales en Baja California, pagó por diversos medicamentos de patente en el que incluyeron la caja de pastillas del Nintedanib en octubre de 2022. Nuevamente bajo el formato de adjudicación directa.

En el listado de compras públicas sobresale el Hospital Regional de Alta Especialidad de Mérida, el cual también ha celebrado diferentes contratos con proveedores farmacéuticos para hacerse de cajas de medicamentos para tratamientos de enfermedades respiratorias.

Hasta el momento, solo el corporativo Boehringer Ingelheim México S.A de C.V. cuenta con los permisos sanitarios para importar y exportar el Nintedanib en el país.

Esto de acuerdo con información proporcionada por el Sistema Integral de Información para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (SIIPRIS) de la Cofepris a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).

A pesar de ello, estas adquisiciones son aisladas y no alcanzan a cubrir la demanda de medicamentos para diversas enfermedades que se atienden en los hospitales de alta especialidad.

Por ello, los procedimientos jurídicos en contra de varios nosocomios han ido en aumento en fechas recientes, ya que familiares buscan a toda costa conseguir estos productos para dar calidad de vida a sus enfermos.

Odisea contra la escasez

María del Carmen Gaona Ramírez fue diagnosticada con fibrosis pulmonar en 2022 en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) luego de peregrinar por diversos hospitales del IMSS en los últimos años.

Debido al avance que presenta la enfermedad que padece, el seguro popular le recetó el medicamento Nintedanib para contrarrestar los efectos.

En mayo de este año le fue surtida la primera dosis de 60 cápsulas en el Hospital General La Raza, sin embargo, para el mes de junio, familiares de esta paciente reportaron que les negaron el medicamento por presunto desabasto.

La falta de este fármaco ocasionó que la salud de María del Carmen empeorara. Familiares exigieron a la dirección del Hospital General la dotación de las cajas del medicamento de inmediato.

La inflación ha impactado a los productos farmacéuticos en todo el país. Algunos de ellos han incrementado su precio hasta en un 70 por ciento. Foto: Especial
La inflación ha impactado a los productos farmacéuticos en todo el país. Algunos de ellos han incrementado su precio hasta en un 70 por ciento. Foto: Especial

“Tuvo ataques por la falta de oxígeno. El medicamento redujo de forma considerable estos episodios y mejoró notablemente su calidad de vida, costearlo por nuestra cuenta es imposible, pues se oferta hasta en 75 mil pesos en farmacias particulares”, relata su familia a Reporte Índigo.

Fue hasta julio de este año que la Dirección General del Hospital La Raza se comunicó con la familia de la paciente para informarles que el medicamento ya estaba disponible en los almacenes del inmueble.

No obstante, de nueva cuenta, la familia reportó escasez de Nintedanib en este centro médico, ubicado al norte de la Ciudad de México, en donde las autoridades han afirmado que hay que esperar a que los almacenes se vuelvan a surtir, aunque no hay fecha para ello.

Las quejas por la falta de medicamentos para pacientes con enfermedades como el cáncer, respiratorias o incluso el VIH se contabilizan por decenas. Los usuarios argumentan que el elevado precio de estos productos hace imposible costearlos por fuera.

Sector privado, la única vía

La incertidumbre y la falta de claridad de las autoridades hospitalarias para informar sobre la compra de ciertos medicamentos considerados como “VIP” ha generado que familias acudan al sector privado en busca de estas medicinas.

Sin embargo, el elevado costo de la gran mayoría de estos medicamentos hace que sea casi imposible adquirirlo para las familias que tienen pacientes con enfermedades crónico-degenerativas.

Por ejemplo, en tres farmacéuticas se consultaron los costos de diversos medicamentos para el cáncer y la fibrosis pulmonar, cuyo precio fue desde los 50 mil hasta los 85 mil 380 pesos, con dosis para un mes en promedio.

Esta situación se agrava en otros estados de la República Mexicana, pues los hospitales reciben menos recursos, por lo que los usuarios no tienen de otra más que esperar a que sean surtidos los centros médicos, situación que puede tardar semanas o incluso meses.

Gobierno rebasado

La falta de fármacos ha generado una ruptura entre los familiares de los pacientes que necesitan de medicamentos de alta gama y los hospitales que batallan por mantener sus almacenes cubiertos.

Andrés Castañeda, coordinador del colectivo Cero Desabasto, asegura en entrevista con Reporte Índigo que el Gobierno federal quedó rebasado en la compra de miles de medicamentos que se necesitan en los hospitales públicos.

Prueba de ello son los amparos que se han interpuesto contra diversos centros de salud, los cuales son obligados a realizar “compras de último momento” para evitar una sanción mayor por los juzgados.

Los juicios de amparo por la inexistencia de medicamentos en el IMSS, ISSSTE e incluso en el Instituto de Salud para el Bienestar crecieron 950 por ciento en los últimos años. Foto: Especial
Los juicios de amparo por la inexistencia de medicamentos en el IMSS, ISSSTE e incluso en el Instituto de Salud para el Bienestar crecieron 950 por ciento en los últimos años. Foto: Especial

“De inicio, todos los mexicanos tienen derecho a tener medicinas para tratar las enfermedades que padecen, por eso es que casi siempre se ganan los amparos que se interponen. Ahora la cosa es que muchas medicinas son extremadamente caras y no alcanzan para dárselas a todos, de ahí la decisión del gobierno de a quién se las otorga”, sostiene el especialista.

Como ejemplo pone lo sucedido con los medicamentos contra el cáncer, donde los tratamientos para combatirlo se llegaron a cotizar en la pandemia hasta en 35 mil pesos por cajas de 30 pastillas.

De acuerdo con cifras del colectivo Cero Desabasto, los juicios de amparo por la inexistencia de medicamentos en el IMSS, ISSSTE e incluso en el Instituto de Salud para el Bienestar crecieron 950 por ciento en los últimos años.

Superfarmacia de AMLO, ¿la solución?

Ante este problema, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador propuso la creación de una superfarmacia “con medicamentos de todo el mundo”, la cual entraría en operaciones a finales de este año.

“En diciembre vamos a tener una farmacia aquí en la Ciudad de México, ya estamos en eso”, afirmó el titular del Ejecutivo federal desde Palacio Nacional, ante las demandas de familiares y organizaciones civiles.

El titular del Ejecutivo federal dio a conocer que el objetivo de este centro de medicinas será atender el desabasto de medicamentos que se ha presentado en su administración y combatir el encarecimiento y déficit de productos farmacéuticos en los principales hospitales del territorio nacional.

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