En días recientes, laboratoristas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) alzaron la voz para exigir que sean tomados en cuenta en la primera ronda de aplicación de la vacuna contra el COVID-19.
Ángeles, quien se desempeña como infectóloga en un hospital del IMSS en la Ciudad de México y pidió se le modificara el nombre por temor a represalias, denuncia que ninguna autoridad del Instituto les ha informado cuál va a ser el procedimiento de vacunación a unos días de que llegue el primer cargamento de dosis al país.
Argumenta que la falta de comunicación ha sido una constante desde el inicio de la pandemia, ya que el personal de esa área se vio en la necesidad de exigir mejor equipo de protección para realizar sus labores.
Estamos tomando pruebas en todo el hospital y no solo son de sangre, sino también de tipo COVID, además tomamos hemocultivos. Todo eso requiere de contacto con los pacientes”, menciona la infectóloga.
La preocupación y molestia entre los trabajadores de laboratorio surgió luego de que circuló una lista titulada “Personal prioritario a vacunar” con el emblema del IMSS y del Gobierno de México la cual consta de 10 categorías.
En el listado se encuentran del uno en adelante: médicos, enfermeras, asistentes médicos, trabajo social, limpieza e higiene, camilleros entre otros. Sin embargo, en ningún número aparecen los laboratoristas.
La madrugada del miércoles 16 de diciembre, el titular del IMSS, Zoé Robledo, publicó en sus redes sociales un video en el que aclaró que el documento compartido entre empleados de la institución era apócrifo. Indicó además que los laboratoristas estarán contemplados para la primera ronda de vacunación.
Otro de los puntos que causó molestia entre los laboratoristas es que no se les plantea, hasta el momento, un esquema de descansos por el fin de año, situación que ya fue negociada para otras categorías como médicos y enfermeras, afirma Ángeles.
La infectóloga añade que debido a la falta de personal y a que su área se encuentra trabajando con el 50 por ciento de integrantes por las incapacidades otorgadas a sus compañeros y el aumento de contagios, no prevén tener descanso en las celebraciones decembrinas.
“Tenemos que ir a trabajar aunque tengamos nuestras vacaciones, no sé si a partir de lo que dijo el secretario (Zoé Robledo) ahora sí se tome en cuenta a nuestro sector porque hay muy poco personal”, sostiene.
Momento crítico para la llegada de la vacuna
La vacuna contra el COVID-19 llegará a México en un momento crítico ya que los contagios y muertes van en aumento debido al virus.
Las últimas cifras del reporte de Salud indican que más de 118 mil mexicanos perdieron la vida a causa del SARS-CoV-2 y que los casos confirmados superan el millón 320 mil.
Una de las situaciones más críticas es por la que atraviesa la Zona Metropolitana del Valle de México. El viernes, la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, y el subsecretario Hugo López-Gatell anunciaron que el semáforo epidemiológico pasó a color rojo.
La medida tuvo como uno de sus propósitos disminuir los contagios por la falta de capacidad en los hospitales, es por ello que a partir del sábado se suspendieron las actividades no esenciales hasta el 10 de enero de 2021.
Las autoridades informaron que los centros de salud estuvieron a un 75 por ciento de su capacidad en los últimos días, por ello el riesgo del crecimiento acelerado en la propagación del virus.
El riesgo en las calles
El 25 por ciento de los mexicanos ha estado expuesto al virus de SARSCoV-2 en México, que equivale a 31 millones de personas, de acuerdo con los resultados preliminares de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) COVID-19.
La muestra de la encuesta contempla las pruebas realizadas en 9 mil 400 hogares y uno de los objetivos principales es estimar la proporción de la población que tiene anticuerpos contra el SARS-Cov-2.
De todas las personas que fueron positivas, 70 por ciento no presentó síntomas, 20 por ciento presentó síntomas compatibles con COVID-19, mientras que 10 por ciento reportó algún síntoma.
23.6 de las mujeres y 26.1 por ciento de los hombres resultaron con anticuerpos. La edad de mayor prevalencia fue de 20 a 39 años, con 27.3 por ciento, seguida de la población que se encuentra entre los 40 y 59 que se ubicó en 26.3 por ciento.
Juan Rivera Dommarco, director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), pidió a los mexicanos que ayuden al personal médico a frenar los contagios, pues México es un país altamente susceptible a COVID-19 y quienes han sido infectados pueden tener una reinfección.