Desde hace tres años que el proyecto del Corredor Cultural Chapultepec fracasó por el rechazo vecinal, Simón Levy Dabbah fue “congelado”, objeto de investigaciones y procedimientos administrativos por parte del gobierno de la Ciudad de México que concluyó, hasta llegar a las amenazas, hace unos días, cuando un hombre armado lo interceptó afuera de un hotel de Reforma, ya siendo Subsecretario de Turismo.
“¿Tú eres Simón, el que quería privatizar la avenida Chapultepec?”, le cuestionó aquel hombre armado en el estacionamiento del hotel Four Seasons que se ubica en Reforma.
Antes de que pudiera responder, uno de los colaboradores del ahora funcionario federal, integrante del gabinete de Andrés Manuel López Obrador, aventó al desconocido, permitiendo que Simón se subiera a la camioneta.
“Evitando así mi colaborador que fuera víctima de una inminente agresión”, relató Levy Dabbah en la denuncia de su puño y letra que quedó asentada en la carpeta de investigación número CI/FMH/MH-4/UI-2S/D/4551/12-2018, de la que Reporte Índigo tiene una copia.
“Sólo así puedes, con tu escolta”, alcanzó a gritarle aquel hombre desconocido desde el piso.
Un día después de estos hechos, el 7 de diciembre pasado, la jefa de gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum Pardo anunció la cancelación del proyecto de Centro de Transferencia Modal (CETRAM) Chapultepec, que el gobierno de Miguel Ángel Mancera había impulsado con una torre de 40 pisos que obstruía la vista del Castillo de Chapultepec y del que Simón Levy había entregado el título de concesión, con la condicionante de hacer el paradero y contar con los permisos del INAH.
Dicho proyecto que sería una inversión público-privada, a decir del propio Subsecretario de Turismo, le atrajo múltiples confrontaciones internas en el sexenio pasado, ya que no sólo era la remodelación del paradero sino una torre de 40 pisos que contaría con oficinas, hotel y centro comercial y concesionar el espacio por 44 años.
Igual que ocurrió con el proyecto del Corredor Chapultepec, la obra del Cetram Chapultepec enfrentó la oposición vecinal y del propio Simón Levy, quien asegura advirtió los riesgos al entonces jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera.
“Se me vinieron encima”, describe de esos momentos como parte del gabinete de Mancera.
La embestida interna arreció cuando Simón Levy comenzó a apoyar abiertamente la candidatura de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, a pesar de seguir siendo del equipo de Miguel Ángel Mancera, quien aspiraba a ser candidato presidencial y aparecer en la boleta electoral de julio de 2018.
Desde aquellas fechas, Simón supo de investigaciones internas y enfrentó múltiples auditorías.
Así lo dejó ver en la renuncia que presentó el pasado 30 de junio, un día antes de la elección de 2018, en la que le manifestó a José Ramón Amieva las reiteradas ocasiones en las que intentó renunciar a su cargo y cerrar su ciclo dentro de esa administración.
El documento en poder de Reporte índigo, dirigido al entonces jefe de gobierno, José Ramón Amieva y con copia al entonces Contralor General de la ciudad de México, Eduardo Rovelo Pico; Consejero Jurídico y de Servicios Legales, Vicente Lopantzi García y la titular de Finanzas del sexenio pasado, Julieta González, evidencia el conflicto.
“Como es de su conocimiento he sido objeto de diversos procedimientos administrativos que han intentado lesionar mis derechos y mi integridad profesional. El último de ellos se encuentra aún sin resolver en la Tercera Sala del Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México”, escribió Simón en la renuncia del 30 de junio que tiene sello de aceptación el 30 de agosto, es decir, hace cuatro meses.
En la misma también manifiesta que fueron muchos los intentos por tener una audiencia y nunca fue recibido.
Desde la salida del doctor Miguel Ángel Mancera como jefe de gobierno de la ciudad de México, así como con usted al mando, en diversas ocasiones, le he solicitado audiencia a efecto de presentar mi renuncia al cargo de director general, sin embargo, al día de hoy sigue sin darse trámite a la misma. Intenté presentarme de manera personal para agradecerle todas sus atenciones para conmigo en estos años.
Aquél 30 de junio, Levy Dabbah le pidió a Amieva, le permitiera concluir su ciclo dentro del gobierno capitalino cuando faltaban escasos cinco meses de que concluyera el polémico sexenio de Mancera.
“Con el único ánimo de concluir con la mayor diligencia el encargo que recibí por el Doctor Ángel Mancera le solicito con todo respeto ya por esta vía me permita concluir definitivamente este ciclo, por lo cual le presentó a usted (independientemente del cause administrativo de los procedimientos antes mencionados) mi renuncia al cargo como titular de la Dirección General de la Empresa de Participación Estatal Mayoritaria del Gobierno de la ciudad de México denominada PROCDMX SA de CV, con carácter irrevocable”.
Para cuando el documento de renuncia fue aceptado y sellado, Simón Levy ya había sido “destapado” por presidente Andrés Manuel López Obrador como subsecretario de Planeación y Política Turística y se dejaba fotografiar junto al líder supremo de Morena y Miguel Torruco, secretario de Turismo.
Tres meses antes de esa última intentona de Levy Dabbah por renunciar al gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera había dicho por fin adiós a la jefatura de gobierno a finales de marzo, luego de una estrepitosa caída de sus niveles de aceptación y de perder sus aspiraciones presidenciales. Mancera es actualmente senador de un desmantelado PRD y Levy, subsecretario de Turismo.
TE RECOMENDAMOS LEER: “EN LA 4T LAS FAKE NEWS NO TIENEN CABIDA”: ERÉNDIRA SANDOVAL
