El drama de los desplazados en la zona de los Altos de Chiapas, continúa.
Aún no hay solución al conflicto agrario que ha generado la disputa de más de 800 hectáreas de suelo entre pobladores de las comunidades de Chenalhó y Chalchihuitán, de donde cientos de familias tuvieron que desplazarse sierra adentro para escapar de la violencia mutua.
El conflicto agrario que se da en pleno corazón de la zona controlada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ha ocasionado que cientos de personas de Chenalhó y de Chalchihuitán tengan que vivir en campamentos improvisados, alejados de la zona en donde continúan los enfrentamientos, muchos con armas de fuego.
Pese a que no existe solución al conflicto, desde hace dos días comenzó el regreso a sus casas de algunos de los desplazados de Chalchihuitán y de Chenalhó, debido al frío y la lluvia que se ha intensificado en los últimos días en la zona alta de Chiapas.
En un intento de solución a la problemática, el Tribunal Unitario Agrario determinó que 365 hectáreas del suelo que se pelea son propiedad de los comuneros de Chenalhó, pero aún falta por determinar la propiedad de 435 hectáreas agrícolas.
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A fin de apaciguar los ánimos de los vecinos en disputa, el magistrado Claudio Aníbal Vera del Tribunal Unitario Agrario, informó a los alcaldes Martín Gómez Pérez, de Chalchihuitán, y Rosa Pérez, de Chenalhó, sobre la decisión judicial de otorgar la propiedad de una parte del suelo agrícola a los vecinos de Chenalhó, pero ello no ha tenido ningún efecto sobre el conflicto.
Y es que el conflicto se ha politizado: los desplazados del municipio de Chalchihuitán, afines al movimiento del EZLN, son vistos como las principales víctimas de esta disputa, recibiendo el respaldo moral tanto de organizaciones sociales y religiosas, así como por las autoridades del Gobierno estatal.
Por su parte, los vecinos desplazados de Chenalhó, que en su mayoría no comulgan con la ideología del EZLN ni respaldan ese movimiento, han sido dejados de lado por las autoridades locales.
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Los vecinos de Chalchihuitán han recibido de parte del Gobierno federal, a través de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), 15 millones de pesos para iniciar con la construcción de 300 viviendas que albergarán a las familias desplazadas.
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En contraparte, los vecinos desplazados de Chenalhó no han recibido ningún tipo de oferta económica por parte de la autoridad federal ni del Gobierno estatal. La única respuesta de ayuda que han recibido de la autoridad del estado es un programa de asistencia médica y alimenticia que se ha comenzado a aplicar desde hace dos semanas, y que también se lleva a cabo en apoyo a los desplazados de Chalchihuitán.
Reacciona el Gobierno estatal
Como resultado de la pronunciación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por una rápida solución de la crisis humanitaria, el Gobierno estatal de Chiapas se ha accionado.
El secretario general del Gobierno de Chiapas, Juan Carlos Gómez, anunció que la administración estatal, encabezada por Manuel Velasco Coello, ha reforzado la seguridad pública en las inmediaciones de los dos municipios en conflicto, a donde se han desplegado cuerpos policiales estatales para evitar que siga la confrontación a balazos.
También se han trasladado grupos de ayuda de la Dirección Estatal de Protección Civil y de la Secretaría de Salud, a fin de atender las necesidades, en esta época de frío y lluvias, puedan presentar las familias desplazadas en los campamentos improvisados.
En la zona también trabajan brigadas del DIF que entregan despensas, medicamentos, cobijas y ropa de abrigo, enfocando sus acciones a las mujeres, adultos mayores y niños que viven a la intemperie, en condiciones climáticas que han llegado a menos de los 5 grados centígrados.
El silencio del EZLN
Aun cuando el conflicto agrario entre comuneros de Chalchihuitán y Chenalhó se da en pleno corazón de los Altos de Chiapas, en donde la presencia del EZLN es totalizadora, esa organización política no ha manifestado ninguna postura oficial respecto a la confrontación indígena que se ha traducido en una crisis humanitaria.
Desde las páginas oficiales del Enlace Zapatista y del Congreso Nacional Indígena no existe ningún pronunciamiento por la paz de estas dos comunidades confrontadas; el último comunicado oficial del Enlace Zapatista es el que refiere al “24 Aniversarios de la Guerra Contra el Olvido”.
En cambio, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, la Iglesia católica y la representación de la ONU en México han llamado a las autoridades federal y estatal, para que ayuden a la solución del conflicto que podría escalar en mayor violencia.
Por lo pronto la resolución del Tribunal Unitario Agrario establece que 365 de las 800 hectáreas en disputa deben ser restituidas en propiedad a favor de comuneros de Chenalhó, luego que fueron entregadas erróneamente a los comuneros de Chalchihuitán en 1973, llegando al punto de conflicto actual en la zona de los Altos de Chiapas.